Madrid, barrio de Sevilla

1. Madrid Río. Es un espacio que te saca de la ciudad, hace que te olvides de que vives en Madrid. Ahora vivo en Acacias y saco a pasear a mi perra por aquí cada día. La huelga me cogió fuera, rodando en Almería, y esto está siempre tan organizado, tan limpito...

2. Ruta ciclista junto al Manzanares. Madrid se deja atrás hacia Rivas, pronto el río se vuelve un poco más río y te pierdes en el campo en 10 minutos. Lo único es que llevas un ratito la vía del AVE a tu izquierda, pero luego desaparece también. Me escapo todo el tiempo que puedo: me encanta viajar en gran formato y en pequeño formato.

3. Plaza de Matute. Le tengo mucho cariño por el Teatro Español, por la plaza en sí misma, y porque ha sido mi casa durante ocho años. Me terminé yendo porque vivir en un bar no tiene gracia. Se ha convertido en un parque temático de Madrid, y me he venido a esta zona más tranquila. Aunque sigo yendo para tomar cervezas.

4. La terraza de mi casa. Ahí es donde me siendo absolutamente libre. Me gustan mucho las plantas y está llena por las cuatro paredes. ¡Las cinco! Porque hay una pérgola llena de verde también. Y como esta es una ciudad en la que llueve tan poco, es fácil disfrutar de ella.

5. Museos de Madrid. La Milla de los Museos está muy bien, pero si sigues un poquito más para arriba está el Arqueológico. Ahí voy más, porque yo estudié Historia, Arqueología, que es mi verdadera vocación. La tuve que dejar porque terminé Interpretación e inmediatamente empecé a trabajar... hasta ahora.

6. Cornejo. Es el lugar donde está el vestuario de casi todas las series y películas de época. Son unos almacenes gigantescos llenos de lo que no te puedes imaginar. Está desde Downtown Abbey a Juego de Tronos. Allí ves historia del cine, pero material (Rufino González, 4).

7. Estación de Atocha. Es la puerta a mi casa. El AVE hizo que Madrid sea el barrio más lejano de Sevilla. Y como me sigo relacionando con mi pandilla de siempre, que somos todos actores, tengo la sensación de seguir viviendo allí. Ahora, cuando hemos pasado por Sevilla con la obra, he visto a todo el mundo. Con el trabajo, hacía que no iba casi un año.

8. Restaurante Caripén y Taberna Sanlúcar. Cenar tarde en el Caripén y comerte unos mejillones y un steak tartar, y una botella de champán, es un lujazo. Pero ir al Sanlúcar también. Un bar de faranduleros andaluces en el que me siento como en mi casa (Plaza de la Marina Española, 4, y San Isidro Labrador, 14).

9. La Pedriza. Es un lugar donde perderse, a veces literalmente. Hay que ir entre semana, eso sí. Hago deportes de aventura (excepto escalada): barranquismo, rafting, submarinismo, también esquío... y para subir un río la Pedriza está bien.

10. Feria del Libro y del Libro Antiguo. Para mí, un libro le gana a todo. Simplemente tocarlos, hojearlos, decidir cuál voy a leer, cuáles voy a regalar… Ves que la cultura está viva. Como en Matadero, que es un sitio que ni Berlín ni Nueva York. Hay que cuidarlo porque es espectacular. Y no solo por el teatro: el espacio bulle cultura. Como lo privaticen es para matar a alguien (Plaza de Legazpi, 8).