Terror en el psiquiátrico
Fox estrena la nueva entrega 'American Horror Story', con nuevos personajes y una historia ambientada en los años 60
La fórmula del terror y el exceso narrativo convirtió a American Horror Story en una de las series de más éxito de 2011. Para su segundo año en antena, el drama apuesta por la misma mezcla de delirio psicológico, thriller y humor negro pero cambia de escenario y de personajes. La casa encantada que hizo la vida imposible a la familia de la primera entrega deja paso a un decadente manicomio, dirigido por una inquietante monja interpretada por Jessica Lange.
La actriz repite participación, con cambio de registro de por medio, en una serie que le ha proporcionado ya un Globo de Oro y el segundo premio Emmy de su extensa carrera. No será la única que repita en la serie creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk. American Horror Story: Asylum, que llega a Fox en versión original subtitulada (a las 00.35, en el dial 21 de Canal +), cumple el planteamiento autoconclusivo que se marcaron sus dos responsables desde el principio. Concebida como una miniserie de 13 capítulos, tiene algunos rasgos en común con la primera entrega pero llega con una temática completamente independiente, puesta de nuevo al servicio de las obsesiones particulares de Murphy y Falchuk.
Sobre todo del primero, que muestra su lado más políticamente correcto en producciones como Glee o The new normal, dos series que se emiten en la televisión en abierto en EE UU, y reserva su delirio creativo para American Horror Story, una producción del canal de cable FX, menos preocupado por las audiencias y las presiones de los grupos conservadores de EE UU. Una combinación de delirios psicológicos y fantasías sexuales aderezadas con toques de terror, que emparentan a American Horror Story: Asylum con Nip/Tuk, una serie sobre dos cirujanos plásticos, también obra de Ryan Murphy, que fue uno de los grandes éxitos de FX entre 2003 y 2010.
Los protagonistas de American Horror Story: Asylum son los internos de un psiquiátrico de la costa este estadounidense en los años 60 y el personal encargado de su cuidado, compuesto por miembros de una orden religiosa católica y varios médicos. Además de Jessica Lange, repiten participación Evan Peters (Tate, en la primera temporada), Lily Rabe (Nora Montgomery), Zachary Quinto (Chad) o Dylan McDermott (Ben Harmon). Se incorporan Joseph Fiennes, que encarnará a un sacerdote y deseo oculto del personaje interpretado por Jessica Lange, el veterano James Cromwell, que da vida a un psiquiatra defensor de la terapia de electroshock, o Chloë Sevigny, que participa como actriz invitada en el papel de una de las internas del psiquiátrico.
American Horror Story, que aprovechó su peculiar composición para competir en los Emmy como miniserie y no en la categoría donde estaban presentes Mad Men o Homeland, se ha convertido en uno de los valores seguros de su cadena de origen en EE UU. El arranque de la segunda temporada el pasado 17 de octubre congregó a casi 4 millones de espectadores, una cifra que solo supera la serie Hijos de la anarquía, el otro gran éxito de FX
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