Francia Márquez enfrenta su peor crisis política

Francia Márquez, la lideresa ambiental colombiana que se convirtió en 2022 en la primera mujer afro en ocupar la vicepresidencia de la República, pasa sus ratos más amargos en la política. En menos de un mes, el presidente Gustavo Petro la apartó de su cargo como ministra de la Igualdad, la cartera que ella misma había propuesto y creado, y el Consejo de Estado confirmó que Soy Porque Somos, el partido político que ella fundó en 2021, ha quedado sin personería jurídica. Por los mismos días, Márquez renunció al Proceso de Comunidades Negras, el movimiento social afro más importante del país y donde gestó gran parte de su carrera pública. Algunos de sus amigos señalan que ha sido traicionada por sus aliados; otros, que fueron sus simpatizantes, la califican por estos días como soberbia. Márquez, en busca de un nuevo rumbo político, no desaprovecha la oportunidad para lanzar críticas al Gobierno al que pertenece.

El golpe más reciente, la anulación de la condición de partido de Soy Porque Somos, debido a que en las elecciones de 2022 no cumplió con el umbral mínimo de votación para tener esa capacidad. Es una decisión “que respetamos, pero no compartimos”, dice un comunicado de la colectividad publicado este miércoles, en el que promete “hacer todas las acciones legales pertinentes para recuperar la personería jurídica”. Dicen, por ejemplo, que se les violó el debido proceso en el caso judicial. Pero, a un año de las elecciones legislativas, la colectividad tiene el tiempo en contra. Si no logra recuperar la personería pronto, Márquez quedaría en un lugar incómodo para competir: tendría que buscar cobijo en los partidos que buscan cohesionarse alrededor de Petro y su Pacto Histórico, justo cuando la relación entre vicepresidenta y presidente está helada.

Las tensiones entre los dos líderes no son nuevas, pero se acentuaron en febrero, cuando la entonces ministra de Igualdad tomó la palabra en el primer Consejo de Ministros televisado para mostrar su inconformismo con el Ejecutivo. Criticó el manejo de la seguridad, los escándalos de corrupción y la presencia de Armando Benedetti, un político que ha saltado por varios gobiernos de derecha, en el Gabinete. “Tal vez esto me cueste quién sabe qué”, dijo en ese momento.

El costo fue casi inmediato: pocos días después, Petro la sacó del Ministerio y puso allí a un viejo aliado de esta, el líder afrocolombiano Carlos Rosero. “El nombramiento nos tomó por sorpresa. Pensamos que era algo acordado con Francia”, dice una persona que trabajó el año pasado en la vicepresidencia. “Pero con los días nos dimos cuenta de que a ella le hicieron una zancadilla desde adentro: nunca le aprobaban los fondos para sus programas en el ministerio y vimos que Carlos la traicionó”, añade.

Tres aliados de Márquez coinciden en que dos hechos dejan en evidencia que ella y Rosero, viejos amigos, están en proceso de divorcio. Primero, que Márquez renunciara al Proceso de Comunidades Negras (PCN), donde conoció a Rosero, uno de los fundadores. Segundo, que pocos días después de asumir como ministro, este nombrara como viceministro de Diversidades a una persona a quien Márquez se había negado a llevar a la cartera. El propio Petro había ofrecido ese cargo a Juan Carlos Florián, un activista LGBTI, en 2023, pero Márquez evitó designarlo.

“Se nota que Petro puso a una persona que sí le hace caso. No como Francia, que fue elegida y a la que Petro no puede mandar igual”, dice Ariel Palacios, director de Soy Porque Somos. Para Palacios, la decisión del Consejo de Estado es “un golpe a la democracia”, porque su partido representa a muchas comunidades afrocolombianas. Sin embargo, reconoce que la división entre Rosero y Márquez golpea en la práctica a la colectividad, porque muchos de sus miembros también lo son de PCN. “Sin duda esto revierte en el partido político”, afirma.

La vicepresidenta, entre tanto, muestra una postura política propia. Sigue ondeando las banderas del cambio, como Petro, pero en sus discursos se aparta de algunas decisiones del Ejecutivo. El pasado 18 de marzo, cuando el presidente convocó a sus seguidores a marchar en defensa de la reforma laboral hundida por el Congreso, Márquez se sumó al llamado. En Cali, la capital del suroccidente del país, defendió las reformas sociales, pero aprovechó fue más allá. “Tengo que decir que hay gente que llegó al Gobierno a dañar lo que ustedes construyeron”, dijo en la plaza pública.

Días después, en entrevista con Noticias RCN, señaló a la canciller y mano derecha del presidente, Laura Sarabia. Dijo que este, cuando trabajaba en la Presidencia, bloqueaba los nombramientos que ella quería hacer en el Ministerio de Igualdad. “Era una forma de bloquearme en el Gobierno, para no mostrar resultados rápidos”, dijo. La cartera enfrenta una profunda crisis: la Corte Constitucional declaró ilegal su creación por problemas de forma, y aunque dio un plazo hasta agosto de 2026 para que el Gobierno tramite otra ley de creación, Petro no ha presentado el proyecto. Además, en 2024 ejecutó menos del 3% de su presupuesto y dos denuncias de acoso sexual desatendidas por el Ministerio afectan su legitimidad. La viceministra de la Mujer confirmó a este diario que, aunque el Ministerio asesora la creación de protocolos para atender casos de violencias basadas en género en otras entidades, no lo ha implementado el propio.

La vicepresidenta puede haber perdido a Rosero y a PCN, pero mantiene otros aliados. Cha Dorina Hernández, la única representante en el legislativo de Soy Porque Somos, dijo a W Radio que exigirle a Márquez altas cifras de ejecución, era “injusto”, pues “asumió esa cartera de cero”. Una persona que trabajó con Márquez en esa cartera cree que la vicepresidenta ha ganado autonomía y visibilidad: “Yo siento que ella se está liberando, está saliendo a decir lo que realmente piensa”.

Otros, antiguos simpatizantes, son más críticos. “La soberbia de Francia y lo mal que se ha rodeado son, en mi opinión, las causas principales de que las cosas hayan salido tan mal”, dice una persona que trabajó con ella en PCN. Otros resaltan su terquedad. Velia Vidal, escritora afrocolombiana y gestora cultural que ha promovido la lectura en el Pacífico colombiano, reveló este miércoles en una columna que Márquez la llamó a gritarle e insultarle, luego de no le gustó un trino de la artista sobre el uso de un espacio público. “Todavía me cuesta creerlo, pero fue así. Ese día, durante ocho minutos, recibí gritos de parte de la vicepresidenta”, escribe.

Ariel Palacios, de Soy Porque Somos, se mantiene optimista en el peor momento político de Márquez. “En la política uno es como un jugador de fútbol, que se cae y se levanta una y otra vez, la rodilla le va cambiando y empieza a fortalecerse”, dice. “En lo turbia que es la política, Francia Márquez va aprendiendo, entiende que quienes son amigos no lo son tanto, y que los enemigos no siempre lo son”. Francia Márquez está en su peor momento político, y de este puede hundirse, o transformarse.