Quienes se opusieron a las polémicas reformas laborales de Francia han vuelto a salir a la calle por 14ª vez en seis meses, en un último intento de anular las medidas del gobierno de Hollande. Decenas de vuelos dentro y fuera de Francia han sido cancelados y los controladores de tráfico aéreo se han declarado en huelga para tratar de forzar al gobierno a derogar los cambios que se convirtieron en ley en julio