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A ciegas contra el VIH en Venezuela

Falta de reactivos, discriminación, desinformación y estadísticas poco fiables hacen que el país no consiga detener la enfermedad

Condones que reparte la ONG Acción Solidaria.
Condones que reparte la ONG Acción Solidaria.A. A.
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“Cuando las personas nos llaman preguntando por las pruebas ya no sé qué decirles”. Carlos Quintero Sáez de Arregui, que asesora a usuarios de Acción Solidaria y hace 23 años que es VIH positivo, se refiere a las pruebas de carga viral necesarias para conocer el comportamiento del virus en el organismo y la efectividad o no del tratamiento antirretroviral. “La complejidad del VIH en Venezuela es muy seria. Yo siempre digo que se puede vivir con VIH, pero no es lo mismo serlo aquí que en Europa o EE UU o Australia. En Venezuela, por la situación económica, vivimos en lucha por nuestra salud”.

Carlos Quintero explica que no hay reactivos para hacer las evaluaciones anuales ni las pruebas de detección. “Ahora mismo no hay forma de efectuar ningún control sobre la situación de VIH a nivel público. Las cargas virales no se realizan, y eso es necesario antes de iniciar el tratamiento. Una persona recién diagnosticada no sabe cómo están sus valores para indicarle el tratamiento correspondiente. Se aplica un único esquema común de tratamiento para todos los enfermos”.

Mauricio Gutiérrez, de Red Positivos en Colectivo, confirma que desde octubre del año pasado el Instituto Nacional de Higiene, uno de los cinco únicos laboratorios en todo el país que procesa la carga viral para VIH, dejó de tener reactivos. "Hoy en día, el Instituto no entrega citas porque no tiene reactivos ni para carga viral ni recuento de linfocitos”, explica. Andrés, un usuario de Acción Solidaria que prefiere no revelar su apellido, relata su historia: “En diciembre del año pasado no me pude hacer mis pruebas de carga viral porque desde octubre que no hay reactivos. Me pagué el CD4, que es una alternativa que cuesta 1.500 bolívares, pero no todo el mundo puede pagarse esa prueba [en el cambio del mercado negro, que es el que suele utilizar la población del país, son algo menos de dos euros. El salario mínimo está en 11.758 bolívares, menos de 15 euros]. Tú entras en un estado de angustia, pero aprendes a convivir con esto, a no caer en la incertidumbre”.

Características del VIH en Venezuela

El informe del porgrama de Naciones Unidas para el sida (Onusida) titulado Cómo el Sida lo cambió todo anunciaba en 2015 que se había conseguido detener la enfermedad con reducciones de nuevas infecciones por VIH en un 35%, de las muertes relacionadas con la enfermedad en un 41%, y también la reducción de casos en niños en un 58%. Incluso indicaba que la epidemia se estaba controlando en algunos de los países más afectados, como Kenia, Mozambique, Sudáfrica y Zimbaue.

Mientras el mundo contiene la epidemia, las muertes por complicaciones relacionadas con el sida han crecido en los últimos 15 años en Venezuela

Pero las características del VIH en Venezuela son diferentes. La organización StopVIH denunció, tomando como fuente los anuarios publicados por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud, que en los últimos 15 años la mortalidad por sida ha aumentado en el país, con un crecimiento de más del 90% por complicaciones asociadas al sida, entre el año 1999 y 2011. Por otro lado, Ana Carvajal, infectóloga e integrante de la Comisión de VIH y Sida de la Sociedad Venezolana de Infectología, informó que “para el año 2013, el número de niños menores de un año infectados con VHI en Venezuela fue de 343 casos con, probablemente, existencia de subregistro”. Y en cuanto a las nuevas infecciones, Feliciano Reyna, presidente de Acción Solidaria anuncia: “Hay poco acceso a mecanismos preventivos. En momentos de dificultad económica no es posible para muchos jóvenes comprar unos preservativos a 800 bolívares la unidad [alrededor de un euro]. Seguiremos con transmisión de VIH alta, y no sólo eso, también sífilis. Vemos con preocupación la alta incidencia en juventud. Un 50% de los nuevos infectados son menores de 25 años”.

Mauricio Gutiérrez se espera lo peor. “Dentro de dos o tres años será cuando comenzaremos a conocer la situación real de la infección por VIH. Habrá un momento que veremos a personas con infecciones recurrentes que llamará la atención a alguien, que ojalá sean médicos, y ahí podremos comenzar a detener la epidemia como lo ha hecho el resto del mundo. Venezuela no está dentro de los avances en las metas del milenio. Vamos en un retroceso que tendrá consecuencias nefastas para el país”.

Alta infección vertical

En Venezuela el año 2013, según estimaciones del Programa Spectrum de Onusida, el acceso a tratamiento de antirretrovirales de las embarazadas con VIH fue de apenas un 27,5%, con un 21,8% de tasa de transmisión vertical de VIH. “Son indicadores que sin duda tienen que mejorarse”, opina Ana Carvajal. “La eliminación del VIH de la madre al feto en Venezuela es una tarea impostergable”. A nivel mundial las muertes de mujeres con VIH han disminuido, pero en Venezuela han aumentado. Oficialmente se reconoce que en el país nacen al menos 600 niños con VIH al año. “El acceso de la mujer embarazada a los servicios de salud reproductiva se ha agravado en los últimos años, donde la crisis del sector sanitario ha tenido un impacto negativo”. Además, continúa Ana Carvajal, “uno de los problemas principales en el control del VIH en las embarazadas en Venezuela, tiene que ver con fallas en el control prenatal; por otro lado un 30% de los embarazos son en adolescentes, las cuales muchas veces carecen de los conocimientos relacionados con la prevención del VIH, hay serias limitaciones en el accesos a los anticonceptivos orales y al preservativo".

Baile de estadísticas

El Ministerio del Poder Popular para la Salud reconocía en el Informe Nacional de Avances en la Implementación de la Declaración de Compromisos sobre VIH/SIDA presentado en marzo del 2014, que hasta diciembre de 2013 se habían notificado 135.332 casos de VIH; pero en la Declaración Nacional de la República Bolivariana de Venezuela pronunciada por el doctor Alexis Guilarte en la Asamblea General Sobre VIH/SIDA de Naciones Unidas en junio de 2011, se hablaba de 161.510 casos y que el programa de acceso universal aseguraba el tratamiento a 37.827 personas que estaban accediendo a los retrovirales. Finalmente, según estimaciones de Onusida a finales del 2014, el número de personas que viven con el VIH en Venezuela sería de unas 110.000.

Dentro de dos o tres años será cuando comenzaremos a conocer la situación real de la infección por VIH. Habrá un momento que veremos a personas con infecciones recurrentes que llamará la atención a alguien

Feliciano Reyna señala incoherencias en las cifras oficiales manejadas. “El problema en términos epidemiológicos es que Venezuela jamás se ha hecho un estudio sobre prevalencia. Una deuda pendiente desde hace muchos años ¿Cuál de todas las cifras es la real? Hay una falla muy grande.  Necesitamos saber cuántas personas están realmente en tratamiento. Estamos a ciegas con el VIH”. Denuncia que la epidemia no está totalmente controlada en Venezuela. Jhonatan Rodríguez, presidente de StopVIH, es todavía más rotundo: “El hecho que no existan estudios epidemiológicos oficiales que permitan a todo el país conocer la realidad acerca del virus en Venezuela hace suponer que la epidemia se encuentra fuera de control.”

“En el ámbito de salud desde octubre del 2013 no se emiten los reportes epidemiológicos semanales. La crisis en salud escapó del hospital a la calle. Todos somos víctima en la mala gestión en salud por la mala gestión del país”, explica Mauricio Gutiérrez.

Discriminación por VIH

A pesar de que Venezuela cuenta desde el 30 de diciembre del 2014 con una ley para la protección de personas con VIH o sida y sus familiares, todavía son muchos los que hablan de discriminación. “Existe en los hospitales. Muchas veces debida a la mala situación de la salud pública, en los quirófanos se escoge o a éste o a éste...” Mauricio Gutiérrez explica que tiene constancia de casos en los que enfermos con VIH no han sido intervenidos. "Pero no con nombres y apellidos, porque las familias no quieren denunciar; las características de la infección y los estigmas trascienden al individuo”, relata.

“Sigue habiendo discriminación”, explica Carlos Quintero de Acción Solidaria. “Muchos usuarios llegan denunciando que les han realizado las pruebas a escondidas cuando van a buscar trabajo, algo que está prohibido por ley. Tanto el privado como el público aprovechan las pruebas de control de salud laboral para hacerte las pruebas de VIH a escondidas. Pero nadie se queja, la gente tiene miedo de que si protesta le rechacen el tratamiento gratuito, que es lo único que nos están dando el Estado. Hay un temor enorme de que el Estado te considere enemigo.”

Para Mauricio Gutiérrez, “una persona con VIH es una víctima real de las circunstancias generales que se están viviendo en el país”. Y ese parece ser el resumen de todo, el desabastecimiento que vive Venezuela ha llegado, también, a los enfermos con VIH. Ya no sólo son las colas a la hora de comprar harina para arepas, las colas ya están en las farmacias, en los hospitales, y el desabastecimiento lo están sufriendo los enfermos. Todo tipo de enfermos.

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