Violencia en las aulas
No habían tenido tiempo los profesionales de salud mental de examinar al autor de la muerte de un profesor de secundaria en Barcelona cuando la consejera de Educación de Cataluña ya había sentenciado que se trataba de un caso aislado y hablaba de “probable brote psicótico”, como si esa etiqueta zanjara el tema de la violencia que se vive en las aulas contra los profesores, sucesos que sistemáticamente son tildados de excepcionales. Quizá no se dan cuenta de que tantos casos aislados constituyen ya una práctica habitual. ¿Qué hacen ante esto las Administraciones? ¿Han tomado alguna medida para proteger a los docentes y detectar conductas anómalas en los alumnos? ¿Son los padres conscientes de que la responsabilidad de educar a los hijos es suya y no de la escuela? ¿Alguien se ha planteado por qué la violencia se vuelve también contra los progenitores? Cada día aumentan las denuncias por maltrato de los hijos. Cuanto más laxa es la educación, y más proteccionista con los menores, más violentos se vuelven porque necesitan unos límites que la mayoría de las familias no les imponen porque no saben o no se atreven, y delegan esta función en la escuela.
Y si el menor es inimputable, ¿quién es responsable de esta muerte? Pasado el primer impacto emocional de este trágico suceso, es necesaria una reflexión serena y lúcida por parte de todos los sectores implicados acerca de lo que está haciendo nuestra permisiva sociedad para que la violencia aumente de tal forma entre los jóvenes. Y cambiar lo que sea menester.— Trinidad Delgado Ruiz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.