El Banco Mundial desafía el pesimismo para emprender en Colombia: el país ocupa el puesto 12 en su ranking

Si hay una suerte de mantra imperante sobre la economía colombiana en los últimos dos años, es que la llegada del primer Gobierno de izquierdas al poder ha minado la confianza. Los exministros de Hacienda, los centros de pensamiento, las entidades financieras, todos casi al unísono, señalan con el dedo hacia la agenda social y reformista del Ejecutivo como sinónimo de riesgo sobre la seguridad jurídica y el ambiente inversionista. Sin embargo, el informe Business Ready 2024, confeccionado por el Banco Mundial y publicado la semana pasada, le da una nota aceptable al país y desafía buena parte de las tesis más pesimistas de la clase dirigente tradicional. Pero también refuta los disparos continuos del presidente Petro contra el andamiaje actual.

Al hacer un promedio de los tres pilares que analiza el estudio, el país (o economía, en la terminología del documento) ocupa el puesto 12 entre 50 naciones tenidas en cuenta para elaborar el escalafón. La recolección de datos se ejecutó de mayo a octubre de 2023 e incluyó la voz de más de 2.500 expertos en asuntos financieros que aportaron más de 29.000 respuestas sobre el estado del mundo de los negocios (solo en Colombia se entrevistó a unas 1.000 empresas). Conviene recordar, llegados a este punto, que se trata de la reedición, con nuevo nombre, del polémico Doing Business, el viejo informe que el Banco Mundial tuvo que cancelar en 2021, tras las denuncias de un alto rango del organismo que constató presiones a sus empleados para adecentar la clasificación de algunos países.

Eduardo Lora, antiguo economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, matiza el alcance de la publicación. “Esto tampoco le va a gustar a Petro, porque le muestra lo bien que se han construido diferentes aspectos de la legislación y de la actividad productiva del país. Eso es un gran activo y este documento lo está demostrando”. El sistema que tanto crítica el presidente, continúa Lora, tiene unos cimientos muy sólidos para que el sector privado funcione como una palanca esencial de la economía. “Eso no se destruye de la noche a la mañana”, remata.

Colombia superó el examen en 6 de las 10 áreas que usa el Banco Mundial en su renovada metodología. Y ocupó el segundo puesto, solo por debajo de Costa Rica, en el indicador bautizado Competencia de Mercado, que juzga asuntos regulatorios. A saber: la calidad en el suministro de los servicios públicos como incentivo para la competencia y la eficacia normativa como dínamo del espíritu empresarial.

El exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas (2012-2018) participó en la presentación Business Ready en el cuartel general del banco en Washington, donde subrayó que los resultados no deben ser interpretados como un ránking de países, sino como una metodología de análisis para los Gobiernos del mundo. Un conjunto de indicadores que podrían ser utilizados para mejorar el diseño de políticas públicas. Cada uno leído a la luz de su propio contexto y del carril que le corresponde en el mapa.

Los problemas de siempre

El mismo Banco Mundial, de hecho, ha informado esta semana que sus perspectivas de crecimiento para este año en Colombia oscilan entre el 1,3% y el 1,5% (el año pasado fue del 0,7%). Por eso Sergio Guzmán, director del centro de pensamiento Colombia Risk, asegura que el retrato del Business Ready 2024 no es otra cosa que la foto fija de un país sin cambios drásticos aparentes.

“El Gobierno no ha hecho nada para mejorar la situación. En los temas laborales no nos va muy bien, pero Petro tampoco ha intervenido porque su reforma no ha sido aprobada. En servicios financieros, tampoco”, continúa Guzmán. También relativiza los resultados: “Los riesgos de hacer negocios en Colombia varían mucho según la ubicación geográfica. No es lo mismo invertir en Bogotá que en Chocó. O en el sector minero, donde un inversionista hoy puede demorarse diez años en tener un permiso o una licencia ambiental”.

Por eso causa algo de sorpresa la buena calificación en el renglón de Ubicación Empresarial, que juzga las facilidades para obtener licencias de construcción, medioambientales o de propiedad. Eduardo Lora incide en que los resultados no son el reflejo de un momento. “Es un trabajo muy serio y respetable que evalúa unas matrices estructurales. ¿Qué facilidad hay para hacer negocios? ¿Qué tan sólidas son las normas en los servicios financieros? ¿Qué tan eficientes son los tribunales de arbitramento o de resolución de disputas?”.

Asuntos legislativos y regulatorios a los que ahora se han añadido temas de sostenibilidad, medioambientales y de adopción de tecnologías en la administración pública. Después de múltiples críticas por sus imperfecciones metodológicas, la publicación del informe regresa en un mundo que hasta ahora se sacude del período de la crisis sanitaria.

Y si el país ha aprobado 6 de las 10 pruebas, en las 4 restantes no hay grandes sorpresas: “Quedamos mal en el tema laboral, en los impuestos y en los asuntos de comercio internacional”, concluye Eduardo Lora, “y eso siempre se ha dicho. Ese es el panorama de Colombia. Y el empresariado colombiano se puede frustrar, y Petro también, pero son cosas que siempre se han dicho y ahora las vuelve a ratificar el Banco Mundial”.