“El teatro es mucho mejor que el botellón”

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"El teatro es mucho mejor que el botellón", responden al unísono Noelia Rivero y Enrique Rivero, ambos de 16 años y alumnos del Instituto Macarena de Sevilla. Los dos forman parte del equipo que ha programado Tóxicos para este 6 de junio en la sala privada de La Fundición. Antes, el pasado 31 de mayo, lo han hecho sus compañeros del instituto Velázquez, quienes se han decantado por Jeremy. Estos jóvenes programadores forman parte de una experiencia piloto de Escenarios de Sevilla (#MuyDeEscenarios) para crear público a través del conocimiento completo de todos los entresijos de la escena desde la adolescencia.

Noelia se lo toma tan a pecho que en un ensayo de su presentación confunde a la operadora de cámara que les graba, quien no acierta a distinguir si es real o interpretación la secuencia que está filmando. Tienen todo planeado, los textos, la escena, los tiempos, las luces. Lo han aprendido en sus visitas en los últimos meses. A ella, conocer el Teatro Central "desde arriba, desde abajo, por fuera y por dentro" le ha entusiasmado y ayudado a entender las tripas de este arte. "Hemos comprendido lo complejo de la escena, en especial, en el ámbito de los humano", añade su compañero Enrique.

La pasión de ambos les ha llegado de su profesora de Filosofía, Teresa Fernández. "Un día les pregunté si hacían algo más que botellón y pasear. Les propuse venir al teatro conmigo y se apuntaron algunos. Poco a poco, el grupo y el entusiasmo fue creciendo y se apuntaron hasta los padres", recuerda la docente, una entusiasta de su profesión.

Ella también es responsable de que sus alumnos hayan elegido una obra de teatro experimental. Es ese al que van juntos y consideran que es mejor para "hacer pensar al espectador". Sus compañeros del instituto Velázquez, coordinados por Juan Luis León, se han decantado por una "comedia que conecte bien con la realidad que viven, con la España actual", según Marco Gervasini, de 15 años e integrante del equipo de su centro de enseñanza.

El responsable de la programación de La Fundición, Toni Morales, pese a todas las dificultades, habituales en su oficio y ocultas al público que disfruta de la representación cuando todo se ha superado, explica que la idea surgió cuando quisieron indagar "qué pasa con los adolescentes que no incluyen el teatro entre sus opciones de ocio". "Pensamos que era bueno preguntarles en vez de responder nosotros", explica.

Los estudiantes se han hecho cargo de todo desde la elección de las obras hasta la contratación de las compañías profesionales que se hacen cargo de la representación. Han bautizado el certamen como "Freshtival" y en la publicidad que han diseñado, invitan a ir "de fiesta con MacVez", en alusión a los nombres de sus institutos. Han aprendido que el escenario es una celebración, difícil, pero inmensamente divertida.

Toni Morales ha descubierto que detrás de esos 15 o 16 años de vida hay una inteligencia limpia, una capacidad extraordinaria y una entrega absoluta para aquello que les motiva. Y el teatro lo hace. La experiencia se repetirá el próximo año si las entidades que se han apuntado a colaborar firman su compromiso. Entonces se ampliará a nuevos institutos y se prolongará una semana. Se abre el telón.