Ocho autos judiciales en un año revelan las irregularidades del CIE de Madrid
"Nos enfrentamos a un incumplimiento constante de las normas por parte de Interior", afirma un magistrado
Una batería de ocho autos judiciales, dictados en apenas un año, revela las irregularidades del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche (Madrid). Recogidos en el último informe de la ONG Karibu, que atiende a los subsaharianos encerrados en este complejo de la capital, estos escritos reflejan las deficiencias en la atención y asistencia de los inmigrantes. Uno de los documentos insta al Ministerio del Interior a "que se confeccione un historial médico de las personas internadas". Otro, a que se fije un "horario, lugar y personal suficiente para que estas puedan entregar en mano su solicitud de asilo". Y otro, por ejemplo, a que se instalen cámaras de seguridad en todos los espacios, salvo en los dormitorios y baños.
"En el interior del CIE, los internos carecen de los medios imprescindibles para una vida diga de todo ser humano", ha denunciado Karibu durante la presentación del informe, en la noche del jueves. Una cita a la que también ha asistido Ramiro García de Dios, juez de instrucción de Madrid y encargado del control de estos centros. "Nos enfrentamos al incumplimiento constante [de la normativa] por parte de Interior", ha subrayado el magistrado, que firma varios de los autos. "El Ministerio lleva incumpliendo la legalidad desde que se crearon los CIE", ha apostillado García de Dios.
El complejo de Aluche acogió a 1.526 internos en 2016. De ellos, solo el 46% fue repatriado. "Estas cifras ponen de manifiesto el fracaso del sistema. La gran mayoría de las personas que pasan por el CIE no son expulsadas a sus países de origen, que es el objetivo de estos centros. Esto demuestra su ineficacia y la vulnerabilidad de los inmigrantes", recalca el informe de la ONG, donde se recoge otro auto que recuerda a la dirección de la instalación que los internos trasladados a centros médicos "deben tener garantizado el derecho a ser asistidas por una intérprete".
Otro de los escritos, fechados desde mayo de 2016 a enero de 2017, ordena al CIE que provea a los sin papeles de más ropa, calzado y toallas. "Para que la higiene personal sea suficiente", apunta el documento, donde también se denuncia las deficiencias del sistema de calefacción. "La vida dentro es peor que una cárcel", ha remachado García de Dios, que ha concluido: "El modelo ideal de CIE es el inexistente".
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