Tiger Woods dio negativo en las pruebas de alcoholemia tras ser arrestado
El golfista se muestra arrepentido tras su detención acusado de conducir intoxicado y asegura que todo se debió a "una reacción de unos medicamentos recetados"
Los detalles del arresto Tiger Woods por conducir intoxicado se van perfilando. La policía ha detallado que el golfista más célebre fue hallado sobre las tres de la mañana del lunes con su coche parado en el arcén de una avenida de Júpiter (Florida, EE UU) con las luces de posición y el intermitente derecho encendidos. Woods estaba dentro del vehículo, dormido contra el volante.
Los policías despertaron al deportista, que tenía el cinturón de seguridad puesto. Woods estaba "extremadamente lento y confuso", dice el parte. No fue capaz de caminar en línea recta ni de mantenerse derecho sobre una sola pierna. Cuando empezó a articular algo mejor sus ideas le dijo a los agentes que esa noche había llegado de un evento de golf en Los Ángeles. En la prueba de alcoholemia el resultado fue negativo. Woods les explicó que había tomado medicamentos, e igulamente fue detenido por conducir "intoxicado" y liberado unas horas después sin tener que pagar fianza.
El golfista afirmó lo mismo —que se trató de un problema de pastillas— al final de su dura jornada del lunes en un mensaje a los medios. "Entiendo la gravedad de lo que hice y asumo toda la responsabilidad de mis acciones. Quiero que el público sepa que el alcohol no estaba involucrado", dijo el golfista, de 41 años. "Lo que ocurrió fue una reacción inesperada a unos medicamentos recetados. No me di cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuertemente", añade Woods en su reclamación. "Me gustaría pedir disculpas con todo mi corazón a mi familia, amigos y los fans. Espero más de mí mismo también. Haré todo lo que esté a mi alcance para asegurar que esto nunca vuelva a suceder. He cooperado plenamente con la aplicación de la ley, y me gustaría agradecer personalmente a los representantes del Departamento de Policía y la oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach por su profesionalismo", concluye el comunicado
La fotografía del rostro de Tiger Woods tomada por la policía tras su arresto ha dado la vuelta al mundo marcando un nuevo capítulo en su trompicada trayectoria personal de los últimos años. Woods fue arrestado en la ciudad de Jupiter, donde tiene su mansión en una isla exclusiva. El genio del golf en horas bajas fue trasladado a la comisaría del municipio de Palm Beach y sobre las once de la mañana fue puesto en libertad. Sin fianza, pero con el foco mediático global cayendo inmisericorde sobre él.
Woods, niño prodigio en sus inicios y leyenda viva del golf, ganador desde 1996 de 14 grandes y 79 títulos en el PGA Tour y con una fortuna valorada por Forbes en más de 700 millones de dólares, se encuentra alejado de la competición por problemas físicos. Cada vez más lejana la conquista de su último gran torneo —el US Open de 2008—y tras volver al Circuito de la PGA en enero tras una ausencia de 17 meses, tuvo que entrar otra vez en el dique seco después de retirarse por problemas de espalda de un torneo en Dubái a comienzos de febrero.
En abril se sometió a su última operación de espalda, su cuarta cirugía en tres años, y actualmente se encuentra en fase de recuperación. La semana pasada decía en su blog, con un tono positivo y tranquilo: “De mi vuelta a la competición, el pronóstico a largo plazo es positivo. Mi cirujano y mi quiropráctico dicen que la operación fue un éxito. Es simplemente una cuestión de no fastidiarlo. Estoy caminando y haciendo mis ejercicios, y llevando y recogiendo a mis hijos del colegio. Todo lo que puedo hacer es ir día a día, No hay prisa”. “Pero quiero decir de manera clara que quiero volver a jugar al golf de manera profesional”. Afirmó que no se sentía "tan bien" desde hace años.
Pero su arresto mientras conducía intoxicado su coche por Jupiter supone un nuevo golpe a su imagen, mellada tras el escándalo sexual que protagonizó en 2010 y que le llevó al divorcio de su esposa, la modelo Elin Nordegren. Además, esta no es la primera vez que Tiger Woods tiene un problema con el coche: el Día de Acción de Gracias de 2009, el golfista empotró su coche de madrugada a la entrada de otra de sus residencias, en Orlando (Florida). En aquella ocasión, su esposa empleó un palo de golf para romper la ventana trasera del vehículo y sacar a su marido. Ese incidente pareció abrir la caja de pandora, pues a partir de entonces se hicieron públicas sus decenas de infidelidades a Nordegren, madre de sus dos hijos.
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