Tévez reabre el debate de la pobreza en Argentina

La pobreza se ha convertido en un asunto tabú en Argentina. Después del hundimiento de 2001, cuando llegó al 54%, el país ha dado un salto enorme y la ha reducido a menos de la mitad, entre un 20% y un 25% según diversos estudios. Pero sigue ahí. El Gobierno, que ha hecho de la política social su bandera, la minimiza y dice que está en el 5%, por debajo de Alemania. Ahora ha sido Carlos Tévez, el futbolista de Boca Juniors y de la selección, ídolo de millones de argentinos, especialmente en los barrios pobres, el que ha descolocado el discurso oficial. Tévez, que dejó la Juventus para volver a su tierra por menos dinero, salió de la pobreza de Fuerte Apache, una villa miseria de los alrededores de Buenos Aires, gracias al fútbol. Ahora es muy rico, pero siempre reivindica sus orígenes y cada fin de semana vuelve a Fuerte Apache a comer un asado con sus amigos.

El futbolista reabrió el debate de la pobreza en Argentina y Latinoamérica: “La desigualdad es aún muy grande. Hace 10 días fuimos a Formosa a jugar. Yo soy de mirar mucho. Y la pobreza que hay en Formosa es muy muy grande. De repente llegamos a un paredón y entramos al hotel de cinco estrellas. ¡Las Vegas! ¡Las Vegas con casino, con todo! Y salías del paredón ese, y la gente se estaba cagando de hambre!”, explicó ante millones de espectadores. Le cayó de todo. Un asesor del Gobierno de Formosa le llamó “villerito europeizado” y le preguntó “¿Cuánto te pagó Macri, podrido de mierda?”. El gobernador, Gildo Insfrán, también acusó a Tévez de moverse por intereses políticos. Fútbol y política en Argentina son casi la misma cosa y el candidato opositor, Mauricio Macri, fue antes presidente de Boca Juniors y amigo de Tévez. El candidato oficialista, Daniel Scioli, también amigo de Tévez, le contestó que se habían hecho muchos progresos en Formosa y que esas desigualdades son comunes en Argentina: “¿O no hay hoteles cinco estrellas en Buenos Aires y tenemos villas por todos lados?”, se preguntó. La realidad estaba ahí a la vista de todos, pero la fuerza de la figura de Tévez ha descolocado el discurso oficial.