_
_
_
_
_
La paradoja y el estilo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Huracanados

El ‘caso Gürtel’ es de perfil más popular y el de las ‘black’, más aristocrático Siempre es mejor un salón erótico que un tribunal o una gestora

Francisco Correa y María del Carmen Rodríguez, en la boda de la hija de José María Aznar Botella.
Francisco Correa y María del Carmen Rodríguez, en la boda de la hija de José María Aznar Botella.ULY MARTÍN
Boris Izaguirre

He sido evacuado de Miami ante la llegada del huracán Matthew. El nivel de histeria en la ciudad ante esta visita es comparable a la devastación que ese huracán genera en países menos preparados como Haití y Cuba. Como si la tormenta tuviera clara la frontera entre el subdesarrollo y el desarrollo. Mientras en la televisión americana mostraban imágenes del destrozo en Cuba, en los supermercados de Miami centenares de personas hacían compras nerviosas, se peleaban por generadores y linternas y hasta en un momento dado una pareja gay discutió porque uno pidió que compraran sacos de arena, para proteger las rendijas de las puertas ante los vientos, y la pareja se equivocó y compró bolsas de té.

Hasta los huracanes hacen diferencias. En España también vivimos una temporada huracanada y que se lleva por delante partidos históricos. Siempre se acusó a nuestra justicia de ser lenta pero jamás imaginamos que fuera a ser también programadora de televisión y juntara en una misma semana el juicio del caso Gürtel ccon el de las tarjetas black. Es como cuando coincidieron en Galicia los conciertos de Madonna y Prince o como cuando en un mismo día tienes un cóctel del Instituto Shah con una cena con Penélope Cruz. Un meme muy gracioso aseguraba que Rafael Spottorno, de quien se ha sabido que muchos de sus gastos en su tarjeta black fueron para adquirir piezas de porcelana, se habría equivocado de juicio y se sentó junto a los acusados de Gürtel. Podría ocurrir.

En esa ventolera de divertida equivocación, el Partido Popular ejerce su bipolaridad y asegura que el juicio a Gürtel no les afecta porque es “sobre otro Partido Popular, el de antes, no el de ahora”.

Tampoco el PSOE de ahora es el de antes. Ahora es una gestora. En cualquier caso, ese pasado siempre nos devuelve a esa fotografía de Rafael Correa entrando a la boda de la hija de José María Aznar, en calidad de testigo y con un chaqué de muchos euros. Ojo, puede pasar que un juicio te guste más que otro. Gürtel tiene un perfil más popular mientras que el black es más aristocrático, más selecto. De gente bien de toda la vida, como Rato y hasta Blesa que va superbien vestido. Donde El Bigotes es todo exageración, Blesa es esa discreción de fina estampa. Además, en el juicio por las black hay momentos impagables, como cuando los acusados pidieron que no quieren que a las tarjetas les llamen black. Solo faltaría. O sea: no es no y black is black.

Black, que es negro en inglés, es un término que en EE UU no se puede usar ni siquiera para decir que la situación del huracán se pone oscura. O que el reciente robo sufrido por Kim Kardashian en París ha vuelto a poner a la ciudad de la luz en jaque. ¿Qué más puede pasarle a París? ¿Y a Kim? Kardashian es la estrella con el culo más grande de Instagram y precisamente por el narcisismo 24 horas sobre 7 de esa red, se insiste en que este robo fue provocado por esa constante exhibición. Puede ser, pero quizás lo más duro para Kim y los Kardashian sea darse cuenta de que pese a los millones de likes diarios nadie estaba allí para defenderla ni en el momento violento del robo (la maniataron y le taparon la boca mientras la colocaban dentro de la bañera) ni después, cuando miles de seguidores criticaron y frivolizaron el robo.

Es una discusión muy interesante la que ha generado este robo, de si la exhibición constante de un estilo de vida a través de las redes sociales pudiera volverse peligrosa. O responsable de un robo como el sucedido. Mi marido exclama que Instagram no puede señalarse como responsable. Yo prefiero pensar que nunca somos capaces de gestionar bien nuestro narcisismo. Imagino que Instagram también sufre, su mundo de likes y buen rollo perpetuo acaba de ser víctima de un huracán.

Amarna Miller, una conocida actriz porno, terminó de generar otro huracán al ser la protagonista del vídeo promocional del Salón Erótico de Barcelona. Siempre es mejor un salón erótico que un tribunal o una gestora. En una época donde la mayoría de sus contemporáneos parecieran disfrutar de ser convencionales, Amarna trata de ser totalmente libre. “No es que España sea un país reprimido, es que el mundo es un país reprimido”, ha declarado.

Estoy de acuerdo, pero abogo porque en algún momento el viento cambiará.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_