17 fotosVivir entre la escuela y la cárcelEn Cochabamba, un grupo de voluntarios lleva al colegio a los niños que viven en prisiones con sus madres Cochabamba - 25 jun 2015 - 10:12CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMientras los niños van a la escuela, sus madres trabajan en el interior de las cárceles.Raquel CortésDurante seis horas al día, las madres dejar ir a sus hijos fuera de la cárcel para asistir a la escuela y a actividades de apoyo escolar.Raquel CortésEn el CAICC, los niños juegan tras salir de la escuela y antes de volver a los centros penitenciarios.Raquel CortésEmili es la hija del conductor del bus, un hombre que se sumó al CAICC tras salir de la cárcel.Raquel CortésCárcel de San Pablo, una de las cinco prisiones en Cochabamba.Raquel CortésLos lazos afectivos entre madre e hijos se mantienen pese a la situación de privativa de libertad.Raquel CortésUna madre en el interior de una celda en la cárcel de San Pablo. Aquí duerme con sus dos hijas.Raquel CortésLas malas condiciones en el interior de la cárcel obliga a muchas mujeres a dormir en el piso.Raquel CortésUna niña juega con las fotos de su madre en el patio de la cárcel San Pablo.Raquel CortésSan Pablo es la cárcel de mujeres más pequeña de Bolivia: no alcanza los 200 metros cuadrados.Raquel CortésMuchas de las madres que no pueden estar con sus hijos sufren depresión, ansiedad y otros trastornos emocionales.Raquel CortésEn el CAICC cuentan con un comedor para brindar alimentación equilibrada a los niños.Raquel CortésLos niños en el interior de la cárcel, a la espera de la llegada del bus.Raquel CortésEl autobús que lleva más de una década recorriendo las cárceles en Cochabamba.Raquel CortésLos bebés hasta tres años pueden asistir a la guardería, y así pueden salir de las celdas unas horas al día.Raquel CortésMás de 800 niños han podido asistir a la escuela tras este trabajo colectivo.Raquel Cortés