28 fotosLos rostros de las víctimas de Boko HaramMás de 1,5 millones de personas han tenido que huir de sus hogares tras los ataques de Boko Haram. Estas son algunas de sus historias.El PaísNigeria - 26 feb 2017 - 09:38CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceFalmata Mohamad, 31 años, huyó de la aldea de Muntina cuando Boko Haram llegó. Hace 11 meses se refugió en el barrio de Kawar Mali en Maiduguri, Nigeria, junto a sus hijos. Este barrio fue el epicentro de la insurgencia de Boko Haram hasta que fueron expulsados por el Ejército. Hoy, paradójicamente, es el lugar donde miles de desplazados por la violencia de Boko Haram han encontrado refugio.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un grupo de mujeres desplazadas recién llegadas al campo de Muna Garage, a las afueras de Maiduguri, en Nigeria.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un grupo de mujeres recién llegadas al campo de desplazados de Muna Garage esperan sentadas a ser interrogadas por los líderes locales. Han llegado solas, sin maridos (probablemente reclutados o asesinados por Boko Haram) y son, por tanto, sospechosas.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Fana, junto a su hermano Ali, huyó de Shasahamari cuando Boko Haram entró en el pueblo saqueando, secuestrando y destruyendo todo a su paso. En la huida perdieron a sus padres y llegaron al pueblo de Jakkana, donde unos familiares les han dado refugio.Pablo ToscosUn hombre reza en el campo de refugiados de Muna Garage, en Nigeria.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Las manos Abdul Kadir quedaron inutilizadas tras haber pasado 20 horas atado por milicianos de Boko Haram.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Grupo de mujeres refugiadas en el barrio de Kawar Maila, en Maiduguri.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Una mujer refugiada con su hija (las niñas en el norte de Nigeria portan hiyab desde pequeñas) en el barrio de Kawar Maila, en Maiduguri.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Tagana Goni logró huir de su aldea cuando llegó Boko Haram, pero se llevaron a una hija de 6 años a la que no ha vuelto a ver.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un grupo de mujeres espera para recoger agua en el campo de Muna Garage, en Nigeria.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Barrio de Kawar Maila, en Maiduguri, capital de Borno (Nigeria). Aquí se refugian miles de desplazados por el conflicto de Boko Haram.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Fatana (nombre ficticio) estuvo tres meses secuestrada por Boko Haram. Fue obligada a casarse con un combatiente. Hoy vive como desplazada en el campo de Muna Garage, en Maiduguri.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un grupo de hombres conversa en el pueblo de Jakkana, destino para miles de desplazados.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Unas mujeres cocinan en Jakkana, a las afueras de Maiduguri.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Muhamada Goni es un 'banga', miliciano del grupo de defensa civil que custodia y protege a la población ayudando al ejército.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Fatana fue secuestrada y esclavizada por Boko Haram. Hoy sobrevive como desplazada después de haberse escapado.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Modu Yachami y su esposa Yadawro Modu llevan viviendo ya tres años en Jakkana, tras haber huido de la violencia de Boko Haram.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Yana Falmata llegó hace un año a Maiduguri, donde sobrevive como desplazada. Boko Haram asesinó a su marido.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un hombre trabaja en su cabaña en Jakkana.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Yadawro Modu escapó hace tres año de Boko Haram y hoy sobrevive como desplazada.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Una cabaña en Jakkana. Los desplazados sobrevivien en precarias cabañas sin luz ni agua corriente.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Un grupo de mujeres recorre el pueblo de Jakkana registrando las nuevas llegadas de familias de refugiados.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Campo de refugiados de Muna Garage, en las afueras de Maidiguri, en NigeriaPablo Tosco (Intermon Oxfam)Omar Goni es el líder local de Jakkana y encargado de acoger a los desplazados que llegan huyendo de Boko Haram.Pablo ToscoUn grupo de mujeres en el barrio de Kawar Maila.Pablo ToscoRetrato de una mujer que fue secuestrada por Boko Haram. Como estaba embarazada, ningún miliciano la quiso como esposa, de modo que la intentaron vender. Días antes de que lo lograsen, huyó y alcanzó un campo de desplazados donde vive desde hace meses. El epidosio le provocó un aborto.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Mujeres desplazadas en el pueblo de Jakkana.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)Retrato de Fatama, que estuvo tres meses secuestrada por Boko Haram.Pablo Tosco (Intermon Oxfam)