Bolas de colores en vez de tomates para los niños

Espacios escénicos reservados generalmente a los adultos abren sus puertas al público infantil por Navidad. Grandes y prestigiosos teatros como la Comedia, los del Canal, La Abadía o el Español presentan programación infantil en contadas ocasiones.

El hecho llama la atención sobre todo en los teatros de las distintas administraciones, en los que debería regir el principio de servicio público y, en consecuencia, atender también a los espectadores infantiles. Sin embargo, a pesar de ser algo excepcional en la temporada, estos días ofrecen funciones familiares.

El teatro de la Comedia reestrena Otro gran teatro del mundo (hoy y mañana), coproducción de Uroc teatro y la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Inspirado en el texto calderoniano, la obra en modo de musical arranca el argumento con el cumpleaños de Mundo, al que su amigo Calderón de la Barca quiere hacer un regalo especial.

Teatros del Canal sube al escenario otro éxito, éste de danza. La premiada compañía Aracaladanza y su creación Nubes, inspirada en el universo plástico de Magritte, estará en cartel hasta mañana. La obra recibió dos premios Max en 2011 y forma parte de la trilogía inspirada en pintores del coreógrafo Enrique Cabrera.

Poco podía imaginar Cervantes ver representado su Retablo de Maese Pedro en una obra de títeres. Al igual que el recurso de cine dentro del cine, la obra Aventuras de Don Quijote (Teatro La Abadía, hasta día 30), de la compañía El Retablo, contiene un episodio de títeres dentro de títeres. Un anciano titiritero y dos ayudantes dramatizan con muñecos algunas aventuras de Don Quijote, pero el viejo Maese desvaría y confunde a los muñecos con personas de carne y hueso. Esto provoca situaciones paralelas a las peregrinas andanzas del hidalgo manchego.

Músicas y danzas africanas son las protagonistas del espectáculo Samabá Samadé, de la compañía de Costa de Marfil Samadeni, que se puede ver en la sala Margarita Xirgu, del Teatro Español hasta el 4 de enero. Con tres artistas en escena, el espectáculo derrocha energía y habla de la importancia de observar la naturaleza. El título de la obra puede traducirse como Elefante grande, elefante pequeño y hace referencia al animal que tiene un fuerte poder simbólico en ese país africano.

Por último, un perenne de la cartelera de adultos, La katarsis del tomatazo, que lleva representándose en la Sala Mirador desde hace más de dos décadas, estrena versión infantil, La Petit Katarsis. Cuenta una única historia en la que el bosque mágico del movimiento se ve amenazado por dos personajes Quié y Tó. Otros dos protagonistas se aliarán con los espectadores para impedir que el mundo se detenga. Y si los adultos tiran tomates en La Katarsis, en La Petit los niños tiran bolas de colores para expresar su aprobación y permanecen congelados si no les gusta.