Jonathan Mishaan: el promotor de la inclusión financiera de los excluidos del crédito formal

Cuando Jonathan Mishaan (Bogotá, 40 años) regresó a Colombia, en 2012, y montó su primer emprendimiento –una empresa que ayudaba a invertir los recursos de patrimonios de compañías o familias de manera activa–, se dio cuenta de la alta exclusión financiera que había en el país. Por un lado, ese fenómeno llevaba a los colombianos de escasos recursos a recurrir al crédito y endeudamiento informal con los peligros que ello implica; por el otro, frenaba el desarrollo económico de Colombia: “Si no hay un crédito accesible para todos, la capacidad de crear negocios o empresas así sean pequeñas también se reduce. En esa pequeña y mediana economía también se encuentra el desarrollo del país”, dice.

Mishaan llevaba 10 años fuera de Colombia. Había terminado el colegio en Estados Unidos y luego había estudiado en Babson College (Massachusetts), la escuela de negocios y emprendimiento más prestigiosa de ese país. En 2006, con 22 años, había entrado a JP Morgan como gestor de activos. Tras tres años en la prestigiosa entidad financiera, había viajado a España a estudiar un MBA en el Instituto de Empresa de Madrid. Al graduarse de su postgrado decidió regresar a Colombia. “Hubiera sido más fácil quedarme en Estados Unidos, pero en Babson te inculcan la pasión por el emprendimiento y eso era lo que quería hacer: volver al país para contribuir a su desarrollo. Además, mi familia estaba aquí y eso también jalaba”, recuerda.

En 2013, Mishaan y sus hermanos Moris y Andrés crearon Excel Credit con la idea de permitir que personas excluidas del crédito formal tuvieran oportunidades crediticias. Por ello, la empresa presta dinero a pensionados y empleados mediante la modalidad de libranza. Empezar un emprendimiento como estos no es fácil, principalmente porque se necesita un importante capital, que consiguieron gracias a su padre, Alberto Mishaan, y amigos que confiaron en el proyecto.

Al mando de Jonathan Mishaan, en 11 años Excel Credit ha logrado llegar a casi a todos los municipios del país gracias a la herramienta digital Digicredito (también tienen 29 oficinas físicas), y ha prestado casi dos billones de pesos a cerca de 100.000 familias, en su mayoría pertenecientes a los estratos 1, 2 y 3, y a personas de la tercera edad.

Recientemente, innovaron en una operación crediticia poco común en Colombia que promueve la inclusión financiera: emitieron 35.000 millones de pesos en bonos de deuda social para prestarles a personas de estratos 1 y 2 con salarios inferiores a 3 millones de pesos para que inviertan en proyectos productivos o en educación.

Otra particularidad de esta emisión de bonos es que una buena parte fueron adquiridos por personas naturales que invirtieron tan solo 1 millón de pesos. Para Mishaan, esta operación fue un doble triunfo para Excel Crédito: “La emisión que hicimos no solo democratiza el crédito para inversión en proyectos productivos, sino también la inversión en capitales, permitiéndoles a pequeños inversionistas obtener ganancias en un mercado que se piensa está reservado para empresas con grandes capitales. Esta doble democratización aporta muchísimo al desarrollo del país”.

Históricamente, la inclusión financiera ha sido una de esas barreras infranqueables con las que se ha topado el desarrollo económico en Colombia, en parte, porque en una economía con altos niveles de informalidad e inestabilidad laboral, prestar dinero es bastante arriesgado. La iniciativa de Jonathan Mishaan y sus hermanos ayuda a superar ese obstáculo.

Actualmente, Excel Credit está a punto de dar otro importante paso, por el que Mishaan y su equipo llevan tres años trabajando: pasar a ser una compañía de financiamiento regulada. “En noviembre del año pasado nos dieron la licencia de constitución, y el próximo año esperamos la licencia de funcionamiento para empezar a operar como una entidad regulada, y seguir ofreciendo los mejores servicios financieros, con el cliente en el centro de la experiencia”, dice.