Galán, candidato presidencial

Muchos analistas de la política sugieren que la campaña presidencial de 2026 arrancó con el resultado del domingo pasado en medio de un panorama de fortalecimiento de la oposición fragmentada y un Gobierno que considera que las fuerzas políticas que lo apoyan ganaron en nueve departamentos: “Hace cuatro años solo incidimos en uno”, escribió el residente Petro.

Lo cierto es que en Bogotá la derrota del Pacto Histórico es evidente. Carlos Fernando Galán trapeó con el petrismo. No solamente ganó la Alcaldía de la capital por un margen superior al previsto por el galanismo y por los encuestadores, sino que finiquitó el debate del metro del Distrito. Así lo resumió el propio ganador de la contienda: “Presidente Petro, este es un mandato claro y le pido respetuosamente que trabajemos para sacar adelante esta primera línea como está planteada. Seamos generosos con la ciudad”. Y la alcaldesa Claudia López, remató la faena: “Si querían un plebiscito, ahí lo tienen fuerte y claro”.

En la celebración de su triunfo, el ganador hizo un discurso muy emotivo con sus padres, Luis Carlos Galán y Gloria Pachón. Resurgió el Nuevo Liberalismo fundado en 1969 con miras a llegar al poder para transformar a Colombia, y un cobarde atentado criminal acabó la esperanza. Se cumplió el presagio fatal de Luis Carlos Galán: pueden asesinar a las personas, pero no a sus ideas. Las ideas están vivas, fortalecidas y actualizadas. Así se deriva del discurso del nuevo alcalde. Su declaración es un compendio de principios y compromisos del orden nacional porque los problemas de Bogotá son los mismos que afectan a todo el país: inseguridad angustiosa que llena todos los espacios de miedo, hambre en varios niveles de la sociedad y movilidad que perturba de manera grave el acceso al trabajo y el regreso a casa.

La lucha por el reconocimiento del Nuevo Liberalismo como partido arrancó con un fallo de la Corte Constitucional y, de ahí en adelante, la aspiración a la Alcaldía en tres ocasiones, incluyendo la actual. La penúltima estuvo muy cerca del premio mayor. Perdió por poquito frente a Claudia López, entró al Concejo por derecho propio y su papel fue sobresaliente. Intentaron llegar al Congreso con listas propias, y ese experimento resultó un fracaso, aunque lograron llegar a la Cámara con una representante de lujo: la abogada Julia Miranda. De los malos resultados se aprende mucho ―dijo― para reanudar el camino hacia el poder. Ganó en primera vuelta con el mayor número de votos en la historia de los alcaldes elegidos por voto popular.

Vestido siempre con una chaqueta visiblemente roja, barba bien cuidada para ennoblecer su juventud y una cabellera ordenada que no se despelucó para sacarle el quite a sus contenedores que lo provocaban con frecuencia. Ni hablar de las redes sociales. Sabe ponerle una gota de humor para bajarle a la solemnidad. “A mi hijo de cinco años le costó menos tiempo llegar al poder”. Cero radicalismo para mostrar sus desacuerdos con buena voz y con claridad. Lo dicho no requería explicaciones adicionales. Colombia necesita salir del hueco de la falta de crecimiento económico. La expansión del producto interno bruto este año será del 1,5% y los años por venir no pintan recuperación.

No puedo asegurar que Galán, que harto lo merece, vaya a ser presidente de la República, pero de lo que sí estoy seguro es de que será candidato presidencial de amplia base popular. Ya reconoció que sentía un piano a sus espaldas. En realidad, son varios pianos.

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