La manzana de Adán, ¿no sería un albaricoque o un membrillo?
Los periodistas que cubren la información del Congreso premian la pregunta más exótica de los parlamentarios españoles al Gobierno
A la vista de las preguntas que los parlamentarios españoles formulan al Gobierno para ser respondidas por escrito —para que queden fijadas de manera indeleble—, lo que no se podrá reprochar a sus señorías es que no se preocupen por los temas más diversos: que si se ha hecho algo para que los instrumentos de los músicos puedan ir en la cabina del avión, y no en la bodega; que si la manzana de Adán y Eva fue manzana u otra fruta autóctona del paraíso; que si hay que saber de qué variedad son las ratas que se comen los cables en algunas estaciones de Renfe... Algunas de las preguntas más exóticas han quedado como finalistas para La pregunta del millón, que concede anualmente la Asociación de Periodistas Parlamentarios.
La lectura de las preguntas hace las delicias de los asistentes a la velada en la que se entregan los premio. Y no es para menos. Un ejemplo: “En relación con con el libro editado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente titulado La vegetación de la Biblia, ¿comparte el Gobierno la opinión del autor sobre que la manzana de Adán y Eva debió ser un albaricoquero, un naranjo amargo, un pomelo o un membrillero, ya que el manzano no es originario de Palestina ni parece que exista asilvestrado en sus montes?". Sin duda de interés, ahora que en el portal de Belén ya no hay animales y los Reyes Magos son andaluces, según el Papa.
No obstante, la tensión y la atención de los políticos están en los galardones que se dan a continuación. Sobre todo en el premio más deseado, el Castelar al mejor orador. Este año se lo disputan la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el socialista Ramón Jáuregui y los portavoces nacionalistas Josu Erkoreka (PNV) y Josep Antoni Duran i Lleida (CiU). El día 18 de diciembre se abrirá el sobre con el ganador. Los periodistas parlamentarios han votado ya a los finalistas y volverán a hacerlo para elegir al vencedor por el procedimiento más democráticamente puro: Voto secreto en urna.
Las exóticas preguntas finalistas
En el terreno de las preguntas esta es la literalidad de las que han resultado finalistas:
Laia Ortiz, de ICV- Els Verds ( Izquierda Plural) : "En relación con con el libro editado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente titulado La vegetación de la Biblia, ¿comparte el Gobierno la opinión del autor sobre que la manzana de Adán y Eva debió ser un albaricoquero, un naranjo amargo, un pomelo o un membrillero, ya que el manzano no es originario de Palestina ni parece que exista asilvestrado en sus montes?".
José Antonio Duran i Lleida de CiU pregunta: "Qué medidas piensa adoptar el Gobierno con el fin de facilitar, a los músicos profesionales que viajen en avión, el traslado de sus instrumentos en la cabina de pasajeros, con el fin de evitar que su transporte en bodega pueda deteriorarlos?" .
José Luis Centella de IU ( Izquierda Plural ) quiere saber: "¿Qué número de personas de nacionalidad China-venezolana-Italiana-Japonesa han muerto en territorio español en los últimos 10 años?".
Pere Macías de CiU interroga: "Las características de la colonia de ratas que se comen los cables de señalización de ADIF en la estación de Sant Miquel de Fluvià".
Como el de mejor orador. El premio Azote del Gobierno es otro de los premios más cotizados y para el mismo han quedado como finalistas: Soraya Rodríguez (PSOE); Joan Coscubiela (ICV); Rosa Díez (UPyD) y Joan Baldoví (Compromís-Equo). La venganza del Gobierno se produce con el premio Azote de la oposición, al que aspiran Alfonso Alonso (PP); Cristóbal Montoro (ministro de Hacienda); Celia Villalobos (PP) y Rafael Hernando (PP).
Para resquemor de las direcciones de los partidos, hay un premio especial a la mejor relación con los medios de comunicación que se denomina premio Carandell. El exministro socialista Valeriano Gómez está en ese bloque, junto a Carles Campuzano (CiU), Ana Oramas (Coalición Canaria) y Carlos Salvador (UPN). Uno de los premios más antipáticos es el Castigo para la prensa, que recae en quien se retrae ante la prensa, es poco amable o, por el contrario, se prodiga en exceso. En este bloque son finalistas los ministros del Interior, Jorge Fernández Díaz, y de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Entran en esta competencia el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el diputado socialista Antonio Hernando.
Con especial agrado recibe el galardonado el premio al diputado “más activo”. Los finalistas con Ricardo Sixto (Izquierda Plural); Carlos Martínez Gorriarán (UPyD); Aitor Esteban (PNV) y Olaia Fernández Dávila (BNG).
En este equilibrio entre la cal y la arena, llega otro premio antipáticos, que se otorga al Diputado Desconocido. Sus finalistas son Esteban González Pons y Teófila Martínez, del PP, y José Blanco y José Enrique Serrano, del PSOE. En términos estrictos es un premio a quien no hace uso de la tribuna de oradores, pero cierto es que en estos casos concretos se trata de dirigentes de partido o personas de confianza de las direcciones de sus fuerzas políticas y cuya tarea se desarrolla en otros ámbitos.
Este año se crea un premio nuevo, dedicado al parlamentario con mayor actividad en las redes sociales. Finalistas al premio Parlamentario 2.O, han resultado, Toni Cantó (UPyD); Alberto Garzón (Izquierda Plural); Santiago Cervera (PP) y el senador socialista Ander Gil.
Los cuatro aspirantes al Premio diputado revelación son Alfred Bosch (ERC); Patricia Hernández (PSOE), Irene Lozano (UPyD) y Laia Ortiz (ICV). En el Senado el galardón estará ente Patxi Yanguas (UPN); Elena Diego Castellanos (PSOE), Silvia Franco (PP) y Narvay Quintero (CC). De la Cámara Alta han resultado votados mayoritariamente Joseba Zubía (PNV); Xosé Manuel Barreiro (PP), Monserrat Candini (CiU), y Mónica Alminyana (Entesa dels Catalans). Del Parlamento Europeo saldrá como eurodiputado del año: Willy Meyer (IU); María Badía (PSOE); Carlos Iturgáiz (PP) e Izaskun Bilbao (PNV).
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