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Enrique Peñalosa, el exalcalde que protagoniza la oposición a Petro

Después de su fracasada precandidatura presidencial, el político ha recobrado relevancia en el debate político. Twitter es el escenario en el que descalifica al nuevo Gobierno, en cabeza de un viejo enemigo político

Sally Palomino
El exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en una imagen de 2014.
El exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, en una imagen de 2014.Fernando Vergara (AP)

Enrique Peñalosa ha aparecido más en titulares de prensa en los últimos meses que cuando hacía campaña para ser candidato presidencial, a inicios de año. El exalcalde de Bogotá se ha empeñado en ser una voz de oposición a Gustavo Petro, su viejo enemigo político, y sus críticas contra el nuevo Gobierno le han resultado, de momento, efectivas para mantenerse vigente en el debate público. Peñalosa, que apenas logró poco más a 200.000 votos, fue el peor resultado en la consulta interpartidista en las que la derecha buscaba rival para Petro en las presidenciales de julio, pero hoy es uno de sus contradictores más visibles. Ambos fueron mandatarios de la capital, con enormes diferencias en sus formas de gobernar y en su manera de concebir la ciudad.

El modelo de cómo debería ser el metro de Bogotá ha sido uno de sus múltiples desencuentros. Lo fue cuando Peñalosa sucedió a Petro como jefe de la ciudad, en 2016, y decidió cambiar los planes que dejó el ahora presidente, un metro subterráneo, y quiso que fuera elevado. Peñalosa rehizo el proyecto y en 2019 firmó el contrato. Las obras de la construcción del primer tramo, que apenas empieza, le ha recordado a Petro una vieja pelea, que ha querido volver a dar. “En el año 2015, el metro subterráneo de Bogotá, hasta la calle 127, costaba 14 billones de pesos hoy ese mismo tramo cuesta 35 billones de pesos. Ese es el costo de la mezquindad política”, escribió en un tuit Petro sin mencionar directamente a Peñalosa, que le respondió: “Su metro subterráneo era tan costoso que usted nunca se acercó siquiera a licitarlo. Con su pequeñez usted ahora lo quiere modificar, gastando billones que quita a regiones pobres de Colombia. Mezquindad humana”. Peñalosa dice que hacer un metro subterráneo es muy caro también en su operación. “Consume más energía por los sistemas de ventilación y los bombeos de aguas”, decía hace poco en una entrevista en el diario El Tiempo, en la que aseguraba que desde que llegó Petro a la Presidencia el tema del metro se había politizado aun más.

No hay nada sobre lo que Enrique Peñalosa (Washington, 68 años) hable con tanta seguridad como del transporte. Su gran legado ―dice él― ha sido el sistema de buses de Transmilenio, que prometió que haría lo mismo que uno de trenes, pero 22 años después de su creación ha demostrado ser insuficiente. Sus opositores le responsabilizan de que Bogotá no tenga todavía una línea de metro y del atraso de Colombia al tener su principal ciudad, de nueve millones de habitantes, todavía moviéndose en buses.

Rodrigo Lara, exsenador y columnista de la revista Cambio, piensa en Peñalosa y dice que solo puede recordarlo como el alcalde que le ha hecho “el peor daño” a Bogotá. Según Lara, Transmilenio es responsable de que la ciudad esté colapsando. “Él logró vender la idea, acá y en otras partes del mundo, de que no valía la pena construir metros, si se podía lograr por menos dinero sistemas integrados de buses. Durante 20 años vendió el mismo discurso y hubo ciudades que le creyeron, cometieron un desastre urbanístico y al final tuvieron que construir sistemas de metro”, dice Lara. “Bogotá ha sido como el conejillo de laboratorio de Enrique Peñalosa”, apunta.

Peñalosa ha logrado que sus opiniones en Twitter, donde es muy activo, se conviertan en titulares de prensa, y su nombre ya ha empezado a sonar de cara a las elecciones locales del próximo año, aunque su última vez en una votación haya sido un total fracaso. Lara cree que la narrativa que volvió famoso a Peñalosa en los años noventa, cuando se veía como un político progresista y visionario, ya no funciona. “Le fue muy mal en las pasadas elecciones, sufrió toda una hecatombe electoral. Ya no es reconocido como un visionario de prestigio, ni un planificador urbano. Bogotá vive una de sus crisis más profundas y él tiene responsabilidad”, dice Lara, que logró interponer una acción popular para frenar a Peñalosa en su intento de hacer Transmilenio por la carrera Séptima. “Es un transporte donde la gente viaja en condiciones infrahumanas. Bogotá es la única ciudad grande de América Latina que no tiene metro porque se creyó la idea de que Transmilenio podría hacer lo mismo”, dice Lara.

Al otro extremo del exconcejal, están quienes encuentran sensato que Peñalosa permanezca activo en la discusión política. Daniel Mejía, su exsecretario de Seguridad, dice que sus opiniones son “útiles” en el debate nacional, sobre todo ahora, que la oposición, de mayoría uribista, no ha tenido una voz fuerte contra el Gobierno. “Es un país sin una oposición seria, o con una oposición pobre, la reaparición de Peñalosa hablando de temas concretos es útil, además el principal opositor en su carrera política ha sido Petro”, dice Mejía, que destaca entre las alianzas políticas que han surgido tras las presidenciales, la independencia de Peñalosa, que se enfrenta al Gobierno en solitario y por Twitter, sin tener un cargo político. Cristina Vélez, que fue su secretaria de la Mujer, celebra que el exalcalde esté presente en la política actual. “Está llenando un vacío en la oposición. Es un urbanista que conoce muy bien Bogotá y que conoce bien al presidente”, dice Vélez.

Carlos Carrillo, concejal de Bogotá por el partido de izquierda Polo Democrático y contradictor de Peñalosa, reconoce que las polémicas que protagoniza en redes, le han funcionado para mantenerse vigente. “Estamos en precampaña. Peñalosa tienen todo para ser un jugador importante ahora, que el presidente es Petro. Si algo sale mal en el Gobierno, Peñalosa representa al antipetrismo duro”, opina Carillo. “Si el Gobierno de Petro se desgasta, sin ser uribista, Peñalosa es capaz de recoger a la derecha, y, por supuesto, al centro”, reconoce el concejal.

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Sobre la firma

Sally Palomino
Redactora de EL PAÍS América desde Bogotá. Ha sido reportera de la revista 'Semana' en su formato digital y editora web del diario 'El Tiempo'. Su trabajo periodístico se ha concentrado en temas sobre violencia de género, conflicto armado y derechos humanos.

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