Colombianos en sánduche
Unos y otros, los que no quieren más Petro y los que quieren mucho más Petro, están unidos por un elemento esencial: menosprecio y desapego por la sociedad en su inmensa diversidad
La abominable expresión “defenestrar al presidente”, lanzada por un coronel en retiro que dejó en evidencia el ánimo golpista que sin duda alimenta el espíritu de algunos colombianos, fue la tapa del sánduche en el que ahora tendremos que aprender a vivir (o sobrevivir) aquellos que creemos en la democracia y confiamos en las instituciones establecidas por la Constitución Política de Colombia.
La otra tapa del emparedado nacional ―porque recuerde usted que para hacer un sánduche se necesitan dos piezas de pan, una arriba y otra abajo― se esbozó en la entrevista que Julio Sánchez Cristo hizo en Madrid al presidente Petro y en la cual el mandatario no cerró la puerta a una eventual modificación de las normas existentes para que “si el pueblo lo acepta” se pueda dar una reelección presidencial.
Seguro habrá quienes consideran que si la obra de Petro necesita cuatro u ocho años más de Gobierno del actual mandatario, pues todo debe conjugarse para conseguir que esa nueva Colombia se cristalice. Tal vez ya olvidaron el desbarajuste que causó la reelección que Álvaro Uribe creó a su imagen y semejanza. Tal vez no existe temor ante la posibilidad de que ese capricho resulte en un salto al vacío para el futuro democrático de Colombia.
Pasa algo similar con quienes llevan en su cabeza la idea de un golpe para “defenestrar” al presidente: creen que tumbar al jefe de Estado es un juego de niños sin consecuencia distinta a la de lograr que ese hombre al que consideran un indeseable tenga que abandonar por la fuerza las riendas del país. Tal vez no son conscientes de que el presidente puede estar con baja popularidad en las encuestas, pero que somos muchos los colombianos que más que a la figura de Petro lo que buscaremos es defender la democracia. Tal vez piensan acallar las voces contrarias al golpe. Tal vez olvidaron que estamos en el año 2023 y no en 1973.
Unos y otros, los que no quieren más Petro y los que quieren mucho más Petro, están unidos por un elemento esencial: menosprecio y desapego por la sociedad en su inmensa diversidad. Ambos quieren imponer. Ambos quieren pasar por encima de los demás. Ambos invocan el bien superior de la Nación, que es la expresión más gaseosa que se puede usar para justificar la destrucción de la misma.
Quienes quedamos en el sánduche ahora tendremos que vivir con estoicismo los largos años que tenemos por delante, tratando de encontrar todas las estrategias posibles para que ni unos fanáticos, ni unos locos terminen por echar al suelo nuestra ya muy resquebrajada democracia. Tenemos que ser los abanderados del reconocimiento y la protección hacia quienes piensan distinto. Ir dotando de matices a un discurso que, tanto desde el Gobierno como desde la extrema oposición, se ha convertido en la construcción de bandos cuyo único fin es destruir o silenciar todo lo que no sea de su agrado.
El emparedado nacional de hoy puede ser el anticipo de las elecciones regionales de finales de año, donde un extremo y otro querrán ser los únicos vencedores, mientras que las voces moderadas y razonables terminan ahogadas entre las pasiones y los fuegos de artificio de aquellos que con sus disparates ya se han dejado ver.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.