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<p>Feynan Ecolodge abrió en 2005 en pleno desierto de Jordania con el objetivo de apoyar a las comunidades locales y la fauna de la Reserva de la Biosfera de Dana y permitiendo, además, que sus viajeros conocieran los estilos de vida y el legado de los beduinos. Todos los empleados del complejo proceden de tribus y pueblos de la zona. Muchos crecieron en tiendas de campaña, la mayoría no completaron los estudios y sólo un 5% había trabajado antes en el sector del turismo.</p> <p>El Lodge utiliza solamente energía no contaminante: para la iluminación se utilizan velas, la calefacción funciona con biomasa evitando así la quema de cuatro toneladas anuales de árboles. El agua se sirve en frascos reutilizables hechos por una cooperativa de mujeres que ahorra 15.000 botellas al año. El 80% de los productos utilizados en el albergue se compran en un radio de 60 kilómetros, mientras que el 55% del dinero pagado se queda en la zona. De él se beneficiaron 450 personas en 2014.</p> <p>Todo esto se ha logrado pese a tener en contra las arduas condiciones de vida del desierto y también los actuales disturbios que afectan a sus vecinos en el Oriente Medio (Jordania comparte fronteras con Irak, Siria, Israel y Arabia Saudita). Como resultado de sus esfuerzos, el negocio de Feynan ha crecido un 28% desde 2012 a pesar de que el sector del turismo en el país ha caído.&lt;/p&gt;</p>
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Estos son los ganadores y finalistas de los Tourism for Tomorrow Awards, que premian las mejores prácticas sostenibles en el mundo del turismo y los viajes

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