Mineros abriendo una nueva mina. Entre la intensa vegetación de Biambwe, los hombres de Kambale Kihoma, el jefe de mina, han encontrado un nuevo rincón donde sacar coltán.GEMMA PARELLADALos minerales se extraen de más de 5.000 minas esparcidas por el inestable e inaccesible este de la República Democrática del Congo. Pueden ser agujeros aislados escondidos entre la jungla, socavones abiertos en una pradera u orificios uno al lado del otro.GEMMA PARELLADAEl coltán puede contener varias cantidades de tántalo, que es lo que interesa a la industria y al mercado mundial.GEMMA PARELLADALas condiciones de explotación del coltán no son en modo alguno las más favorables para los mineros del Congo.GEMMA PARELLADATras salir de la mina, los primeros comerciantes se acercan a pesar y comprar el coltán. Alejados a días de la ciudad y de las máquinas más cercanas, su primer test de calidad se hace con el tacto, la mirada, y una lata de tomate. Si tres latas llenas de coltán equivalen a un kilo, es que el coltán es de la mejor calidad.GEMMA PARELLADADesde los miles de puntos de extracción, el mineral busca la manera de llegar a la ciudad. A veces solo es posible sacarlo en sacos a lomos de bicicletas. Ante la inexistencia de rutas hábiles para coches e incluso muy complicadas para motos, transportistas como Christian lo arrastran en bici. Llevan hasta 100 kilos de mineral cada uno.GEMMA PARELLADAFaturi Bisimwa es negociante de coltán. Tiene agentes a pie de mina y, desde la ciudad, busca compradores del exterior. Es el director de MBF, una de las cooperativas que espera tener la aprobación para poder vender
el coltán certificado.GEMMA PARELLADADesde las entrañas de la provincia, los minerales llegan a las dos grandes ciudades donde se gestiona la compraventa, de forma legal o ilegal, a través de casas de compra. Goma es el gran nodo comercial para el coltán (tántalo).GEMMA PARELLADAEl núcleo para el transporte de oro es Butembo, que toma la ruta por Uganda.GEMMA PARELLADA
