_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Bankia no se arrepiente

Uno trama una acción que es una estafa a gran escala, y le pillan. Cosas del trabajo

Jorge M. Reverte

Bankia no se arrepiente de nada. Al menos es lo que dice la canción que sirve de base a su campaña publicitaria por la que le informa a la gente de que le va a quitar las comisiones. Al final del anuncio nos encontramos con que una serie de decisiones erróneas en la vida de cualquiera llevan a pagos banales: por ejemplo, haber olvidado la función anual de una hija en el colegio lleva aparejada la sanción de vestirse de forma ridícula en casa, y ya está.

Bankia tomó algunas decisiones erróneas que llevaron a que mucha gente perdiera sus ahorros, a que algunos matrimonios se rompieran, a que clientes perdieran sus casas porque tuvieron que venderlas, y a otras minucias semejantes.

Bankia no nos dice en el anuncio que no se arrepiente porque las instituciones no tienen sentimientos, como no los tienen los edificios ni los ordenadores. En Bankia hay algunos directivos que han tomado la decisión de hacer esta campaña porque les ha parecido graciosa. Esos directivos no parece que tengan opinión sobre lo sucedido. Son incidentes del trabajo, gajes del oficio: uno trama una acción que es una estafa a gran escala, y le pillan. Cosas del trabajo. A los de Barclays y a los de Deutsche Bank les pillaron haciendo trampas con las comisiones, y les metieron en un lío. Por algo tan banal como eso.

Vamos a tener que llegar a la conclusión de que el negocio de la banca consiste en engañar al mayor número de gente posible. Si sale bien, que suele pasar a menudo, los que han ideado la maniobra se forran. Tanto que parece que el riesgo ha valido la pena.

Gente como Miguel Blesa y Rodrigo Rato no pueden hacer una campaña para limpiar su imagen. Y no sabemos si se han arrepentido o no. Imaginamos que sí, aunque solo sea porque les ha salido mal.

Bankia les ha costado media vida a mucha gente. Y miles de millones al erario público. Y ahora obtiene el perdón de quien quiera que sea que tenga la responsabilidad de su imagen. No se arrepienten de nada, sencillamente cometieron un error y ya está.

La judicatura y la fiscalía están arreglando algo las cosas. Pero la campaña indica que a lo peor volverían a las andadas.

Que se arrepientan.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_