8 fotosLos yates más pornográficamente lujosos del mundoPistas de carreras, cubiertas de oro y más cosas que se encuentran en esos barcos donde caben muchos y que poseen muy pocosICON12 ago 2015 - 17:41CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceCon cuatro niveles, 105 metros de largo y 19 de ancho, Lady Moura es uno de los yates privados más grandes del mundo. A pesar de que tocó las aguas por primera vez en 1990, una remodelación en 2007 le ha servido de 'lifting' para ser de los más lujosos del mundo con un valor estimado de unos 190 millones de euros. Este yate, construído por el astillero alemán Blohm + Voss, cuenta con capacidad para 30 pasajeros y unas 60 personas de tripulación. Cuenta con casino, spa, sala de fiestas y hasta quirófano. Su dueño es el millonario saudí Nasser Al-Rashid cuya fortuna se estima que es de más de 7.000 millones de euros. El amarre principal de este yate está en Palma de Mallorca por lo que 'Lady Moura' suele navegar por el Mediterráneo.Este yate, valorado en unos 225 millones de euros, es propiedad de Hamad Bin Jassin, uno de los hombre más poderosos de Catar, protagonizó los titulares económicos de los periódicos españoles el mes pasado al anunciarse que había comprado el 10% de El Corte Inglés. El Al Mirqab tiene capacidad para alojar a 24 huéspedes en 10 suites y a unas 55 personas de tripulación. Obra del astillero alemán Peters Werft en 2008, esta lujosa embarcación cuenta con cine, varias piscinas, helipuerto...El Dilbar es propiedad del que está considerado como el hombre más rico de Rusia, el empresario Alisher Burjánovich Usmánov, con una fortuna estimada de 16.000 millones euros: el precio de este yate, uno de los más largos con 360 pies de largo, se calcula por los 230. Burjánovich, que puso al yate el nombre de su madre, suele utilizar la embarcación para viajar a sus islas privadas. Usarlo para cualquier otra cosa sería desmerecerlo.Este yate, construido por los astilleros Lürssen, tiene capacidad para 70 invitados y una tripulación de 154 personas. Comparte nombre con su dueño, Qaboos bin Said Al Said, el que ha sido sultán de Oman desde 1970. La embarcación, cuyo valor ronda los 270 millones de euros, además de las prestaciones habituales en este tipo de yates, con un auditorio con capacidad para una orquesta de 50 músicos.Del Superyacht A destaca su apariencia, obra del incombustible diseñador francés Philippe Starck y el inglés Martin Francis, que le da un aspecto semejante al de un submarino. Con 119 metros de largo, puede alojar a 14 invitados y a una tripulación de 27 miembros. Su propietario es Andrey Melnichenko, un empresario ruso conocido por sus excentricidades, como la de pagar más de 3 millones de euros a Christina Aguilera para que cantase el día de su boda con la modelo Aleksandra Melnijenko.Mohamed bin Rashid Al Maktum, conocido como el Jeque Mohamed, es el primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos, el emir de Dubái y el dueño de un yate valorado en unos 317 millones de dólares. El Dubai, que tiene 162 metros de eslora, tiene capacidad para unas 150 personas entre invitados y tripulación. Blohm & Voss construyó el Dubai para el príncipe Jefri Bolkiah, hermano pequeño del sultán de Brunei, quien tuvo que deshacerse de él tras ser acusado de haber malversado más de 10.000 millones de euros la Agencia de Inversiones de Brunei que él dirigía.Por el momento, The Streets of Monaco es solo un diseño, una réplica flotante del principado cuyo coste se estima por los mil millones de euros. El yate cuenta, dentro de sus 500 metros de eslora, con un circuito de 'cars' que imita el trazado de fórmula uno de la ciudad. La arquitectura del complejo está inspirada en varios edificios monegascos: el hotel de Paris, el casino, el Palacio Grimaldi, el hotel Loews, el puerto de Hércules y el club La Rascasse.Se piensa que el valor del Eclipse podría estar en torno a los 1.300 millones de euros. Este yate, propiedad del magnate ruso Román Abramóvich, se construyó en los astilleros Blohme+Voss de Hamburgo y tiene 168 metros de longitud, lo cual lo convirtió durante algún tiempo en la embarcación privada más grande del mundo hasta que fue superado por el Azzam. A pesar de que Abramóvich adquirió el yate por 340 millones de euros los elementos que el magnate ha añadido a la embarcación han elevado considerablemente su valor (un radar antimisiles, un minisubmarino, cristales blindados...).