Thierry Frémaux, delegado general de Cannes: “Un festival ‘online’ de cine no es un festival”

El responsable del certamen francés, que hubiera iniciado hoy su 73ª edición, anuncia que habrá una sección oficial de Cannes 2020 y un evento itinerante. “Las plataformas son televisión”, asegura

El delegado general del festival de Cannes, Thierry Frémaux, espera la llegada a la puerta del Palacio de Festivales del equipo de 'Parásitos', en la última edición del certamen francés.Stephane Cardinale - Corbis (EL PAÍS)

Sábado por la mañana. Desde su casa de campo a las afueras de Lyon, Thierry Frémaux (Tullins, 59 años), el delegado general del festival de Cannes, el hombre que a finales de mayo se convierte en el gerifalte del mundo del cine, responde al teléfono. “Llevo aquí con mi familia toda la cuarentena y el lunes [por ayer] me trasladaré a Lyon. Desde ahí seguiré con mi trabajo” como director del Instituto Lumière, dedicado a salv...

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Sábado por la mañana. Desde su casa de campo a las afueras de Lyon, Thierry Frémaux (Tullins, 59 años), el delegado general del festival de Cannes, el hombre que a finales de mayo se convierte en el gerifalte del mundo del cine, responde al teléfono. “Llevo aquí con mi familia toda la cuarentena y el lunes [por ayer] me trasladaré a Lyon. Desde ahí seguiré con mi trabajo” como director del Instituto Lumière, dedicado a salvaguardar la obra de los hermanos fundadores del cine. Frémaux, poseedor de la mejor agenda de la industria, no rehúye ninguna pregunta. Otra cosa son sus respuestas, medidas y diplomáticas; a veces revela más lo que no dice que lo que dice. “Hace 35 años que no paso estos días en Cannes”, arranca. Hoy martes debería de haber empezado la 73ª edición del festival más importante del mundo del cine, y Frémaux ya lo ha asumido: no habrá un Cannes en La Croisette en 2020.

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Pregunta. ¿Cómo definiría su estado de ánimo?

Respuesta. Me invade la melancolía. Como a ti, seguro, y al resto de la industria. Cannes no es solo un trabajo, un festival, es la ilusión de ir por primera vez, de ver el mar, de encontrar a los amigos, disfrutar del sol… Y para eso nos va a faltar mucho. En realidad, ya falta. En mi caso creo que el martes sentiré en mi interior hasta una ausencia física. Y claro, echaré de menos las proyecciones, la recepción de las películas, incluso las críticas malas [carcajadas]. Eso que antes me enojaba, ahora ya lo extraño. Cannes demuestra cada año que el cine es un arte vivo.

P. ¿Cambiará por la pandemia la forma que teníamos de consumir cine?

R. Imaginemos lo contrario: un virus informático que acabara con todas las proyecciones en los ordenadores, y que no se pudiera ver ni una imagen registrada fuera del cine. Volveremos. Seguro. Llevamos dos meses de plataformas, de consumir plataformas. Pero para mí las plataformas son televisión [en Cannes no se proyectan películas que vayan directamente a una plataforma, como las de Netflix]. No se diferencian. ¿Y qué consumes en ellas? Cine. Ficción. Necesitamos la ficción, necesitamos historias. Llevamos 125 años de vida del cine, y no creo que veamos al cine morir en las salas. Yo creo que al contrario. Otra cosa es si corre peligro: cierto, hay un nuevo tipo de consumo cultural, sobre todo entre la juventud. La pandemia nos obliga a plantearnos preguntas importantes sobre nuestro futuro: la educación audiovisual, la protección de las salas, cómo cambiarán los medios de comunicación… Cannes es el momento del año en que el cine se coloca en el centro del mundo, es una manera de decir durante dos semanas que estamos aquí.

“Para mí las plataformas son televisión”

P. ¿Sigue luchando por un Cannes 2020? ¿Cómo será?

R. No queríamos cancelar. Nunca usé esa palabra. Esa era la solución fácil. Hubiéramos dejado a la gente tirada. Queremos seguir vivos, activos. Está la tragedia de la epidemia, por supuesto, pero después llegará la batalla del futuro. Y por eso hemos dividido Cannes 2020 en tres etapas: la primera ocurrirá a finales de mayo, principios de junio, cuando hagamos pública nuestra selección oficial. No haremos diferencia entre competición, fuera de competición y Una cierta mirada. Anunciaremos una lista de unas 50 películas [una decena menos de las habituales], aún hoy sin cerrar, que amamos, que queremos apoyar, y que se estrenarán desde julio, si para entonces han abierto las salas, hasta marzo de 2021. También es cierto que algunas han decidido esperar hasta Cannes 2021 [no las dice, pero entre ellas están casi todas las producciones francesas, empezando por lo nuevo de Léos Carax y Paul Verhoeven], y otras pasarán a las plataformas. Y lo entiendo: ellas tienen dinero, y los profesionales lo necesitan. La segunda etapa es el mercado virtual, que empieza el 22 de junio, solo para gente de la industria. En ese caso la virtualidad es posible. Para mí no es posible un festival online. Eso no es un festival. No entiendo por qué la prensa sigue hablando de eso, porque ninguna película importante se estrenará antes digitalmente. Otra cosa es si Scorsese no encuentra dinero en otro sitio y le paga Netfix. La selección oficial y el mercado son las dos patas de Cannes.

P. ¿Y la tercera?

R. A mitad de junio explicaremos cómo celebraremos Cannes fuera de Cannes. Sería un Cannes itinerante. Serán nuestras películas, y las acompañaremos en otros festivales y salas.

P. ¿Eso incluiría otros festivales de cine de clase A, como Venecia o San Sebastián?

“A mitad de junio explicaremos cómo celebraremos Cannes fuera de Cannes. Sería un Cannes itinerante”

R. Por supuesto. Y estoy hablando con José Luis Rebordinos [responsable del Zinemaldia] para concretarlo. Como excepción, este año, si una película seleccionada por Cannes compite en San Sebastián, no habrá problema. Con Venecia tenemos el proyecto de hacer una selección común, porque es el certamen que abre la temporada de otoño, y estos días estoy cerrando con su director, Alberto Barbera, cómo la haremos. Queremos subrayar juntos la importancia del cine. Esto depende de si a finales de agosto podemos viajar. ¿Venecia será el habitual Venecia o la Biennale encogerá, obligada por la distancia social? No se sabe.

P. ¿Es cierto que el seguro del festival de Cannes no cubre la cancelación?

R. Sí, pero es que quién se lo iba a imaginar. Nunca, aparte de la cancelación de la primera edición en 1939, desde 1946 se ha dado esta situación. Y las pólizas de seguro son carísimas. Ha costado mucho no hacer un evento normal. Por fortuna, nos apoyan los patrocinadores, aunque obviamente aportarán menos dinero que para un certamen como el habitual.

P. ¿En el festival online We Are One, Cannes solo aportará clases magistrales de años precedentes?

R. La idea de Robert De Niro de crear este certamen nos gusta, y queríamos estar presente en este proyecto. Mostraremos esas charlas.

P. La semana pasada la asociación de salas francesa de arte y ensayo lanzó un duro comunicado contra la comercialización de Pinocho, de Matteo Garrone, en Amazon. ¿Qué opinión tiene?

R. Para mí no es un problema, porque el distribuidor francés [Le Pacte] no tenía certezas sobre su estreno en salas. Y Amazon puso el dinero. Menos mal que alguien tiene ese dinero. Porque hoy no hay financiación en el mundo del cine.

P. ¿Qué nos falta al cine español para estar más presente en su festival?

R. Primero quiero recordar al recientemente fallecido José María Riba, nuestros ojos en el cine español y latinoamericano. Desde Cannes mantenemos muy buenas relaciones con la industria española. Luchamos porque el cine español esté en Cannes, pero ustedes tienen una tradición de ir antes a la Berlinale. En todo caso, Pedro Almodóvar es un habitual. Y creo que en los últimos años ha aumentado la presencia del cine español en las salas francesas, hay una nueva generación de creadores que se suma a los grandes autores. Que eso se refleje en Cannes es uno de mis objetivos.

P. El año pasado vivieron una edición excepcional, que al final premió con una Palma de Oro a una película, Parásitos, de Bong Joon-ho, que posteriormente ganó el Oscar grande.

“Las plataformas necesitan la mitología del cine, compran a directores famosos ¡por sus películas de cine!”

R. Fue estupenda. Pero acuérdate, la edición de 2018 fue muy criticada, para mí de forma injusta. Solo puedo decir que parte de la audacia del Cannes 2019 nace de la audacia del Cannes 2018. Para medir el nivel de un festival necesitas analizar una década del certamen. El futuro es complicado, con muchos directores trabajando para las plataformas online. Sin embargo, las plataformas necesitan la mitología del cine, compran a directores famosos ¡por sus películas de cine! De ahí la importancia del cine clásico. Proteger el cine en salas es proteger el futuro de las plataformas. Debemos ser fieles al espíritu del cine. ¿El futuro será la cohabitación? Por supuesto, como ha pasado con la televisión. Inculquemos a las nuevas generaciones la magia de la gran pantalla.

Vuelta a los hermanos Lumière

Cuando Thierry Frémaux accedió a su cargo en Cannes, puso como condición seguir dirigiendo el Instituto Lumière. Y se apasiona hablando de su labor allí, que se hizo más visible con el estreno en 2016 de su ‘¡Lumière! Comienza la aventura’, un maravilloso análisis del cine de los hermanos Auguste y Louis. “Creemos en el cine actual, las palabras no son suficientes, y por eso hemos comprado cuatro salas de cine de arte y ensayo. Estaba preparando la nueva película, que se ha parado por la pandemia, y se estrenará en 2021. Por desgracia, queríamos lanzarla en celebración del 125 cumpleaños de las salas de cine, otro invento en que los Lumière se adelantaron a Edison, y no será posible. Qué terrible que este aniversario coincida con los cines cerrados. Es que hubo proyecciones incluso durante la Segunda Guerra Mundial”.



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