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Más sobre Niemann (II)

El gran maestro Miguel Illescas cree que el error del estadounidense se debió a que interpretó mal la jugada que le soplaron

Esta partida alimenta el fuego del debate sobre si Hans Niemann también ha hecho trampas en partidas presenciales -él lo niega- o solo por internet, en más de cien partidas según Chess.com, la plataforma que solo ha sacado a la luz los trapos sucios del joven estadounidense cuando este venció al campeón del mundo, Magnus Carlsen, el pasado 4 de septiembre. Al final de su último vídeo (https://www.youtube.com/watch?v=BJ4pa8Gerxk), Miguel Illescas, octacampeón de España, lanza una hipótesis tan peculiar como verosímil sobre el grave error de Niemann en su lance vigésimo tercero.

Lo acontecido en el torneo Marshall Spring de 2020 en Nueva York, donde se registró esta derrota, y también se dieron tres victorias muy brillantes ya publicadas en esta columna, es muy controvertido. Niemann terminó el 4º de diez, un puesto proporcional a sus puntos Elo de entonces, que hubiera ocupado normalmente sin hacer trampas. Pero lo que hizo para acabar en esa posición no tiene nada de normal porque su juego es formidable en las cinco victorias y muy flojo en las tres derrotas (también firmó un empate cortísimo).

Se disputaban dos rondas diarias, excepto en la última jornada. Ganó las dos primeras, perdió la 3ª, ganó la 4ª, cayó en la 5ª y 6ª, ganó la 7ª, empató la 8ª y ganó la 9ª. Cuando se plantea la hipótesis de que hizo trampas surgen dos dudas: por qué perdió tres partidas y por qué no hizo trampas de modo más inteligente, con más técnica y menos brillantez (años atrás fue alumno de un colegio para superdotados en Países Bajos). Sobre la primera, Illescas está convencido de que en la 3ª jornada, la de las dos derrotas, su sistema para hacer trampas no funcionó por problemas técnicos. En su vídeo no cita la posibilidad de que Niemann sufriera algún problema físico o mental ese día y el anterior (cuando se disputó la partida comentada más abajo) por el motivo que fuera. Sin embargo, esta defensa de Niemann también tiene un punto débil: la brillante victoria que publicamos ayer se produjo entre la primera y la segunda derrota.

Con la información disponible cuando se escriben estas líneas, se pueden establecer las siguientes conclusiones con bastante solidez:

1) Niemann, de 19 años ahora, hizo trampas por internet a los 12 años y entre los 16 y los 17, en más de cien partidas.

2) Nadie ha aportado un indicio sólido de que Niemann haya hecho trampas en partidas presenciales, excepto las dudas razonables planteadas en esta columna y ampliadas por Illescas con respecto al torneo Marshall Spring de marzo de 2020.

3) Por tanto, no hay ninguna razón de peso para acusar a Niemann de trampas en torneos presenciales de los dos últimos años, incluyendo la Copa Sinquefield, donde derrotó a Carlsen el pasado 4 de septiembre.

4) La actuación de Chess.com en este asunto deja al menos dos preguntas muy delicadas en el aire: ¿por qué esperaron a que Niemann hiciera trampas en mas de cien partidas para sancionarlo (cuando tenía 16-17 años) y perdonarlo después? ¿Por qué reactivan la sanción ahora, después de que Niemann derrote a Carlsen en una partida presencial? La imagen de esa plataforma, que dice tener más de 90 millones de usuarios, queda cuestionada justo cuando está comprando Play Magnus, el grupo de empresas del que Carlsen es el máximo accionista, por más de 80 millones de dólares.

5) Todo indica que Carlsen cometió un error muy grave al retirarse de la Copa Sinquefield al día siguiente de perder con Niemann, debido probablemente a la mezcla de dos emociones: el enfado al enterarse antes de esa partida (¿por información privilegiada?) de que Niemann había hecho trampas repetidamente por internet y la rabia por la derrota. A ello debe añadirse la conducta claramente antideportiva del campeón del mundo dos semanas después, cuando se rindió ante Niemann tras hacer solo un movimiento en el torneo rápido por internet FTX Crypto Cup, organizado por Play Magnus.

Una reflexión final: pedir que, a partir de ahora, los tramposos sean muy duramente castigados, es lógico y legítimo. Pero pretender -como hacen no pocos en las redes sociales- que esas sanciones tan severas se apliquen retroactivamente es una aberración, moral y jurídica.

 
Leontxo García


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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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