De informante a directivo: el veloz ascenso de Wilmar Mejía, el hombre de inteligencia acusado de nexos con las disidencias de Calarcá
Los documentos incautados a la estructura del disidente mencionan al jefe de operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia en planes para entregar información reservada y crear una empresa de seguridad fachada


Hasta hace una semana, el nombre Wilmar de Jesús Mejía pasaba desapercibido en los círculos mediáticos y de poder de Colombia. Ya no es así. El director de operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), una de las dependencias más poderosas del Estado y más cercanas a la Casa de Nariño, ha sido mencionado en las revelaciones periodísticas que expusieron la relación entre las disidencias de las FARC al mando de Alexander Díaz, alias Calarcá Córdoba, con altos mandos del Estado. En mensajes incautados a miembros de ese grupo ilegal, el también delegado del presidente Gustavo Petro en el Consejo Superior de la Universidad de Antioquia aparece como una figura clave para planear la creación de una empresa de seguridad fachada que permitiera a la disidencia obtener armas legalmente cuando el proceso de paz con el Gobierno fracasara. Licenciado en Educación Física y sin formación en seguridad o inteligencia, Mejía explica que en dos años pasó de ser un informante a un directivo de una de las entidades más sensibles para la seguridad del país.
En la investigación de Noticias Caracol —que incluye audios, entrevistas e imágenes de los equipos incautados—, Mejía aparece señalado de haber entregado información sensible sobre movimientos de la Fuerza Pública para facilitar que la disidencia evadiera sus operativos y se expandiera en varias regiones del país. Los documentos indican que supuestamente tuvo reuniones con comandantes de la estructura en Venezuela en compañía del general retirado Juan Miguel Huertas, jefe de Comando de Personal del Ejército que el presidente reincorporó en agosto, y presunto impulsor de la idea de crear la empresa fachada.
Mejía, de 51 años y nacido en Medellín, ha dicho que, además de la carrera para ser profesor, tiene lo que llamó un “currículo oculto” en Administración deportiva, y que esa formación más sólida le sirve en su trabajo actual. Sin experiencia previa en el ramo, llegó a la DNI en 2024 como agente de inteligencia. Luego pasó a contrainteligencia y, en febrero de este año, fue ascendido al cargo de director de operaciones por el director, Jorge Lemus, un antiguo compañero de armas de Petro en la guerrilla del M-19. “Un agente de inteligencia puede ser bachiller, tecnólogo, un profesional o un técnico. Ese es mi caso. La formación en investigación e inteligencia se aprende al interior de la entidad”, ha defendido Mejía en una entrevista con W Radio, ante las preguntas por su falta de formación en el área.
Antes de ese paso, Mejía era conocido en los círculos políticos antioqueños, primero como líder estudiantil en su alma mater y luego, en 2015, como gerente de campaña a la Asamblea de Hernán Darío Torres, un diputado liberal cercano al luego senador Julián Bedoya, a su vez aliado de Petro. Luego, en 2020, Mejía fue contratista de la Alcaldía de Itagüí, un municipio conurbado con Medellín, con el mandato del conservador Diego Torres. Y en 2024, Petro lo designó como su representante en el Consejo Superior Universitario de la Universidad de Antioquia, la institución de donde es egresado y la segunda de carácter público más importante del país. Desde esa posición ha participado en debates sobre la difícil situación financiera de la universidad y en las discusiones previas al proceso de elección de rector, un periodo marcado por tensiones entre la Gobernación, el Ministerio de Educación y la comunidad universitaria.
Tras el escándalo desatado por la investigación de Noticias Caracol, el actual gobernador y opositor al Gobierno, Andrés Julián Rendón, ha pedido su destitución de la universidad. Incluso ha dicho, públicamente y sin aportar pruebas, que Mejía aprovecha ese poder para ayudar a criminales. “Operaba redes guerrilleras dentro de la Universidad de Antioquia. No era un representante neutral: era un articulador de células que favorecían los intereses de una estructura criminal”, dijo el político a Caracol Radio. En medio de sus acusaciones y el escándalo, Mejía no asistió a la última reunión de la institución en Medellín. La casa de estudios no se ha pronunciado públicamente por el caso.
Sobre los motivos de su fulgurante ascenso en la DNI, Mejía ha dicho que obedecen a sus “buenos accesos y buena información”. Sin una hoja de vida pública que el país pueda consultar, explica que tenía acceso a información sobre las Fuerzas Militares. “Soy una persona que ha generado confianza en los demás en toda su trayectoria”, dijo a W Radio, en la entrevista, en la que también admitió que llegó a tener información clave sobre “servidores públicos, Fuerzas Militares y Policía que estaban inmersos en corrupción institucional”. Sin entrar en detalles sobre su supuesta relación con las disidencias de las FARC o sus visitas secretas a Venezuela, señaló en la emisora que “tenía la capacidad de acceder a información muy privilegiada que le permitía estar en sitios privilegiados en modo, tiempo y lugar”.
El director de operaciones del DNI explica que lo llaman El Chulo, como revela Noticias Caracol, por sus vínculos con militares, conocidos despectivamente como “chulos” en algunos ámbitos. Enfático en negar sus vínculos con el grupo ilegal, dice que nunca ha hablado con Calarcá, y que tampoco ha viajado a Venezuela. Asegura que las acusaciones son un montaje contra el Gobierno y argumenta que hace 20 años fue víctima de amenazas por las FARC, el grupo del que se desprendieron las disidencias.
“Conocí a Petro por mis luchas estudiantiles en alguna marcha en los dos mil″, dice, y confirma que conoce al general Huertas y que le recomendó personalmente al presidente el reintegro del oficial, retirado del servicio por el Gobierno del presidente conservador Iván Duque. “Yo aporté su dossier de resultados y operaciones. Que eso haya contribuido para que el tomador de decisiones lo reintegrara, podría decirse que sí”, afirma sobre un oficial que, en todo caso, apoyó públicamente la campaña presidencial de Petro en 2022.
De hecho, a las acusaciones de ser aliado de los disidentes, las fuentes de Noticias Caracol suman la acusación de que Mejía incidió en la salida de varios oficiales de inteligencia militar, en una reestructuración que, de acuerdo con ellas, debilitó la capacidad de las instituciones. El director de operaciones del DNI ha reconocido que, antes de llegar a la entidad, gestionaba “informaciones” con la Casa de Nariño y con el entonces ministro de Defensa, Iván Velásquez, sin tener un cargo público. “Simplemente le compartí informaciones (…) de oficiales que posiblemente estuvieran incursos en actividades ilícitas”, contestó en la entrevista radial. “Era un informante”, resume.
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