La política tradicional y el uribismo mantienen una reñida disputa por la gobernación de Antioquia

Con uno de los ambientes electorales más violentos en el país, según la Misión de Observación Electoral, Antioquia, donde la izquierda es muy débil, elegirá el reemplazo del gobernador Aníbal Gaviria Correa. Las opciones parecen estrecharse entre cuatro conocidos en la política regional. Todos los aspirantes para el período 2023-2027 son hombres con trayectoria en el sector público, respaldados por grandes figuras o partidos políticos. Pase lo que pase, la administración del departamento más rico y poblado seguirá en manos del poder político tradicional.

De los once inscritos, continúan ocho en la pugna, cuatro de ellos con cierta fuerza: el exgobernador Luis Pérez, avalado por la Alianza Social Independiente; el exalcalde uribista de Rionegro, Andrés Julián Rendón; el exsecretario de Gobierno de Medellín, Estaban Restrepo; y el odontólogo Luis Fernando Suárez, del grupo político del gobernador Gaviria. Quien gane asumirá enormes retos. Descuellan la relación con el Gobierno Nacional de Gustavo Petro, a quien varias voces acusan de dejar desfinanciado un departamento en el que fue derrotado en primera y segunda vuelta. Y la seguridad, pues hay presencia de alrededor de 120 grupos ilegales, de acuerdo con la plataforma Antioquia Cómo Vamos, entre los que se encuentran estructuras del ELN, el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC.

Las encuestas coinciden en que la intención de voto la lidera un viejo conocido, Luis Pérez Gutiérrez. Alcalde de Medellín por el Partido Liberal de 2001 a 2004, busca repetir en la Gobernación, donde estuvo entre el 2016 y el 2019. Pérez es un político popular por sus ambiciosos proyectos como reactivar el ferrocarril de Antioquia (su eslogan como gobernador, que repite en la campaña, es “Antioquia piensa en grande”), y polémico por varios escándalos. Como alcalde apoyó la operación Orión, una intervención militar en la comuna 13 de la ciudad que buscaba atacar a las entonces poderosas milicias guerrilleras. La justicia ha encontrado que los militares la llevaron a cabo en connivencia con grupos paramilitares, y que dejó cientos de jóvenes desaparecidos y múltiples violaciones a los derechos humanos.

Pese a eso, para estas elecciones, Pérez se vislumbra como el aspirante a vencer. En la recta final sigue sumando apoyos y alianzas. La última se selló este viernes cuando el exsenador liberal Julián Bedoya, aspirante a la Gobernación por el Partido Demócrata Colombiano y cercano al Gobierno, renunció a su aspiración para apoyarlo. Esta unión beneficia al exgobernador en el Bajo Cauca antioqueño, una zona en la que Bedoya es conocido, pues ocupó por varios años la dirección local del SENA, el servicio público de educación técnica y tecnológica que es entidad importante en términos clientelares.

Pérez, como Bedoya, es de cuna liberal, y también es conocido por su habilidad para agrupar diferentes sectores políticos. Ha sido cercano, en diferentes momentos, al expresidente Álvaro Uribe; al sucesor y rival de este, Juan Manuel Santos; y al ex vicepresidente Germán Vargas Lleras. También al presidente Gustavo Petro, cuya campaña apoyó en 2022. Eso último le ha valido fuertes críticas de las que ha intentado desmarcarse, ya que el rótulo de petrista es un lastre en ese departamento.

La pugna por el segundo puesto

Justamente el escaso arraigo del Gobierno Nacional puede explicar el crecimiento de la candidatura de Andrés Julián Rendón, un exalcalde de Rionegro que está avalado por el Centro Democrático, el partido de Álvaro Uribe. El exalcalde del municipio del oriente, Rionegro, y exsecretario de gobierno en la Gobernación del conservador y luego uribista Luis Alfredo Ramos, lidera en la encuesta de Atlas Intel, publicada por La Silla Vacía, con un 31,5%. En ella aparece muy rezagado Pérez, con 7,9%. En las demás no lo sobrepasa, pero se mantiene en los primeros puestos.

Aun así, ser visto como el candidato del uribismo tiene riesgos, pues la figura del expresidente ha perdido influencia, incluso en Antioquia. “Hay un desgaste de la figura del expresidente por los procesos judiciales que ha enfrentado. Sigue habiendo muchos defensores, pero menos que hace ocho años. Muchos candidatos del Centro Democrático dependen de su imagen, y no ponen de sí mismos para crear campañas atractivas, sino que se quedan con esa marca”, sostiene Juan Carlos Escobar, profesor del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.

No es el caso de Rendón, quien no solo inició su camino en solitario, recogiendo firmas, sino que hace campaña con logos y prendas pintadas con amarillo, colores muy distantes al tradicional blanco con azul celeste del partido que lo avala. Además, a inicios de septiembre concretó a una alianza que le suma en sectores antipetristas que no necesariamente se identifican con el uribismo: es la fórmula de ‘Fico’ Gutiérrez, el candidato que parece ser invencible por la Alcaldía de Medellín. El fallido candidato presidencial de la derecha en 2022 siempre ha sido cercano a Uribe, pero nunca ha querido ingresar a su partido, hasta el punto de que ganó la Alcaldía en 2015 superando al aspirante del Centro Democrático.

Con esos espaldarazos, el candidato es la ficha con la que el Centro Democrático quiere saldar la deuda que tiene en Antioquia, donde no ha podido poner ni Gobernador ni alcalde en la capital desde su creación en 2013. El paso siguiente, que puede ayudar a catapultar su aspiración y a superar el hecho de que es poco conocido por fuera de la subregión de oriente, es la negociación para lograr una alianza con Luis Fernando Suárez. El odontólogo, que ha hecho una carrera política al lado del gobernador Aníbal Gaviria y de su hermano Guillermo, asesinado por las FARC. Suárez fue secretario de Gobierno de la actual gobernación y resultó siendo Gobernador encargado varios meses, incluso durante casi todo el período de pandemia.

Suárez tiene detrás la maquinaria del grupo político que lidera Gaviria, así como la visibilidad por haber participado en la administración departamental. Adicionalmente, ha recibido espaldarazos de otros sectores, como el Partido Verde. Sin embargo, no ha logrado posicionarse entre los punteros. “Ha sido buen funcionario, pero mal candidato. Es gris, no pone temas interesantes y está muy confiado en que la figura de Gaviria le va a alcanzar”, explica el analista. Este domingo, Suárez publicó en su cuenta de X —antes Twitter— que se había reunido con Rendón y le había propuesto ir en llave, pero no habían podido concretar los puntos en común ni el mecanismo para definir quién se retira. Los dos candidatos siguen en conversaciones con otros de los aspirantes, por lo que el tablero puede cambiar en los días que quedan.

El cuarto candidato con visibilidad es Esteban Restrepo, quien aparece como segundo en las encuestas de Atlas Intel y Gauss. Pese a que no tiene la larga trayectoria de otros candidatos, tiene el apoyo del hasta hace poco alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien renunció a su cargo. El más joven de los aspirantes ha sido activista ambiental y secretario de Gobierno de la capital antioqueña, y tiene el impulso de la visibilidad —y el lastre de la mala imagen— de su jefe político, quien ha enfocado su intervención electoral en la campaña de Juan Carlos Upegui a la Alcaldía de Medellín, no en la de Restrepo. Su alineamiento con Quintero y Petro hace improbable su victoria, pero puede ocupar el segundo lugar, lo que le aseguraría una curul en la Asamblea que puede ser la supervivencia política del quinterismo.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.