Decenas de los científicos más citados del mundo dejan de declarar falsamente que trabajan en Arabia Saudí
Las universidades saudíes pagaban hasta 70.000 euros anuales a prestigiosos investigadores para amañar los ‘rankings’ académicos internacionales
La gran farsa de las universidades saudíes está llegando a su fin. El número de científicos muy citados que aseguran trabajar en Arabia Saudí se ha desplomado un 76% desde abril del año pasado, cuando EL PAÍS reveló la existencia de una trama dedicada a pagar hasta 70.000 euros anuales a investigadores extranjeros para que mintiesen sobre su lugar de empleo, con el fin de aupar con trampas a las instituciones saudíes en los ...
La gran farsa de las universidades saudíes está llegando a su fin. El número de científicos muy citados que aseguran trabajar en Arabia Saudí se ha desplomado un 76% desde abril del año pasado, cuando EL PAÍS reveló la existencia de una trama dedicada a pagar hasta 70.000 euros anuales a investigadores extranjeros para que mintiesen sobre su lugar de empleo, con el fin de aupar con trampas a las instituciones saudíes en los rankings académicos. Dos decenas de españoles participaron en esa artimaña. El químico Damià Barceló, por ejemplo, declaró falsamente desde 2016 hasta 2022 que su lugar de trabajo principal era la Universidad Rey Saúd, en Riad, cuando en realidad era el director del Instituto Catalán de Investigación del Agua, en Girona.
Arabia Saudí presumía en 2022 de tener 109 profesores en la prestigiosa Lista de Científicos Muy Citados, elaborada por la multinacional Clarivate con los 7.000 investigadores del mundo cuyos estudios son más mencionados por otros colegas. Cuantos más miembros de esa lista tenga una universidad, más arriba aparecerá en el ranking de Shanghái, la clasificación universitaria más influyente del mundo. Algunas instituciones saudíes optaron por sobornar a científicos extranjeros muy citados para que mintiesen en la base de datos de Clarivate, un truco que pasó desapercibido durante años. Tras el escándalo destapado por este periódico, el número se redujo de 109 a 76 a finales de 2023. En la nueva lista, publicada el pasado 19 de noviembre, solo quedan 26, incluidos los ecólogos españoles Carlos Duarte y Fernando Maestre, que sí se mudaron realmente y trabajan en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, en la localidad saudí de Thuwal.
La Lista de Científicos Muy Citados se había convertido en los últimos años en un coladero para todo tipo de trampas, ya que algunos científicos ingresaban usando trucos como autocitarse a mansalva, publicar estudios insustanciales cada semana o conchabarse con otros investigadores para citarse unos a otros. David Pendlebury, analista de Clarivate, ha explicado en un comunicado que su empresa ha endurecido este año sus filtros, para “identificar a investigadores involucrados en conductas indebidas de diversos tipos”, especialmente los que manipulan las menciones a sus estudios. Clarivate excluyó a solo 300 científicos de su lista de 2021 por prácticas fraudulentas. En 2022 fueron 500. En 2023, un millar. Y este año se ha alcanzado un récord de 2.000 excluidos: prácticamente uno de cada tres investigadores aparentemente muy citados ha sido cazado recurriendo a malas prácticas.
El analista suizo Yoran Beldengrün reveló la dimensión mundial del engaño saudí. En apenas una década, 210 científicos muy citados de otros países declararon que su lugar de trabajo principal era una universidad de Arabia. La mayoría de ellos eran de China (44), España (19), Estados Unidos (16) y Turquía (14), según un informe de Beldengrün elaborado para la consultora especializada SIRIS Academic, con sede en Barcelona. Para este analista, la “enorme caída” del número de científicos muy citados que aseguran trabajar en Arabia Saudí es “un buen paso hacia la integridad en la investigación”.
La Universidad de Córdoba expulsó al químico Rafael Luque, con una sanción de 13 años sin empleo y sueldo, tras descubrir que declaraba falsamente que su lugar de trabajo principal era la universidad saudí Rey Saúd. Su caso, revelado por EL PAÍS, fue la noticia más leída del periódico en 2023 y provocó el estupor internacional. Por culpa de esa mentira, la institución cordobesa cayó unos 150 puestos en el ranking de Shanghái, saliendo del top 800, según el cálculo de la consultora SIRIS Academic. La revista Nature, referente de la ciencia mundial, se hizo eco del caso de Luque y de la posterior investigación de este diario sobre la trama saudí. Para el matemático Domingo Docampo, que lleva años denunciando las trampas para trepar en los rankings académicos, esta repercusión ha sido crucial.
“Parece que la difusión internacional de malas prácticas en la compra de afiliaciones académicas, y que revistas científicas de máximo nivel las hayan recogido y comentado, está produciendo fruto”, señala Docampo, que fue rector de la Universidad de Vigo. “Da la impresión de que Clarivate ha tomado buena nota e incluye estos comportamientos, junto con los altos niveles de autocitas, las sospechas de confabulación (carteles) y los casos denunciados por Retraction Watch [una organización estadounidense especializada en fraudes científicos]”, añade el matemático.
La desaparición de los falsos profesores saudíes es un varapalo para el príncipe heredero Mohammed Bin Salmán, considerado por Estados Unidos culpable del asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Bin Salmán ha fijado el objetivo de tener al menos cinco universidades saudíes entre las 200 primeras del mundo en 2030. Sin esta trampa, sus instituciones se derrumbarán en los rankings. La Universidad Rey Saúd, declarada falsamente el lugar de trabajo principal de los químicos españoles Damià Barceló y Rafael Luque, ha pasado en un año de presumir de 38 científicos muy citados a contar con solo una decena.
La Universidad Rey Abdulaziz, en la ciudad saudí de Yeda, fue una de las más activas captando investigadores españoles dispuestos a mentir, en parte gracias al matemático Juan Luis García Guirao, un catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena que actuó como intermediario de la institución árabe con al menos una decena de científicos nacionales, según la investigación de EL PAÍS. La Rey Abdulaziz afirmaba tener 12 científicos muy citados el año pasado. En la nueva lista no posee ninguno.
La proporción de investigadores muy citados en Arabia Saudí —casi uno de cada 200 profesores— era tan elevada que multiplicaba por cinco o incluso por 10 los porcentajes observados en Alemania, España y Francia, según los datos de SIRIS Academic. Otra de las instituciones saudíes implicadas era la Universidad de Taif, a una hora en coche de La Meca. El tecnólogo de los alimentos Francisco Tomás Barberán declaró trabajar allí en 2020, pese a que en realidad investigaba en Murcia, en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Esta organización abrió hace un año expedientes disciplinarios a sus cinco miembros implicados en la trama saudí para amañar el ranking de universidades.
La Lista de Científicos Muy Citados de 2024 incluye a unos 6.600 investigadores, el 36% de ellos de Estados Unidos, frente al 43% de 2018. Esta pérdida de peso estadounidense se explica por el crecimiento de China, que ha pasado del 8% en 2018 al 20% actual. La Academia China de Ciencias, que engloba a más de un centenar de institutos, es la organización mundial con más científicos muy citados, alcanzando un total de 308. Las universidades estadounidenses de Harvard (231) y Stanford (133) ocupan el segundo y el tercer puesto, con más investigadores muy citados que todas las instituciones españolas juntas (99). España era en 2021 el noveno país del mundo con más científicos en esta lista, con un 1,7%, pero ahora ocupa el decimotercer lugar, con un 1,5%.
El analista de Clarivate David Pendlebury detalla que su equipo ha introducido nuevos filtros tras detectar “intercambios de citas” entre investigadores, que pactan citarse unos a otros para trepar en los rankings. En octubre, la editorial Springer Nature retiró de golpe 75 estudios de Juan Manuel Corchado, rector de la Universidad de Salamanca, y de sus colaboradores por este tipo de prácticas fraudulentas.