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Una serie documental de HBO, en un juicio por homicidio

La defensa del millonario Robert Durst asegura que la confesión de su cliente, con la que termina 'The Jinx', fue manipulada

Natalia Marcos

“¿Qué demonios hice? Los maté a todos, por supuesto”. Con esta confesión, fuera de plano y hecha —supuestamente— sin que los entrevistadores fueran conscientes de los micrófonos, terminaba la serie documental The Jinx. Pocas horas antes de que HBO emitiera en marzo de 2015 aquel episodio, Robert Durst fue detenido en un hotel de Nueva Orleans, acusado del asesinato de su amiga Susan Berman en el año 2000, hallada muerta de un disparo en Beverly Hills.

Ahora, el juicio arrancará el 3 de septiembre y, en él, la defensa de Durst alegará que los autores del documental manipularon las palabras de su cliente ya que esas últimas frases fueron editadas: no se pronunciaron de forma consecutiva ni en ese orden, como recoge The New York Times.

The Jinx no solo se convirtió en 2015 en un fenómeno televisivo, sino que parecía haber resuelto un caso que llevaba dando quebraderos de cabeza a la policía durante años. Los seis capítulos producidos por HBO narraban la historia de este empresario estadounidense sobre el que lleva planeando la sombra de la sospecha desde que en 1982 desapareció su mujer, Kathleen Durst, cuyo cuerpo nunca fue encontrado. También fue sospechoso de la muerte de Berman en 2000 y de un vecino, Morris Black, en 2001: el torso de este último apareció flotando en las aguas de la bahía de Galveston (Texas). Sus brazos y piernas aparecieron en otras bolsas de plástico. La cabeza no apareció, pero se le pudo identificar por un documento de identidad. Durst confesó haber descuartizado el cadáver, pero sus abogados lograron convencer al jurado de que la muerte fue en defensa propia.

Ya cuando se emitió, la actuación de los directores y productores Andrew Jarecki y Marc Smerling, fue cuestionada. ¿Cuánto tiempo pasó desde que los directores y HBO supieron de la confesión hasta que fueron a la policía? Los productores aseguraron que, aunque las entrevistas a Durst se realizaron en 2012, no fueron conscientes de esa grabación hasta pocos meses antes de la emisión del documental. Según la policía de Los Ángeles, la coincidencia de la detención y la emisión de la confesión fue pura casualidad. Ahora, los abogados de Durst pretenden desmontar The Jinx en el juicio, llamando como testigos a sus directores para sugerir que colaboraron de cerca con la policía para lograr esa confesión tendiendo una trampa a su cliente.

No es el único caso de una serie documental reciente que ha reabierto un caso de asesinato. Tanto la emisión de la primera temporada del podcast Serial en el año 2014 como Making a Murderer, de Netflix, en 2016, llevaron a la reapertura de los casos de tres asesinos convictos. Con la salvedad de que fueron utilizados por la defensa de los condenados, no por la acusación.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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