Casado busca candidatos contra la división de la derecha heredada de Rajoy
Tras ceder el monopolio de la derecha, el PP afronta por primera vez en Madrid el reto de atraer a votantes de Vox y Ciudadanos
Pablo Casado dice navegar entre los vaivenes de una “tormenta perfecta”. Tras casi cuatro décadas acudiendo a las elecciones como el único referente de la derecha, el PP afronta los comicios de mayo asfixiado por la irrupción de Vox y el auge de Ciudadanos. La súbita necesidad de encontrar candidatos capaces de “enamorar” a votantes atraídos por esas ofertas ha retrasado, complicado y llenado de incógnitas la selección de los candidatos madrileños de la formación conservadora. Casado no tiene dudas sobre cómo y cuándo nació esa división que erosiona las expectativas de su partido: “Otros han aprovechado épocas de gobierno en las que lo urgente nos ha impedido ocuparnos de lo importante”, dijo de sus rivales en Onda Cero. Con la crisis y el Ejecutivo de Mariano Rajoy, vino a decir Casado, empezó todo.
“Ya me gustaría seguir siendo un partido de 180 escaños... y he recibido el partido con tres alternativas en el espacio ideológico que tenemos”, lamentó Casado, recuperando así una de las principales críticas de José María Aznar a Rajoy. “Si hay otros partidos que han ido surgiendo, y han tomado nota de nuestros principios, o incluso han aprovechado épocas de gobierno en las que lo urgente nos ha impedido ocuparnos de lo importante, ahora es cuando nos toca competir”, añadió. “Me he encontrado con la tormenta perfecta”, siguió. “A nuestro exvotante hay que volver a enamorarle (...) En las elecciones municipales y autonómicas veremos cómo lo conseguimos”.
Entre 2003 y 2016, el PP ha perdido el 36% de los votos que lograba en el Ayuntamiento de la capital, el 27% de los que cosechaba para la Comunidad de Madrid, y el 16% de los que sumaba en la región en las elecciones generales —donde la repetición electoral de 2016 permitió un ligero repunte a costa de Ciudadanos—.
Esas dos fechas no solo trazan el paso de la bonanza electoral a la penuria. También enmarcan un cambio de timón —de Aznar a Rajoy— que fue limando las expectativas electorales del PP hasta límites insospechados.
En 2015, el PP perdió el Ayuntamiento de la capital por primera vez desde 1991, y ya entonces los últimos estertores de UPyD, y la aparición de Vox —dos partidos que no lograron representación— fueron claves para que Esperanza Aguirre no lograra el bastón de mando. Ahora, en plena cuenta atrás para el anuncio de sus candidatos en las elecciones de mayo, el PP se enfrenta a una situación inusitada: se arriesga a perder el Ejecutivo regional por primera vez en casi un cuarto de siglo. Para evitarlo, Casado intenta resolver su ecuación más difícil: encontrar una pareja de candidatos que se compense mutuamente para apelar al mismo tiempo a los votantes de PP, Vox y Ciudadanos.
¿Es una de esas personas Ángel Garrido? “Yo me quiero mucho a mí mismo, pero hay muchos compañeros que son capaces de hacer este trabajo exactamente igual”, bromeó ayer el presidente regional. “Yo que he esperado tranquilamente, seguiré esperando a que el presidente nacional [Casado] tome una decisión”, añadió. “Y le daré la enhorabuena por su decisión, sea la que sea”, remató.
La larga espera decidida por Casado para dar con la fórmula que le permita detener a Vox y a Ciudadanos desgasta a los favoritos a la candidatura y da alas a los aspirantes. Garrido empezó la carrera lanzado por el aval de haber sustituido a Cristina Cifuentes —dimitida por el escándalo del caso máster— sin provocar un terremoto en el partido. La falta de guiños hacia su figura por parte del presidente nacional, sin embargo, han alimentado desde entonces las expectativas de otros políticos del PP, como el diputado Antonio González Terol.
Independientes
En las abultadas quinielas de la formación conservadora, no obstante, ya nada está claro: Adolfo Suárez Illana, Javier Maroto, José Luis Martínez Almeida, María San Gil, Isabel García Tejerina, Engracia Hidalgo, Fátima Báñez, María Dolores de Cospedal... decenas de nombres han sido lanzados a la carrera por sus compañeros de partido, en ocasiones contra sus propios deseos. De hecho, en el PP ya ni siquiera se da por seguro que los aspirantes al Ayuntamiento de la capital y a la Comunidad de Madrid vayan a provenir de sus filas.
“Al igual que en Barcelona, podríamos contar con personas que puedan aportar lo mejor de sí mismas al PP”, dijo el lunes el secretario general del partido, Teodoro García Egea, sobre la posibilidad de contar con independientes, recordando que el PP “siempre ha reunido en sus siglas el talento de la sociedad y ha sido fiel reflejo de la sociedad española”, rodeándose de “personas de la sociedad civil”.
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