Rajoy aviva el suspense sobre Cañete
El líder del PP apura al máximo los tiempos Pierde fuelle la teoría de un cambio profundo de Gobierno La mayoría sigue apostando por el ministro para las europeas
Primero se esperaba que el anuncio llegara después de Reyes. Luego muchos dirigentes del PP confiaban en que Mariano Rajoy aprovecharía la convención nacional de Valladolid de finales de enero para lanzar finalmente al candidato a las elecciones europeas. Pero el presidente del Gobierno encaró esa cita en plena crisis interna por la renuncia de Jaime Mayor Oreja y optó por retrasar la decisión. Llegó al congreso del PP europeo sin aspirante y, cuando faltan menos de dos meses para los comicios del 25 de mayo, la previsión más extendida en el partido mayoritario es que el anuncio es inminente. Probablemente, la próxima semana, aunque el calendario permitiría a Rajoy esperar aún 20 días.
Mientras, en el PP y en el Gobierno se han establecido todo tipo de teorías sobre el retraso de la candidatura, que ha superado todas las previsiones y ha convertido a España en el único gran país de Europa donde el principal partido no ha designado a su número uno ni al resto de la lista.
En el Ejecutivo, hace unas semanas, hubo mucha especulación sobre la posibilidad de que Rajoy estuviera preparando un cambio de Gobierno profundo. Eso tenía inquietos a los ministros y fomentaba todo tipo de comentarios internos. “Quien está interesado en que haya movimientos en el Gobierno, habla de Cañete y quien quiere una remodelación del partido, habla de Pons”, resumía un dirigente popular en referencia a la candidatura del ministro de Agricultura, uno de los favoritos, y al vicesecretario de Estudios y Programas, que también estuvo en las quinielas.
España es el único gran país donde el principal partido no tiene candidato
Pero la posibilidad de un cambio de Gobierno poco a poco ha ido decayendo —aunque nunca del todo, ante el silencio del presidente—, y ahora todo el mundo está más o menos tranquilo en la confianza, que no certeza, de que el presidente, si finalmente designa a Cañete como aún prevé la mayoría, hará un retoque mínimo. Todo el PP trabaja, de hecho, con la hipótesis de Arias Cañete. Cualquier otra solución sería una gran sorpresa interna, aunque nadie la descarta del todo porque Rajoy ha demostrado una vez más, con esta demora en el nombramiento, que tiene poder para hacer lo que quiera. Como sorpresa se especula, por ejemplo, con José Manuel García-Margallo, ministro de Exteriores y representante del poder valenciano en el Ejecutivo. Y en Valencia se celebrará el próximo fin de semana un cónclave intermunicipal al que acudirán varios ministros y el propio Rajoy, una importante cita de precampaña, puesto que el presidente ordenó a los suyos afrontar estos comicios como si fueran unas municipales.
Pero, ¿qué pasará después? Ahí empiezan de nuevo las especulaciones. La opción más conservadora y más del estilo de Rajoy consistiría en hacer una minicrisis para poner a la secretaria general de Agricultura, Isabel Tejerina, como sustituta de Arias Cañete. Es lo que muchos ven como más probable. Pero hay otro elemento que abre más quinielas. Rajoy debe encontrar acomodo a Javier Arenas, su amigo, su asesor, su gran apoyo interno, descolocado tras su fiasco en Andalucía en 2012, donde no logró hacerse con el poder. Arenas está muy enfrentado a María Dolores de Cospedal, la secretaria general, y aunque ha salido vencedor del último gran pulso, el de la sucesión en Andalucía, sigue teniendo un papel difuso en el partido y un peso político muy superior al puesto de vicesecretario que ocupa. Por eso algunos creen que podría entrar como ministro aprovechando la salida de Arias Cañete.
También se especula con que podría buscarle acomodo como presidente del Senado, pero Pío García-Escudero no parece tener ninguna intención de abandonar ese puesto para incorporarse al Gobierno. Arenas o García-Escudero son hombres fieles a Rajoy y él les dará lo que le pidan. Sin embargo, los más cercanos al presidente creen que incluir ahora a Arenas en el Ejecutivo implicaría romper los equilibrios de poder. Soraya Sáenz de Santamaría es la única vicepresidenta, la que se encarga de la línea política, y la entrada de Arenas sería interpretada como un refuerzo político que pondría el foco en él. El andaluz, además, fue en el pasado una persona muy cercana a Luis Bárcenas.
Cañete no desea ser cabeza de lista y hacer campaña por el alto riesgo de perder
¿Por qué se ha retrasado tanto la decisión? Durante un tiempo, la tesis más instalada fue que Rajoy quería negociar bien el reparto de poder europeo antes de cerrar su candidatura. En realidad, Arias Cañete no parece tener ningún deseo de ser el candidato y hacer la campaña con un alto riesgo de perder, una mancha enorme en cualquier expediente político. Pero sí quiere ser comisario europeo, un brillante final para su carrera política. Aspira a una comisaría de peso, al nivel de la de Competencia que ostenta ahora Joaquín Almunia. Y eso no es fácil, sobre todo si Rajoy quiere a la vez que Luis de Guindos presida el Eurogrupo y algún otro papel importante.
Sin embargo, superado el congreso del PPE esa explicación del retraso por cálculos de Rajoy en la batalla del poder europeo ya no vale. Ahora la más extendida consiste en que el presidente quiere apurar al máximo la salida de Arias Cañete del Gobierno para dejarle terminar sus tareas pendientes y de paso para dificultar la campaña de Elena Valenciano, que al no tener contra quien debatir no logra entrar en ambiente electoral. El presidente está estos días concentrado en su familia tras la muerte de su hermano Luis, al que estaba muy unido. Pero todos los consultados creen que la decisión es inminente y se anunciará la próxima semana.
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