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Un juez bloquea las cuentas de Starlink en Brasil en un pulso con Musk sobre la suspensión de perfiles en X

El magistrado Moraes, del Supremo brasileño, amenaza con cerrar la red social ante los incumplimientos del magnate

El multimillonario Elon Musk, propietario de X y de Starlink, el pasado mayo en una conferencia en Beverly Hills, en Estados Unidos.
El multimillonario Elon Musk, propietario de X y de Starlink, el pasado mayo en una conferencia en Beverly Hills, en Estados Unidos.Apu Gomes (Getty Images)
Naiara Galarraga Gortázar

El pulso entre el juez más poderoso de Brasil y Elon Musk a cuenta del bloqueo de cuentas de usuarios de X, red que el magistrado amenaza con cerrar, se eleva varios grado más. Ya no afecta solo a la red social, sino también a Starlink, que triunfa en muchos rincones aislados de este país gigante con su servicio de internet por satélite. Las cuentas de Starlink han sido bloqueadas por orden del juez Alexandre de Moraes como parte del pleito en el que ambos están enzarzados desde hace meses. Además, este jueves a las 20.07 hora local ha vencido el plazo de 24 horas que el magistrado le dio al multimillonario para que X nombrara un representante legal en Brasil bajo amenaza de cerrar el servicio, que cuenta con 22 millones de usuarios brasileños. Musk le ha respondido en un tuit: “Este tipo @alexandre es un criminal de la peor calaña disfrazado de juez”.

Minutos después de vencer el plazo dado por el magistrado sin que X nombrara representante, Elon Musk, #RipTwitter, y 20h07 eran tendencia en la tuitosfera brasileña. También triunfaban Xandão, el apodo con el que el magistrado Moraes es conocido, y Bluesky, la red a la que parte de los nostálgicos de Twitter se están mudando en las últimas horas.

Este viernes X funciona con normalidad. Pero más allá de los tuits, las tendencias y las risas, el juez y el magnate libran un pulso formidable sobre los límites de a libertad de expresión y cómo combatir la desinformación que inunda las redes y tiene un creciente impacto político. Luego está el trasfondo polarizado de Brasil, con Moraes como el defensor por antonomasia de la democracia ante los embates golpistas del bolsonarismo, con el que Musk se ha alineado abiertamente. Y como guinda, una innegable batalla de egos.

Starlink tiene 215.000 clientes en Brasil, tres veces más que hace un año. La compañía considera que el juez no ha respetado el proceso, ha criticado que la decisión de congelarle las cuentas se haya tomado en secreto y sin poder exponer sus argumentos. Ha anunciado que recurrirá ante los tribunales. Por el momento, no puede hacer transacciones en Brasil. Starlink ha escrito este jueves a su clientela para avisarle de que si es necesario, les “ofrecerá el servicio gratis”.

El bloqueo de las cuentas de Starlink es consecuencia de la negativa de X de cumplir la orden del juez Moraes de suspender las cuentas de seis usuarios de la órbita bolsonarista, incluidos un diputado y una adolescente. Para Musk esa decisión es pura censura. Y por eso fue incumplida. Ante esa postura, el juez lanzó un órdago: amenazó con detener a la representante legal de la empresa. El magnate respondió con otro: despidió a todos sus empleados en Brasil y de un día para otro cerró las operaciones en la primera economía latinoamericana. Sin un profesional que represente los intereses de una firma, las autoridades locales no tienen a quién comunicar sus decisiones. Una estrategia que Telegram también usó en Brasil tiempo atrás.

La decisión congelar las cuentas de Strarlink es para el juez la manera de asegurarse de que X paga una multa diaria de más de un millón de reales impuesta por desobedecer decisiones previas.

El presidente de la república, Luiz Inácio lula da Silva, ha terciado este viernes en la polémica. “Pero, ¿quién se cree que es?”, se ha quejado en una entrevista antes de recalcar que “como cualquiera que invierte en Brasil tiene que cumplir la Constitución, las leyes brasileñas y las decisiones del Tribunal Supremo”.

Hace unos meses, el juez Moraes incluyó al magnate sudafricano como investigado en un caso que lleva desde hace años contra las milicias digitales del bolsonarismo, pero no ha adoptado ninguna otra medida concreta sobre Musk.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).
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