Merkel solo cree en un matrimonio: el tradicional
La canciller resiste la presión externa y se niega a equiparar los derechos de las parejas gais
El debate es ya un clásico en Alemania. Cada cierto tiempo alguien vuelve a preguntarse por qué los homosexuales de este país no tienen los mismos derechos que los de España, Francia o Reino Unido. Y siempre se zanja cuando la canciller Angela Merkel recurre a una de sus palabras favoritas: nein. La cuestión volvió tras el referéndum en el que los católicos irlandeses dijeron sí al matrimonio para todos; reapareció con la reciente sentencia del Tribunal Supremo de EE UU, y lo ha hecho ahora tras la entrevista de Merkel con el youtuber Florian Mundt, alias LeFloid.
“Estoy a favor de acabar con cualquier discriminación. Gracias a Dios, los gais y las lesbianas ya no tienen que esconderse. Pero, para mí, personalmente, el matrimonio consiste en la convivencia entre un hombre y una mujer”, dijo la canciller a su joven entrevistador, vestido con camiseta y visera negra, y cuyo canal de YouTube cuenta con 2,6 millones de suscriptores. Merkel ya había explicado en alguna ocasión por qué se opone a las bodas gais, pero esta es la primera vez que la mujer más poderosa de Europa deja claro que su concepción del matrimonio no ha variado demasiado desde los años setenta, cuando estudiaba Física en la antigua República Democrática Alemana.
Hace ya 15 años que las parejas del mismo sexo pueden registrarse en Alemania gracias a una ley aprobada por el socialdemócrata Gerhard Schröder. Estas uniones civiles gozan prácticamente de los mismos derechos que el matrimonio, excepto la adopción. Pero la mayoría de alemanes están a favor de la equiparación plena. También en el partido democristiano de Merkel son cada vez más los que quieren adaptarse a los nuevos tiempos. Es el caso de la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, que en un reciente debate a puerta cerrada puso como ejemplo a su propia familia, votante prototípica de la CDU: “A mis ancianas tías se les llenan los ojos de lágrimas al ver que sus sobrinos por fin han encontrado pareja”. Pero estos argumentos no convencieron a su jefa, que con su resistencia quiere contentar al ala más conservadora del partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.