Kuwait no copió el veto migratorio de Trump, pero pudo ser al revés
Un error de un portal de noticias pone de relieve las restricciones políticas a los visados en Oriente Próximo
“Kuwait anuncia su propio veto migratorio a cinco países de mayoría musulmana al estilo de Trump”, aseguraba el titular que repetían una y otra vez tuits y retuits con el entusiasmo de quien ha descubierto una exclusiva. La fuente, fuera cual fuera el medio al que remitiera el enlace, terminaba siendo una sola: The New Arab, un portal de noticias sobre el mundo árabe que se elabora en Londres y que es habitualmente fiable. Como se descubriría poco después, no fue una mentira sino un error, pero su reproducción sin verificar y, sobre todo, su mención en Facebook por nada menos que el propio Donald Trump, convirtió en viral la falsa información. Solo que esta vez, detrás del hecho alternativo hay algo de verdad.
Vayamos por orden. Cuando el jueves 2 de febrero, @DonaldTrump estampó en su cuenta de Facebook su ya célebre “Smart!” (que quizá podríamos traducir como “¡Bien hecho!) sobre la información de Albawaba, las visitas a ese portal de noticias jordano se dispararon, tal como han reconocido sus responsables. Pero no eran ellos los artífices del éxito, sino el citado The New Arab, al que atribuían la noticia.
El revuelo fue tal que al día siguiente, y a pesar de ser viernes, el día de descanso semanal en Kuwait, el Ministerio de Exteriores de ese emirato emitió un comunicado en el que desmentía “categóricamente estas alegaciones”. El texto, firmado por el viceministro para Asuntos Consulares, Sami al Hamad, también decía que “el Estado de Kuwait considera que la concesión de visado es un asunto soberano y que no está vinculado al terrorismo, la violencia, la nacionalidad o la fe”. Aunque el texto no lo especificaba, los afectados, según la información inicial, eran los ciudadanos de Irak, Irán, Siria, Afganistán y Pakistán (estos dos últimos no incluidos en el veto de Trump).
El firme desmentido llevó a The New Arab a investigar la información. Ellos mismos han explicado lo ocurrido: Un redactor de noche vio el asunto en varios medios del Golfo sin percatarse que se referían a una medida adoptada en 2011 y por lo tanto muy anterior a la llegada de Trump. En consecuencia, corrigieron su texto, ahora titulado El veto a los musulmanes de Trump es una vieja historia en Kuwait.
Albawaba y algún otro portal también se hicieron eco del error, pero ya era demasiado tarde para que los miles de apasionados tuiteros, muchos de ellos simpatizantes del nuevo presidente de Estados Unidos, se retractaran. El tono era “como no vamos a prohibirles la entrada [a los musulmanes], si ellos mismos lo hacen”.
Pero lo más sorprendente es que en el camino, tanto The New Arab como Albawaba descubrieron que el error había revelado una verdad. Por un lado, no está claro si Kuwait ha levantado realmente aquella restricción o cuándo lo ha hecho. “Informaciones contradictorias sugieren que el levantamiento del veto era inminente en 2013, sin embargo, parecía estar aún vigente en 2014. Nuestras fuentes en Kuwait nos dicen que todavía hoy, para los sirios en particular, resulta imposible entrar y que, desde 2011, a menos que se tenga muy buenas conexiones en el gobierno, es muy difícil obtener un visado si se procede de esos países”, constata el portal en el texto que da cuenta de su esfuerzo por comprobar los datos.
Nuestro único error ha sido denominarlo ‘prohibición de visado’ cuando deberíamos haber dicho ‘criba exhaustiva’ o incluso mejor, ‘una prohibición con pocas excepciones”, afirma Albawaba
Más combativo, Albawaba defiende que la información ha sacado a la luz “la inconfortable realidad de que existen de facto prohibiciones a la concesión de visados en Oriente Próximo, y muchos otros estados árabes que no se mencionan los mantienen desde 2011”. Este portal cita la prohibición de Emiratos Árabes a la entrada de egipcios por motivos políticos en 2014 o la de Qatar a los jordanos por un enfado entre las familias reales, la expulsión de chiíes libaneses de varios países del Golfo, el veto de Israel a los palestinos con doble nacionalidad o el de los países árabes a los viajeros que tienen sellos de Israel en el pasaporte.
“¡Presidente Trump, no se ha equivocado! Oriente Próximo lleva controlando sus fronteras en nombre de la seguridad (por no mencionar las políticas discriminatorias) desde mucho antes de que usted llegara [al poder] y llamara al pan, pan y al vino, vino. Nuestro único error ha sido denominarlo ‘prohibición de visado’ cuando deberíamos haber dicho ‘criba exhaustiva’ o incluso mejor, ‘una prohibición con pocas excepciones”, afirma Albawaba transformando la disculpa por la equivocación en una denuncia de la realidad.
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