La operación policial parte de una denuncia de los dueños del terreno, la Junta de Compensación de Valdecarros por "ocupación ilegal". Valdecarros es un desarrollo urbanístico en el que se iban a levantar 50.000 viviendas, paralizado por la crisis desde 2009. En la imagen, los habitantes de una de las viviendas sacan sus pertenencias.CARLOS ROSILLOAgentes de policía - un grupo de antidisturbios en 16 furgones policiales, caballería y un helicóptero que han acompañado a las excavadoras- han pasado toda la mañana allí para desalojar y derribar seis viviendas. En la foto, una mujer presencia la operación en el poblado.CARLOS ROSILLOVoluntarios de la parroquia de Santo Domingo de la Calzada y de San Carlos Borromeo se han atrincherado en el poblado con los afectados para intentar evitar la actuación. En la foto, los agentes ordenan el desalojo de una de las viviendas. El dueño saca los muebles de su casa minutos antes de ser derrumbada.CARLOS ROSILLOSolo una de las seis familias ha aceptado la ayuda "de urgencia", según un portavoz del área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento. Consiste en hasta siete noches de alojamiento pagadas y la opción de entrar en un programa de reinserción. "El hotel está muy lejos, no tengo dinero para ir, mejor me quedo con mis padres", descarta uno de los afectados, Catalin. En la foto, una vecina habla por teléfono mientras la policía derriba las viviendas.CARLOS ROSILLOEl Ayuntamiento de Madrid ha reclamado que El Gallinero se incluya en el plan de actuación previsto para solucionar el problema de la Cañada Real. El vicepresidente regional, Ignacio González, dejó esa opción fuera la semana pasada. En la foto, los vecinos trasladan muebles de las casas.CARLOS ROSILLOEn el Gallinero habita un centenar de familias de gitanos rumanos. Se formó en 2007, tras el cierre de un campo cercano para sin papeles rumanos cuando su país entró en la Unión Europea. Hay 140 niños menores de tres años, según las estimaciones de los voluntarios de Santo Domingo de la Calzada. En la foto, despliegue policial esta mañana en El Gallinero.CARLOS ROSILLOPatricia Fernández, abogada de San Carlos Borromeo, asegura que son nueve y no seis las chabolas derribadas porque cuatro estaban juntas. "Esta operación no tiene nada que ver con drogas ni con robo de cable", señala sobre el terreno Fernández. Parte de los habitantes del poblado sobreviven gracias al robo de cobre. En la foto, acumulación de muebles en El Gallinero.CARLOS ROSILLOLos servicios jurídicos de la parroquia de Carlos Borromeo van a recurrir las órdenes de desalojo por vulneración de derechos humanos y por que se han producido "sin dar audiencia a los interesados", según la abogada. En la foto, la pala de la excavadora, en los derribos de El Gallinero.CARLOS ROSILLOLa operación, que ha durado toda la mañana, se ha desarrollado sin incidentes. Los voluntarios de las parroquias aseguran que "nunca" se había producido un derribo así en la zona. En la foto, un vecino contempla desde su casa los derribos, en presencia de un agente antidisturbios.CARLOS ROSILLOUn policía antidisturbios, ante una de las viviendas.CARLOS ROSILLOPara la concejal socialista Carmen Sánchez Carazo, que ha acudido al poblado, "el Ayuntamiento sabía con tiempo que se iba a desalojar las chabolas y no ha previsto ninguna acción para los niños de estas familias que están escolarizados". En la foto, unos vecinos retiran objetos de su vivienda, ante la presencia de los agentes de la policía.CARLOS ROSILLOPatricia Fernández, abogada de San Carlos Borromeo, habla con los policías para intentar que le muestren las órdenes. Son dos autos. Uno de ellos, del Juzgado de Instrucción número 36, alude a una "ocupación ilegal" y acuerda "el desalojo" de los terrenos. No sale ni una vez la palabra "derribo" en el papel judicial, recalcan los voluntarios, que aseguran que es la primera vez que se tiran abajo chabolas por una actuación de los propietarios.CARLOS ROSILLO"La gente tiene muchísimo miedo", ha denunciado la secretaria de Políticas Sociales del PSM, Carmen Sánchez, que si bien reconoce que los asentamientos son "ilegales", ha recordado que es una zona con más de 300 niños y ha considerado que estas cosas "hay que hacerlas salvaguardando los derechos de las personas, con una previsión". En la foto, excavadora tira una de las chabolas.CARLOS ROSILLOHacía dos años que las máquinas excavadoras no entraban en la zona más mísera de la Cañada Real Galiana. En la foto, imagen del poblado, con la excavadora al fondo.CARLOS ROSILLO
