José Antonio Ocampo: “Nunca he sido político. No he ido a conquistar un solo voto en mi vida”
El exministro de Hacienda recibe a EL PAÍS una semana después de que Petro anunciara su salida del Gobierno. El economista asegura que se va orgulloso de su trabajo y de haber sacado adelante la reforma tributaria, pero evita entrar en cualquier polémica con el presidente
Hace una semana, José Antonio Ocampo no se imaginaba tomando un vuelo un miércoles para ir a descansar a Cartagena, pero hoy ya tiene las maletas preparadas. Hace justo una semana, el presidente Gustavo Petro anunció la salida de siete de sus ministros, una crisis de Gobierno que se lo llevó a él por delante. El hasta ahora ministro de Hacienda está satisfecho con su trabajo estos nueve meses como protagonista de la reforma tributaria, la primera gran reforma aprobada por el Gobierno, pero todo está aún muy reciente. Esta es la primera entrevista que da desde entonces y pide no hablar demasiado sobre el presidente, aunque sabe que es difícil evitar el tema. Contestará solo a las preguntas que quiera.
Su salida del Gobierno fue la más sorprendente. Ocampo era uno de los ministros más valorados por sectores muy diversos. Su presencia en el Ejecutivo daba tranquilidad a todo el antipetrismo, que pensaba que las cuentas del país estaban a salvo con este economista socialdemócrata y respetado. Con esa misión le entregó Petro la cartera al comienzo del mandato. Por un lado, para diseñar una reforma tributaria de consenso, y por otro, para enviar un mensaje de calma. Lo logró en ambos casos, pero el presidente ha decidido ahora cambiar el paso y rodearse de un gabinete de izquierdas, con el que aspira a no gustar a todos pero sí a acelerar su agenda de reformas.
Ocampo tiene ya 70 años pero no piensa en la jubilación. Asegura que su salida no le tomó por sorpresa, pero hace dos meses dijo que aspiraba a continuar hasta junio de 2024. Como los planes se han adelantado, este verano volverá a su puesto de profesor en la Universidad de Columbia y retomará su actividad como columnista de opinión. Se le ve contento, hace apenas unas horas se convirtió en abuelo. Un día estás en el Gobierno y al siguiente te esperan un vuelo a la playa y una nieta.
P. El presidente Petro ha dicho estos días que hubo varios episodios que le hicieron minar su confianza en usted. ¿Sabe a qué se refiere?
R. [Hace un gesto con la mano para pedir la siguiente pregunta].
P. ¿Le dio el presidente alguna explicación sobre su destitución?
R. Creo que mi salida está asociada a la crisis política generada por el debate de la reforma de salud. A los ministros que no éramos estrictamente de su movimiento los pidió cambiar.
P. ¿A qué responde el cambio?
R. A la dificultad de la ministra de Salud saliente de concertar una reforma.
P. ¿Le tomó por sorpresa su salida?
R. No. Por la naturaleza de crisis política, vi probable que yo saliera.
P. ¿Se va orgulloso?
R. Muy orgulloso. Cumplí la tarea de servir a mi país. Creo que el reconocimiento público que he tenido es abrumadoramente positivo.
P. ¿Se ha sentido respaldado por el presidente en estos meses?
R. Todo lo que hicimos estuvo discutido con el presidente, nunca nada que él desconociera.
P. ¿Hizo lo que él le pidió o lo que usted creía que había que hacer?
R. Siempre traté de responder a lo que él esperaba, pero hice lo que consideraba que era apropiado y creo que lo hice bien.
P. ¿Cuál ha sido su mayor acierto?
R. Dos aciertos. La reforma tributaria será la reforma más progresiva de la historia económica. Y segundo, en la turbulencia inicial desde finales de octubre, logré calmar claramente los mercados. Eso se conoce muy poco, pero logré bajar casi cuatro puntos porcentuales las tasas de interés de deuda pública en pesos.
P. ¿Cometió algún error, alguna imprudencia?
R. No, yo creo que no cometí ninguna imprudencia ni, cuando había temas complejos, nada que no hubiera sido consultado.
P. El exministro Prada va a ser embajador, ¿a usted le gustaría ayudar al Gobierno desde algún otro cargo?
R. No. En parte por razones personales, tengo dos hijos en Nueva York. Me incorporaré a mi plaza en la Universidad de Columbia. Y como dijo mi secretaria, recordando cuando llegué al Ministerio, a mí me gusta más que me llamen profesor. Además, debo decir que he sido un profesor eterno de producción académica. De pronto soy el economista más productivo de la historia de Colombia.
P. ¿Cómo es un Consejo de Ministros con Gustavo Petro?
R. Es muy normal. Presentaba sus puntos de vista y a veces nos pedía a algún ministro que hiciera alguna presentación sobre un tema y se discutía. Hay mucha participación de los ministros en las discusiones.
P. La impuntualidad del presidente se ha convertido ya en un asunto de Estado. La habrá sufrido mucho.
R. Era una práctica curiosa, pero todos nos adaptamos a ella.
P. ¿Cree que hay improvisación en el Gobierno?
R. No comments.
P. ¿Hacia dónde va ahora el mandato?
R. En mi campo, yo celebro que el ministro Bonilla esté diciendo exactamente que va a continuar con la política que yo inicié. De generar estabilidad macroeconómica, respetar la regla fiscal, respetar la autonomía del Banco de la República.
P. ¿Cuáles son los riesgos para la economía de aumentar el gasto?
R. El aumento del gasto se ha hecho financiado, es con reducción del déficit fiscal. La reforma tributaria que se aprobó el año pasado, precisamente para poder hacer más gasto social, se hizo manteniendo la disciplina fiscal.
P. Ha dejado las cosas bien atadas.
R. Sí, de hecho estamos cumpliendo la regla fiscal, que es una norma legal colombiana.
P. ¿Qué sintió cuando Petro le pidió que asumiera la economía del país?
R. Curiosamente él ya me lo había pedido también la vez pasada, cuando perdió. Entonces le dije que no podía porque era miembro de la junta del Banco [de la República] y había una inhabilitación de un año. Esta vez lo dijo públicamente en televisión en un debate con el candidato que yo apoyaba, que era Sergio Fajardo. Dijo: uno de sus asesores va a ser mi ministro de Hacienda. Entonces yo le dije que si ganaba, hablábamos, básicamente porque él sabía que yo no era de su movimiento político.
P. ¿Qué protagonismo o peso se le da al tema económico en el Gobierno?
R. Hay una muy buena coordinación con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, y con la ministra de Agricultura, en particular. Pero también con Ecopetrol, con la red de bancos y de entidades financieras oficiales, que creo que se llama el Grupo Bicentenario. Yo reorganice toda esa estructura con objetivos muy claros. Y logré la unidad de la Federación de Cafeteros en el momento en que parecía que iba a dividirse.
P. Ahí tuvo una de las mayores crisis con el presidente.
R. No comments.
P. Cuando el ministro Alejandro Gaviria salió del Gobierno. ¿Pensó que también se acababa su tiempo?
R. Alejandro Gaviria era parte de nuestro grupo, nos reuníamos a veces, sobre todo para el tema complejo que fue la reforma de salud.
P. Se les llamaba los moderados.
R. Nosotros teníamos una visión en materia de salud de construir sobre lo construido. Tratar de mejorar el sistema con base en el sistema existente, pero con una conciencia clara de que había que mejorar la atención primaria, todos estábamos de acuerdo con eso.
P. ¿Entiende el miedo de alguna gente hacia el Gobierno de Petro?
R. No comments.
P. Hay sectores que dicen que sería capaz de saltarse la institucionalidad.
R. La institucionalidad de Colombia es suficientemente sólida para impedir cualquier aventura en otra dirección. No creo que el presidente Petro lo quiera intentar.
P. ¿En estos meses se ha hecho más de izquierdas?
R. Siempre he sido socialdemócrata. Nadie puede discutir cuál es mi orientación. He sido consistente, incluso en mis escuelas de pensamiento económico. Soy una mezcla del estructuralismo latinoamericano con la escuela keynesiana.
P. ¿Cómo se podría recuperar la senda de crecimiento rápido?
R. Pregúnteselo también a los europeos y a Estados Unidos. El contexto internacional sigue siendo muy complejo, porque la inflación alta ha llevado a tasas de interés altas. La Reserva Federal y el Banco Central Europeo aumentaron las tasas de interés. De ambos se espera que hasta que no baje la inflación en forma significativa no va a haber una reducción de tasas de interés para facilitar la reactivación. Y hay otros fenómenos internacionales muy complejos.
P. ¿El Gobierno del cambio es cómo esperaba?
R. En lo que me correspondió a mí, la reforma tributaria es el cambio.
P. ¿Cómo imagina el país dentro de cuatro años?
R. Es complejo hoy en día por la multiplicidad de partidos, una cosa muy diferente a la del pasado. Es una característica que hace mucho más compleja la política de la negociación.
P. No me ha respondido.
R. Como colombiano espero que se siga avanzando en el tema de la paz y el de la violencia, que son los temas más críticos de nuestro país, y ahí estoy totalmente de acuerdo con las políticas que ha formulado el presidente Petro. Espero que haya reactivación económica después de esta desaceleración, pero también depende de lo que pase en el mundo. Y espero que haya avances en materia social, aunque el avance en materia social que ha tenido Colombia desde la Constitución de 1991 es muy importante. Nuevamente, es construir sobre lo construido.
P. Ha trabajado con Gaviria, con Samper y con Petro.
R. Son gobiernos muy diferentes. Incluso el de Gaviria y el de Samper fueron muy diferentes.
P. ¿Este es el más complicado?
R. No, el de Samper fue muy complicado. El de Gaviria no fue complicado en ese sentido, pero fue objeto de muchas polémicas y algunas discusiones internas muy interesantes, en las cuales yo participé. Por ejemplo, ¿cuánto se privatiza? Ahí incluso tuve victorias con los que no queríamos que se privatizara todo, que éramos los socialdemócratas.
P. Un par de veces lo han propuesto como candidato a la Presidencia. ¿Le interesaría?
R. No comments [risas].
P. ¿Pero volvería a la política?
R. Nunca he sido político. He apoyado gobiernos, pero como técnico. No he ido a conquistar un solo voto en mi vida.
P. ¿Cómo es el presidente Petro?
R. Es una persona con visiones propias, fuertes, siempre las ha tenido y uno habla con él en esos términos. Debo decir que muchos compartimos ideas suyas, yo siempre he sido defensor de la reforma agraria.
P. ¿Ha sido fácil trabajar con él?
R. En algún momento, como con todo presidente, uno tiene diferencias de opinión. En la reforma tributaria no hubo diferencias.
P. ¿Por qué hay tanto miedo en Colombia a la palabra expropiación?
R. Por los viejos debates históricos... Pero ahí curiosamente, la ley de reforma agraria, la Ley 160 de 1994, que diseñé yo como ministro de Agricultura, sigue vigente. El marco legal para hacer reforma agraria lo diseñé yo.
P. ¿Habrá que expropiar tierras?
R. Creo que no se necesita. Se puede hacer a través de otros mecanismos. La Agencia Nacional de Tierras, que yo también contribuí a crear en la reforma rural de Santos...
P. Usted lo ha hecho todo.
R. No, no, no, en la parte agraria yo tengo mucha influencia de cuando fui ministro de Agricultura. Ahí diseñamos las instituciones agrarias de Colombia. La Agencia Nacional de Tierras es que no había comprado tierras, entonces tiene que aprender a comprarlas.
P. ¿No se plantea la jubilación?
R. No, soy un trabajador incansable.
P. ¿Deja al Gobierno con más o menos amigos de los que tenía?
R. Curiosamente con más amigos. El apoyo que he recibido en estas dos semanas me ha sorprendido, de todo el espectro político, incluyendo muchos aliados del presidente Petro.
P. ¿Es optimista respecto al futuro de Colombia?
R. Soy muy optimista. En términos de institucionalidad estatal, de división de poderes, de pronto tenemos la mejor de América Latina. Somos el segundo país del mundo que hemos estado regidos por gobiernos electos, después de Estados Unidos. Además, los colombianos somos muy trabajadores y tenemos una clase empresarial muy buena, muy dinámica.
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