“Somos la Guardia Civil, hemos venido a sacarte de aquí”

La Guardia Civil ha divulgado un vídeo del rescate del empresario gallego del sector de la madera secuestrado en Lalín (Pontevedra) durante cinco días. En las imágenes se puede ver al hombre muy desorientado cuando lo encontraron los agentes. La víctima fue hallada en un pequeño habitáculo de dos metros por uno destinado a la ceba de cerdos, en cuyo interior había un colchón y, al lado, un espacio de apenas diez centímetros con serrín. En el momento de hallarlo, la temperatura en el habitáculo era de 6,5 grados centígrados, y el hombre estaba descalzo y con una capucha, por lo que estaba totalmente desorientado.

Lo primero que le dijeron los agentes era si le echaban "una mano para salir", por lo que procedió a calzarse y le explicaron que eran "de la Guardia Civil" y que cuando terminase le ayudarían. "Hemos venido a sacarte de aquí", dijeron los agentes, a lo que él preguntó: "¿Dónde estoy?". "Ahora verás dónde estás, te tienen aquí escondido", le dijeron los agentes y él respondió: "Pero dónde. En qué lugar". Seguidamente le explicaron que era "en Lalín, cerca de Lalín". Sollozaba mientras se ataba los zapatos antes de exclamar "Jesús", aún desorientado intentando guardar algo en uno de sus bolsillos mientras los agentes le pedían que saliese: "Venga, vamos, ya está, cuidado con la cabeza".

Los ocho detenidos por el secuestro tendrán que acudir nuevamente al juzgado para volver a ser interrogados y ratificar susituación procesal tras el levantamiento del secreto de sumario. Los detenidos saldrán de la cárcel de Teixeiro y se desplazarán a Betanzos, a la espera de despejar todas las incógnitas que aún rodean el caso y entre las que cobra especial relevancia cuál fue el motivo que llevó a los supuestos cabecillas, los hermanos Jesús y José Manuel M., naturales de Boimorto, a "planear con antelación" y llevar a cabo finalmente el secuestro de este maderero.

Fuentes próximas a la investigación consultadas por Europa Press insisten en que el móvil económico está ratificado, toda vez que los secuestradores pedían un rescate de 70.000 euros bajo amenaza de "matar" e incluso de "amputarle" partes del cuerpo si la familia no aportaba ese dinero. Al tiempo, descartan "deudas" del secuestrado o de su familia con sus captores, aunque otras fuentes señalan que puede haber "algo más" que el rescate como detonante de la elección de este empresario y apuntan a la revisión de las operaciones de su empresa familiar. Aunque se indaga en la conexión con el maderero, todas las fuentes consultadas rechazan que hubiese alguna "deuda" pendiente de saldar con los captores.  También está pendiente de aclarar cuál fue el papel que jugó cada captor. Así, aunque los investigadores dan por hecho, a raíz de los indicios previos y de las declaraciones que hasta ahora permanecían bajo secreto de sumario, que el cerebro de la operación fue Jesús M., ayudado por su hermano, se busca concretar el grado de participación del resto de los detenidos.