Una tienda del barrio organiza la primera edición de este peludo concurso
El concurso consta de las siguientes pruebas: comerse un polvorón, beber cerveza (el jurado valorará la espuma que se quede en el bigote) y dar un beso (en la mejilla, ojo) a las miembros del jurado.En la imagen, concursantes contestando las preguntas del jurado.KIKE PARASe ven barbas de todo tipo: compactas, asilvestradas, bien definidas, incluso tímidas. En la imagen, concursantes en la prueba de polvorones.KIKE PARAEl concurso transcurre entre cañas que desaparecen en segundos filtradas por espesos bigotes y migas de polvorón que se resisten a ser vencidas por el influjo de la gravedad. En la imagen, el ambiente en la tienda, uno de los concursantes convenciendo al jurado.KIKE PARAUn concursante en la prueba de los polvorones.KIKE PARAUn concursante convenciendo al jurado de que su barba es la mejor.KIKE PARAUna vez han pasado los 17 candidatos por el riguroso examen de las tres féminas, el jurado se reúne a deliberar. Para calmar la tensión, público y participantes se relajan tomando una caña en el bar de enfrente.KIKE PARAEl ganador es Iván Casado, de 35 años, con una larga barba vertical, gafas de sol redondas, brazos completamente tatuados y una camisa de esqueletos. Llevo con la barba dos años y dos meses En la imagen, el vencedor de la prueba.KIEK PARALos premios: vales para comprar ropa en la propia tienda, zapatillas deportivas, entradas para un partido de la Euroliga de baloncesto, botellas de Möet & Chandon y hasta un arreglo de la barba en la cercana Peluquería Urbano. En la imagen, el tercer premiado.KIKE PARA
