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Tentaciones

Britney Spears o cómo salir de los infiernos del pop con éxito

La cantante pasó de triunfar como ídolo infantil a raparse la cabeza (y a perderla). Repasamos cómo ahora vuelve a estar en lo más alto de su trayectoria, después de demostrarlo en los premios Billboard

Solo hay una cosa que guste más en EE UU que una caída al fango y es el posterior resurgimiento desde allí para disfrute de la televisión. Algo así es lo que ha pasado con Britney Spears, quien desde su breakdown vio como perdía la custodia de sus dos hijos, Sean y Jayden James, entraba en un centro psiquiátrico y quedaba bajo vigilancia de su propio padre hasta el día de hoy, quien es el tutor legal de una mujer de 34 años. El domingo pasado se puede considerar como la vuelta por todo lo alto de la cantante tras una actuación en los Billboard Music Awards en la que demostró al mundo por qué sigue siendo considerada una de las mejores cantantes pop de su generación.

A Britney se le podría aplicar aquella frase que The New York Times una vez dedicó a Lola Flores: “No canta, no baila pero no se la pierdan”. Su voz sin retoques digitales se ha convertido en una serie de graznidos, sus pasos de baile se parecen más a los de la gallina caponata y su forma física dista mucho de aquella que lucía cuando entraba sin dudarlo en las listas de las mujeres más deseadas, pero su sola presencia ante una cámara sigue siendo hipnótica. Así ha sido la evolución, los altos y los bajos, de una verdadera estrella del pop.

1. En 1999 publicó Baby One More Time

Tras siete años al frente de The Mickey Mouse Club (donde conoció a su primer y prefabricado amor, Justin Timberlake, después líder de N'Sync) Britney lanzaba al mercado su primer disco. Menor de edad, estética de colegial, coletas y piruletas hacían las delicias de pequeños y mayores un poco salidos.

2. Se erigió como ejemplo de la pureza sexual adolescente

A estas alturas seguramente a más de uno se le habrá olvidado que en sus comienzos la cantante aseguraba que quería llegar virgen al matrimonio e iniciaba una senda de pureza que después continuaría gente como The Jonas Brothers. Luego se descubriría que no fue del todo cierto y que en su juventud hubo el mismo sexo que en la de cualquier adolescente.

3. Fue la musa del tejido vaquero

Corría el año 2000 y se entregaban los MTV Awards. Britney acudía de la mano de su entonces novio Justin con un total look vaquero coordinado con él. Eran los tiempos del Music de Madonna y nos creíamos que todo el monte era orégano y sombreros de cowboy.

4. Madonna la coronó como su sucesora natural en 2003

Que Madonna te bese en la boca no es sinónimo de que las cosas vayan a ir demasiado bien pero te aseguran un impacto a nivel internacional sin parangón. En los MTV Video Music Awards la entonces Reina del Pop les pasó el testigo a Britney y a Christina Aguilera mediante un tórrido morreo en horario de máxima audiencia. Funcionó... a medias.

5. En 2004 llegó Toxic

In the Zone fue el disco que nos hizo ver a Brit como reina del dance y que incluía una canción que a día de hoy sigue sin sonar desfasada, Toxic. Esta tonada le sirvió a la de Lousiana para recoger su primer, y hasta ahora único, Grammy. La industria le reconocía su valía como hacedora de música de discoteca.

6. En 2005 llegó Kevin Federline

Lejos de la imagen de chica inocentona que nos habían querido vender Britney Spears se enrollaba con uno de sus bailarines cañón y cansada de un ritmo de trabajo que la obligaba a lanzar un disco por año, tras solo cinco años de carrera ponía a la venta su primer recopilatorio. A Britney ya no le apetecía demasiado trabajar y en los tres años de matrimonio se dedicó a tener hijos (Sean y Jayden James) y a vender su vida en forma de reality. Chúpate esa, Kim Kardashian.

7. Tras su divorcio llegaron las malas compañías

Precisamente en 2007, conoció a la que ahora es la reina de los realities, amiga entonces íntima de Paris Hilton. La joven heredera también hizo cuchipandi con Lindsay Lohan y las niñas bonitas de los tabloides se paseaban por todos Los Ángeles hasta arriba de alcohol, al volante de sus coches de alta gama y con algún que otro aditamento seguramente no legal. Todas pasaron algunos días en la cárcel, Britney los pasó en el psiquiátrico.

8. Diciembre de 2007: Britney toca fondo

El ataque de nervios llegó un año después de su divorcio, con la cantante fuera de sí, rapándose la cabeza en una peluquería a la vista de todos los fotógrafos y atacándolos después con un paraguas ataviada como si fuera un figurante de Orange is the New Black. Nada más que añadir, señorí.

9. Blackout se convierte en una de sus tablas de salvación

Lo cierto es que su coqueteo con el wild side –que más que coqueteo fue un matrimonio– suponen que Britney lance al mercado sus dos mejores discos hasta entonces. Blackout de 2007, y Circus, de 2008, contienen canciones como Gimme More o Womanizer, la coronación de la artista como musa del dance más cacharrero. Se intenta por todos los medios que la Spears no aparezca sobre el escenario pero aún así se mete de lleno en una gira ya bajo la custodia de su padre que le reporta más de un millón de dólares por concierto con The Circus Starring: Britney Spears.

10. Britney adopta un perfil bajo

En 2010 es evidente que Britney no puede hacer frente a todos sus problemas personales tras años en el centro de la actualidad y sus apariciones son contadas. Ya sea en fotografía o en televisión aparece ida y con la mirada perdida y enseguida se le aplican las etiquetas de juguete roto y eso que tanto gusta en Hollywood.

Britney Spears en una imagen de 2010.
Britney Spears en una imagen de 2010.

11. Will Am I le tiende una mano

Quizá en este momento la canción sea una de las más aborrecidas de la historia de la música pero Scream & Shout resultó ser el pepinazo que la Spears necesitaba, encallada como estaba en la nada. Junto al miembro de los Black Eyed Peas, Will Am I, fue de nuevo la bomba sexual que había alcanzado en sus años mozos y conseguía dejar atrás sus momentos más oscuros.

12. Las Vegas calling

Como si de Celine Dion o Elton John se tratara la cantante inicia en 2013 su espectáculo Piece of Me en uno de los casinos de Las Vegas. Lo curioso de esta residencia, además de la juventud de Britney, es que sigue a día de hoy activa en el Hotel Planet Hollywood. Las críticas en los comienzos fueron duras, pero ha conseguido afianzarse y seguir engordando sus cuentas hasta ahora.

13. El reventón de los Billboard Music Awards

Después de la que lío el pasado domingo en la entrega de premios de la revista Billboard en Las Vegas parece que las cosas vuelven a su cauce original. Un medley de sus mejores canciones, temas nuevos y una estética erótica arrolladora que la sitúan de nuevo en el centro del universo pop. Por si fuera poco la publicación le otorgó el premio Millenium, un reconocimiento a sus casi veinte años de carrera.

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