La segunda masacre de 2025 en Colombia: asesinados una pareja y su bebé en Tibú
Un niño de 10 años, hijo del matrimonio López, dueños de una funeraria en el Catatumbo, sobrevivió al ataque
El 15 de enero marca otro día negro en Colombia. Una pareja y su bebé de pocos meses de nacido fueron tiroteados en la noche de este miércoles por varios hombres en moto cuando se movilizaban en un vehículo por las calles de Tibú, municipio del departamento de Norte de Santander, al noreste del país. Las víctimas fueron identificadas como Miguel Ángel López y Zulay Durán, dueños de una funeraria; y el hijo de ambos. Aunque en principio se habló del fallecimiento de todos los tripulantes del carro que transitaba hacia la ciudad de Cúcuta, capital departamental, el alcalde, Richar Claro, ha confirmado que otro hijo de la pareja, de 10 años, sobrevivió.
“Una noticia lamentable”, afirmó el presidente Gustavo Petro en las redes sociales. “Unidades de Policía se encuentran adelantando actividades de recolección de información y verificación, para establecer los móviles y autores del hecho”, agregó.
Una noticia lamentable.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 16, 2025
El día de hoy en horas de la noche, en vereda La Valera del corregimiento La Silla, se registró el homicidio de 3 personas (miembros de una misma familia) con proyectil de arma de fuego, por sujetos sin identificar.
- El hecho se habría presentado…
La región de los hechos, el Catatumbo, tiene el mayor enclave de cultivos de coca del mundo, y tiene presencia histórica de grupos armados ilegales, como el ELN, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo. Se trata de una zona montañosa cerca a la frontera con Venezuela, en la que se extrae petróleo y por la que cruza uno de los principales oleoductos de Colombia; una suma de 11 municipios con alrededor de 300.000 habitantes, donde los liderazgos sociales buscan sacar adelante una esquiva paz. Los móviles del ataque aún no han sido confirmados y ningún grupo se ha atribuido el atentado hasta el momento.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, se ha referido a la matanza: “No solamente es condenar el hecho y solidarizarnos con las familias, sino informar que hay una unidad especial desde Bogotá investigando el caso”. El regidor ha anunciado una recompensa de 100 millones de pesos (unos 23.000 dólares) para quienes entreguen información que permita capturar a los responsables.
López era el dueño de la funeraria San Miguel, del municipio más grande del Catatumbo, donde cumplía un rol vital para la comunidad. Era conocido por haber embalsamado más de 500 cuerpos de víctimas del conflicto armado, una labor que aprendió de manera empírica. Ayudaba también a las autoridades en las tareas de reconocimiento y levantamiento de cuerpos, en zonas de difícil acceso. En una entrevista que dio al canal digital Realidades el pasado agosto, López, apodado El Chulo, detallaba las particularidades de su trabajo, como que tenía que pedir permiso a los ilegales antes de cruzar las fronteras imaginarias marcadas por ellos. La suya era “una labor humanitaria”, declaró en el programa.
El alcalde Claro ha asegurado en una entrevista con Blu Radio que había hablado con López hacía pocos días. “Todo parecía estar en calma. Esto nos tomó por sorpresa y deja un vacío enorme en la comunidad”, ha lamentado. “Este hecho afecta la moral de todo un pueblo, sobre todo porque incluye la muerte de un bebé. Esto no es solo un acto de violencia, es una barbarie”. El niño de 10 años que sobrevivió iba en la parte de atrás del vehículo y logró salir mientras era atacado, ha añadido.
Ataques a familias
Se trata de la segunda masacre del año en Colombia. La primera ocurrió el pasado domingo 12, en la que tres personas fueron asesinadas en el barrio Marroquín de la ciudad de Cali. Un hombre abrió fuego contra una madre y su hijo, y una amiga de la familia. Las autoridades afirman que fue un acto premeditado e investigan si se trata de una posible retaliación.
Otro caso que estremeció al país fue la masacre de cuatro integrantes de una familia en Aguachica (Cesar) a finales de diciembre. Un sicario en una motocicleta disparó a las afueras de un establecimiento de comidas en el que se encontraba la familia Lora Rincón. Los padres y una hija murieron en el acto. Santiago, el hijo menor, salió con vida del ataque, pero murió horas después por sus heridas.
Durante 2024 se registraron 76 masacres, según la ONG especializada Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), con 267 víctimas mortales. Aunque hay una reducción con respecto al periodo anterior (93 matanzas con 300 víctimas), sigue siendo una problemática de fondo en Colombia. El director de Indepaz, Leonardo González, dijo en diciembre a EL PAÍS que con las masacres “se busca hacer toda la bulla (ruido) posible para generar zozobra en un territorio y decir ‘aquí estamos”. Los principales escenarios siguen siendo el suroeste y el noreste en departamentos como Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Antioquia, Norte de Santander o Cesar.
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