Basura y el esqueleto de una barcaza que la bajada del nivel del agua ha dejado cerca del muelle de Moyogalpa. Ometepe.Álvaro FuenteUnos niños saltan desde el antiguo embarcadero de Moyogalpa. Hoy está inservible para su uso original por la bajada del nivel del lago.Álvaro FuenteVista parcial del puerto Gaspar García Laviana en Moyogalpa, con el volcán Concepción en último término.Álvaro FuenteUnos jóvenes disfrutan de una de las joyas turísticas de la isla de Ometepe, el Ojo de Agua. Este pequeño manantial subterráneo procede del Cocibolca.Álvaro FuenteUna familia de Ometepe lava la ropa en un pequeño lavadero dentro del propio lago.Álvaro FuenteUn matrimonio de Moyogalpa en la costa que antes ocupaba el Cocibolca. Hoy tienen que caminar casi 100 metros más para llegar al agua y otros tantos para llegar a su lavadero.Álvaro FuenteManifestación en contra del canal en Juigalpa. Ciudad de montaña del centro del país que bebe de las aguas del lago.Álvaro FuenteAgricultores de Esquipulas, Ometepe, regando sus tierras con el agua de su pozo, cada vez más seco.Álvaro FuentePescadores llegando a la playa en Moyogalpa. La escasez de pescados les hace plantearse otros trabajos como en agricultura o ganadería.Álvaro FuenteUn jóven muestra la pesca lograda en el Charco Verde, Ometepe. Los tamaños mínimos del pescado que no se respetan y la labor indiscriminada, además de la contaminación, está afectando seriamente el ecosistema marino del lago.Álvaro FuenteModesto Leoncio, pescador, con las redes que utiliza en su trabajo, posa en su casa de Esquipulas.Álvaro FuenteUnos niños juegan donde, hace dos años, llegaba el nivel del lago y los neumáticos protegían las viviendas del oleaje invernal.Álvaro Fuente
