Las obras del Parque Central, para final de año

La primera fase de las obras del Parque Central de Valencia podrán adjudicarse el último trimestre del año, barajó ayer el concejal delegado de Urbanismo, Alfonso Novo. El Consistorio convalidó el Programa de Actuación Integrada (PAI) del Parque, que afronta su aprobación definitiva en el pleno de finales de junio. “Podemos estar en situación de que las máquinas entren a ejecutar el plan entre octubre y noviembre”, añadió el vicealcalde Alfonso Grau.

Esta fase, presupuestada en 23 millones de euros, se encargará de las obras de urbanización del lado de Russafa-Malilla.

El programa se aprobó con los únicos votos favorables del PP. Los tres grupos de la oposición —PSPV, Compromís y EU— votaron en contra porque el Gobierno local rechazó la práctica totalidad de sus alegaciones.

El socialista Vicent Sarrià insistió en que el proyecto es insuficiente porque deja de lado lo que era el objetivo de la operación, y es la eliminación de la barrera ferroviaria del centro de la capital. “Esta ejecución parcial solo se explica por la visión electoralista de poner la primera piedra hipotecando el futuro de la operación”, agregó Sarrià.

Amadeu Sanchis, portavoz de EU en el Consistorio, lamentó que uno de los pocos asuntos urbanísticos de Valencia que contaba con el respaldo unánime de todos los grupos políticos del Ayuntamiento haya evolucionado del sí al no “porque es un proyecto abandonado por parte del Gobierno y de la Generalitat”.

Para el portavoz de Compromís, Joan Ribó, el nuevo PAI es una excusa para esconder el retraso que arrastra el Parque Central, que continuará sin hacerse por la falta de reivindicación desde Valencia y, más concretamente de la alcaldesa Rita Barberá.

La Comisión de Urbanismo fue informada también de la aprobación definitiva por parte de la Consejería de Territorio de la ampliación del Palacio de Congresos de Valencia a pesar de que el vicealcalde Grau dijo que se queda guardado en un cajón hasta que haya mejores perspectivas económicas. La oposición criticó que el proyecto salga adelante sin los preceptivos informes de movilidad y estudio acústico. “No nos vale que el Ayuntamiento nos diga que va al cajón. Es un proyecto lleno de contradicciones”, dijo Sanchis.