El museo del futuro está en Valencia

El edificio, por sí solo, ya tiene un valor patrimonial que invita a entrar: un monasterio del siglo XIII rehabilitado que reúne un claustro gótico y un claustro renacentista, con una escalera barroca, ruinas islámicas y una sala neoclásica, alberga el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC), sede del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y su principal acelerador cultural.

Antes de cerrar el balance de este año, el CCCC ya ha recibido 280.365 visitantes, superando el total anual de visitas alcanzado en 2015, 2016, 2017, 2020 y 2021. Prácticamente la mitad de quienes acuden son menores de 30 años, y no solo llegan atraídos por sus siete salas de exposiciones –siempre a pleno rendimiento– sino por las actividades ofrecidas en paralelo por la institución: conciertos, artes escénicas, presentaciones de libros, performances y las últimas expresiones artísticas del momento.

José Luis Pérez Pont, director tanto del Consorci de Museus como del Centre del Carme, atribuye el éxito a un “trabajo de seis años y medio enfocado a convertir el centro de arte en un espacio de vida cotidiana, a la vez que un laboratorio donde experimentamos nuevos formatos culturales”. Según él, en muchas ocasiones el público llega sin haber consultado la programación, pero con la seguridad de encontrar una oferta expositiva intensa y cambiante, además de una nutrida agenda de actividades. “La magia del centro consiste en activar de manera constante estímulos y experiencias culturales que permiten conectar con cada persona, según sus gustos y necesidades, porque tenemos proyectos para bebés y familias, para la infancia, para jóvenes, pero también para seniors”, comenta Pérez Pont.

La ciudadanía se sabe parte del museo, porque pueden proponer proyectos que el Centre del Carme va a respaldar si rebosan talento

José Luis Pérez Pont, director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y del Centre del Carme Cultura Contemporània

El modelo de gestión del Centre del Carme rompe con un viejo concepto concéntrico: solo quien dirige o un pequeño grupo tiene las ideas y valida cada acción. Nada que ver. Hay convocatorias públicas de proyectos con jurados independientes que se encargan de seleccionar, porque la institución está abierta a propuestas de creadores, comisarios, colectivos e iniciativas sociales. “Creo que sentirse interpelados forma parte del éxito”, dice Pérez Pont. “Que ciudadanía y asociaciones sean parte de lo que está sucediendo es importante, porque en cualquier momento pueden ser quienes propongan iniciativas que la institución va a respaldar, aspirando siempre a la excelencia”.

Protagonismo del diseño en su año especial

Este 2022 es el año de Valencia como Capital Mundial del Diseño, y el CCCC ha nutrido con seis exposiciones la programación de su capitalidad. Uno de los platos fuertes se puede visitar hasta el 16 de abril del año próximo: Jaime Hayón: InfinitaMente, la primera gran retrospectiva sobre la obra del Premio Nacional de Diseño 2021 celebrada en España. En los amplios espacios de las salas Ferreres y Goerlich, una profunda revisión de cada faceta del artista presenta desde sus esculturas, pinturas de gran formato y trabajos en cristal hasta las piezas de mobiliario y objetos producidos a lo largo de veinte años por Hayon Studio. También recoge sus exposiciones anteriores por el mundo, como la instalación Mediterranean Digital Baroque, reproduciendo su exhibición de la galería londinense David Gill en 2003, y Masquemask, colección de enormes máscaras-tapiz que se vio en 2019 en el Lodz Design Museum (Polonia). Este esfuerzo hace de la exposición una cita imprescindible para entender el diseño de hoy.

Cerrando la programación del año dedicada al diseño, esta vez con el foco en la vida doméstica, Escenarios de un futuro cercano se inauguró el 23 de noviembre y podrá visitarse hasta el 19 de marzo de 2023 en la sala Carlos Pérez. Distintas empresas y profesionales del diseño y la arquitectura ponen en común esta indagación, comisariada por la especialista Tachy Mora, sobre el espacio más íntimo que habita el ser humano, su vivienda, para abrirla al futuro. Se verán los cambios anticipados por grandes figuras del diseño que, en los últimos años, los avances tecnológicos y las transformaciones del hábitat impuestos por la pandemia han acelerado. La muestra empezó a fraguarse pasada la emergencia inicial y los confinamientos más restrictivos, lo que dio una especial madurez a su enfoque.

Humanismo y medio ambiente, entre los objetivos

La versatilidad del Centre del Carme bebe de distintas fuentes. Un centro de cultura contemporánea en su sentido más amplio –y estrechamente ligado a la sociedad valenciana– no podía dejar pasar el Any Joan Fuster, centenario del nacimiento del humanista, sin participar en las actividades promovidas por la Generalitat Valenciana. El legado del pensador valencianista se recoge hasta el 19 de marzo de 2023 en Joan Fuster en el seu temps, que expone obras de arte, fotografías, libros, revistas y documentos particularmente valiosos, porque proceden de los fondos que él mismo reunió en vida y ahora custodia el Espai Joan Fuster de Sueca (Valencia), el municipio donde tuvo su domicilio particular, hoy convertido en casa-museo.

En su afán por ofrecer información y respuestas al mayor número de inquietudes importantes para la ciudadanía, varias exposiciones del Centre del Carme versan sobre temáticas sociales, logrando una alta repercusión. Lo demostró el éxito de Emergency on Planet Earth, con más de 90.000 visitantes entre marzo y septiembre de este 2022, al presentar a través del arte urbano instalaciones de grandes dimensiones en 12 espacios dedicados a otras tantas urgencias medioambientales.

En muchas ocasiones los públicos acuden sin haber consultado la programación, porque saben que en el CCCC encontrarán variedad en las exposiciones y una nutrida agenda de actividades.

Explica Pérez Pont que el Centre del Carme cuestiona las fórmulas tradicionales de una institución cultural a todos los niveles, con el objetivo de “formular ese formato al que se aspira, y que nosotros ya estamos poniendo en práctica: el museo como espacio de vida cotidiana, museo permeable, de los afectos…. Otra manera de hacer las cosas que a veces se concreta en aspectos intangibles, como la manera de relacionarse con los públicos sin que se sientan bajo sospecha por una vigilancia mal gestionada, sino recibiendo un trato amable”, concluye el director.