Un ‘thriller’ cantado en dos metros cuadrados

Tres personajes, un pianista y una escueta escenografía bastan a su autor para sumergir al espectador en una tensa y angustiosa atmósfera. No solo oprime el limitado cubículo, sino lo que les ocurre a cada uno de los personajes. La música desempeña un papel muy importante en ello. “Es una obra sobrecogedora muy compleja de ejecutar”, asegura Masegosa, autor del libreto y de la partitura. “La música requiere un dominio al milímetro del instrumento vocal”, apunta Paco Arrojo, actor y cantante curtido en la televisión y las tablas y uno de los protagonistas. Para esta nueva residencia en el Pavón, Masegosa ha buscado un elenco que iguale la calidad del anterior, en el que estaban Guido Balzaretti, Dulcinea Juárez y David Ordinas, tres voces reconocidas del teatro musical. A Paco Arrojo lo acompañan ahora Naim Thomas y Laura Enrech, responsables de dar la nota adecuada y de mantener el pulso durante la hora y diez de función.

Al igual que Arrojo, Naim Thomas ha desarrollado su carrera entre platós y escenarios. Laura Enrech, una joven cantante y actriz formada entre Madrid y Nueva York, se ha movido principalmente en las producciones musicales. “Laura tiene un talento arrollador y aún no había tenido un personaje protagonista. Puede hacer lo que le pida sin esfuerzo, es una sorpresa para todo el mundo”, asegura Masegosa, que también se ha encargado de dirigir escénica y vocalmente al trío. “Es una función tan dura que las cinco horas de ensayo les parecen 17”, añade el autor. Algo que Paco Arrojo lo suscribe: “A diferencia de los grandes musicales, estamos muy expuestos porque la escenografía es mínima. Somos piezas de un engranaje que debe funcionar perfectamente para que la historia de suspense fluya y funcione”.

No es habitual encontrar thrillers en la cartelera musical española. “Lo que viene de fuera es lo vendible, pero nadie se atreve a programar cosas grandes más dramáticas”, sostiene Masegosa. Por eso el autor destaca el gran favor que Miguel del Arco, uno de los directores artísticos del Pavón Kamikaze está haciendo al teatro musical. “Ellos quieren apoyar nueva dramaturgia y al género musical no lo tratan de forma diferente. Valoran el conjunto de la obra, al igual que el público que llena su sala", termina Masegosa.