Fico Gutiérrez: “No pienso renunciar a la Alcaldía de Medellín para aspirar a la Presidencia en 2026”
El excandidato presidencial, que acaricia su vuelta a la ciudad con todas las encuestas a su favor, advierte al Gobierno saliente de que hará una auditoría forense para entregar información a los organismos de control: “Se robaron Medellín”
Fico Gutiérrez se está sacando en estas elecciones locales la espina que le dejó la aventura presidencial en 2022. Si entonces la aparición de la nada del extravagante Rodolfo Hernández y la solidez electoral de Gustavo Petro lo dejaron fuera de la segunda vuelta, ahora su campaña a la Alcaldía de Medellín está siendo lo más parecido a un paseo, al liderar todas las encuestas por un margen demasiado amplio como para prever una derrota el 29 de octubre. En la campaña presidencial reunió bajo su candidatura a todo el establecimiento político tradicional y conservador del país que trató sin éxito de plantarle cara al petrismo. Un apoyo sin precedentes que lo convirtió en el candidato de la derecha y que resultó siendo un lastre para un país que exigía un cambio. Si gana ahora, este será su segundo mandato como alcalde de una ciudad que considera que está viviendo uno de sus peores momentos tras la Alcaldía de Daniel Quintero, al que acusa de corrupción. “Es más peligroso un político corrupto que un jefe de una estructura criminal”, sostiene.
Gutiérrez (Medellín, 48 años) recibe a EL PAÍS en sus oficinas de campaña, un espacio luminoso y decorado con un estilo moderno, con fotos y dibujos de sus hijos donde el candidato, a pesar de estar rodeado de un equipo de varias personas, se empeña en ser él el que prepara el café y sirve las bebidas. Ese es su fuerte, más que su mensaje. El de saludar efusivamente y con abrazos a todo el mundo, el de vestir jeans, zapatillas y remangarse la camisa antes de echarse cómodamente sobre el sofá. El de dar la imagen de un hombre normal alejado del acartonamiento de las figuras y los discursos políticos tradicionales. En la entrevista, la frase que más repetirá será que su propósito es que a “Medellín le vaya bien”, una promesa tan poco concreta como loable.
Pregunta. Antioquia siempre le ha apoyado en sus aventuras políticas. ¿Qué le da a los paisas?
Respuesta. Trabajo, servicio... Había gente que decía que si obtuve más de cinco millones de votos en una campaña presidencial, para qué volver a ser alcalde de Medellín. Para mí es un orgullo y un honor y no es ninguna estrategia en términos electorales. Pienso estar los cuatro años como alcalde, no pienso renunciar para aspirar a la Presidencia en 2026. Estoy dedicado a que saquemos adelante a Medellín y mi compromiso es que vamos a recuperar la confianza, la transparencia, la cultura ciudadana.
P. Ha denunciado una guerra sucia contra usted en la campaña y amenazas contra su vida. ¿Quiénes son sus enemigos?
R. Los corruptos y los violentos. Quienes se robaron a Medellín durante estos años tienen una gran preocupación de que yo vuelva a ser alcalde porque saben que toda la información irá a los entes de control. Aquí hay una alianza entre políticos corruptos, contratistas corruptos y jefes de estructuras criminales a los que nosotros combatimos estando en nuestra Alcaldía. No me van a amedrentar, pretendían que dejara de recorrer la ciudad, que dejara de ir a saludar a la gente en los barrios y yo nunca voy a dejar de estar en la calle.
P. ¿Tiene miedo?
R. Nunca. Soy una persona creyente, estoy de la mano de Dios. Cuando llego a muchos barrios me siento protegido por la misma gente que nos quiere. Pero sí he descubierto una cosa: es más peligroso un político corrupto que un jefe de una estructura criminal.
P. ¿Hay material para perseguir a Quintero judicialmente?
R. Ya hay muchas denuncias en la Fiscalía, en la Procuraduría y en la Contraloría, de organizaciones civiles, veedurías o medios de comunicación. De eso que se encarguen los entes de control, yo me encargaré de entregar la información que se requiera.
P. ¿Por qué cree que Quintero renunció a la Alcaldía?
R. No me gusta hablar de él, no vale la pena. Nunca fue un futuro y pronto serán pasado. Dicen que una de las razones por las que renunció era para no tener que hacer el empalme con nosotros. Yo también lo he dicho, en las circunstancias actuales y con las denuncias de corrupción que hay en Medellín sobre él y gran parte de su equipo, será difícil hacer un empalme en condiciones normales. Tendremos que hacer una auditoría forense al entrar, y entregar toda la información a los organismos de control.
P. ¿Espera encontrar documentación cuando llegue a la Alcaldía?
R. Dicen que se están deshaciendo de ella. Es muy grave lo que pasó, el país y el mundo deben saberlo: se robaron a Medellín.
P. ¿Ha hecho algo bueno Quintero?
R. Hizo tanto daño que en lo esencial nos está uniendo más a todos. Por más que yo haya sido alcalde o candidato a la Presidencia, encuestas con más de 50 puntos de diferencia no son normales, aquí nunca ha pasado. No hemos ganado nada todavía, pero tú sientes a la gente con un repudio inmenso. Lo único que hizo fue unirnos más como sociedad en medio de su odio.
P. Siempre llama a la prudencia pero las encuestas muestran que no tiene rival, ¿tiene miedo a la desmovilización?
R. Cero triunfalismo, cero. El 29 de octubre invito a la gente a que no nos confiemos y salgamos a votar. Y después de las cuatro de la tarde esto sigue, porque hay que cuidar los votos en las mesas con los jurados y los testigos electorales para que haya una elección que sea transparente.
P. ¿Teme que no lo sea?
R. Confío en las instituciones y espero que las instituciones le respondan al país. Esta es una elección muy importante, están llevando al país a hacer un salto al vacío sin paracaídas. Estas elecciones van a ser una especie de referendo para decirle al Gobierno nacional que el país no va bien y para derrotar a aquellos que gobernaron mal sus ciudades de forma corrupta.
P. ¿Con qué recuerdo se quedó de la campaña presidencial?
R. Con el cariño de la gente. Recorrí el país y obtuve más de cinco millones de votos en una primera vuelta.
P. ¿Ha pensando qué errores cometió para quedarse fuera de la segunda vuelta?
R. No creo en las campañas perfectas y seguramente pude haber cometido algún error. Fue una especie de combinación de muchos factores que llevaron al país a elegir a Petro de forma equivocada, pero ahora se está dando cuenta de que fue un grave error. No hay seguridad, no hay paz y mucho menos total. La gente siente que el Gobierno está entregando el país al narcotráfico. La economía va en caída libre, la caída en la industria se parece a los momentos de pandemia. Eso va a generar más desempleo en el corto y mediano plazo y eso genera menor calidad de vida para la gente.
P. ¿Lo lastraron apoyos como el de César Gaviria o Álvaro Uribe?
R. Recibí los apoyos convencido de que el momento requería unión y unidad. Con el presidente Gaviria realmente he tenido poca relación, básicamente lo conocí en la campaña. Lo que teníamos claro es que lo peor que podía pasar era que el Partido Liberal se adhiriera a Petro, era un gran riesgo para el país. Con el presidente Uribe he tenido una buena relación, lo he respetado. Le agradecí ese apoyo, así como ahora en Medellín tomaron la decisión de no tener candidato por su partido y apoyar nuestra candidatura. En eso tengo que tener gratitud.
P. No le gustan las etiquetas ideológicas, pero fue el candidato de la derecha.
R. Me correspondió vivir ese momento del país. Yo defiendo mis ideales, soy una persona que, más allá de hablar de izquierda o derecha, hablo desde el sentido común. No soy una persona extrema, respeto la opinión del otro. Defiendo las libertades, la libre empresa, las oportunidades sociales, que la gente viva bien. La gente está cansada de los extremos y de esas discusiones ideológicas que muchas veces no resuelven los graves problemas de la sociedad.
P. ¿Le hará oposición a Petro desde la Alcaldía?
R. No estoy pensando en hacerle oposición a Petro. Solo espero que el presidente Petro, respetando la Constitución y la ley, entienda que él es presidente de todos los colombianos. Esperamos que deje el discurso del odio, que invite a consensos y yo le pediré todo el apoyo al Gobierno Nacional para que a Medellín le vaya bien. No estoy de acuerdo en cómo lleva al país, no puedo estar de acuerdo en posiciones como las que ha tenido estos días, donde está más del lado de un grupo terrorista como Hamás que del pueblo de Israel.
P. ¿Trabajará entonces para tener una buena relación?
R. Voy a presentar todos los proyectos que pueda en términos técnicos para que tengan el apoyo del Gobierno nacional. De mi boca jamás ha salido un insulto al presidente Petro como persona, de mi parte buscaré siempre un diálogo.
P. Hoy la oposición está desdibujada.
R. Sería difícil decir que solo hay un líder de la oposición. La mayor oposición hoy al Gobierno, más allá de un líder natural, es la oposición de la gran mayoría de los colombianos. Ya veremos qué pasa en el 2026, ya veremos quiénes se van perfilando. Mi responsabilidad es gobernar desde acá y hacer los llamados de atención desde lo local.
P. ¿Le habría ido a Colombia mejor con Rodolfo?
R. Rodolfo con el tiempo terminó demostrando que era un fraude absoluto. A estas alturas uno no sabe cómo estaría el país en manos de Rodolfo, pero lo que sí sé es que el país no va bien en manos de Petro.
P. ¿Qué habría hecho usted?
R. Habría sido también una situación difícil para el país por el nivel de polarización que había. Seguro que por eso la gente optó por votar a otra persona para que enfrentara a Petro en la segunda vuelta. Yo buscaría unir al país en torno a propósitos comunes, no dividiéndolo más como hace Petro. Garantizando la seguridad en los territorios, pero al mismo tiempo aumentado la inversión social. Estaría del lado correcto de la historia, combatiendo a quienes desatan terror en el mundo. Estaría recorriendo el país, logrando acuerdos en lo fundamental y combatiendo los relatos duros que los sectores extremos fueron construyendo en nuestra contra. Mi propósito habría sido servir bien a Colombia.
P. ¿Volverá a intentarlo?
R. Estoy concentrado en ser alcalde Medellín, mi compromiso es estar los cuatro años y ya el tiempo y la vida lo dirá. Si algún día tengo la oportunidad de ser presidente, eso será cuestión de Dios y la gente. Sí tengo algo claro y es que quiero terminar mi vida política donde arranqué, siendo otra vez concejal, allá quiero volver a llegar.
P. ¿Está en contra de la negociación con el ELN?
R. Al concepto de la paz total hay que darle una diferenciación grande. El ELN es el que tiene que demostrarle al país si quiere o no la paz y con sus acciones día a día demuestra que no la quiere. Lo que hace es fortalecerse financiera y militarmente con un Gobierno que no le garantiza la seguridad a los colombianos mientras se negocia. Frente al tema de las disidencias de las FARC, no estoy de acuerdo en una mesa de negociación porque ya tuvieron la oportunidad y le mintieron al país en el marco de un proceso de paz. Y frente al tema de la negociación con otras organizaciones criminales, estoy de acuerdo con el sometimiento, pero para eso tiene que existir una ley de sometimiento que le permita al Gobierno nacional poder avanzar. Todos queremos la paz, pero no puede existir es una entrega total del país al narcotráfico y los peores criminales. En Medellín hay un marco de negociación con las estructuras que yo combatí siendo alcalde. Todos esos que nosotros capturamos están reunidos en la cárcel de Itagüi negociando con el Gobierno, que es el que tiene la competencia para negociar. Eso sí, yo he pedido claridad en el marco jurídico y que las víctimas estén sentadas en la mesa de negociación, que no lo están.
Mi compromiso es que si el Gobierno nacional logra un acuerdo, un sometimiento de esas estructuras criminales, yo como alcalde me comprometo a encargarme de los más de 8.000 jóvenes que hacen parte de las estructuras criminales para que jamás en su vida vuelvan a empuñar una arma. Me encargaré de ellos para que se reinserten en la vida civil y tengan oportunidades. Muchos jóvenes de la ciudad fueron reclutados de manera forzada y merecen una segunda oportunidad.
P. Suena bastante a favor de ese proceso en la ciudad.
R. Quiero que nos den claridad de qué están negociando. Ese mensaje lo envío directamente a esa mesa de negociación, tanto a quienes hacen parte de las estructuras criminales como al Gobierno nacional: que nos den claridades y que, si realmente tienen voluntad de paz, que dejen de asesinar ya, que dejen de extorsionar ya, que dejen de reclutar a jóvenes y a niños ya, que dejen de desplazar la gente, que dejen vivir a la gente en paz. Y yo, como alcalde, estoy dispuesto a encargarme de esos jóvenes.
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