La ausencia de Avril Lavigne se debió a una garrapata
La picadura la ha alejado de la música los últimos cinco meses. "Siento que me he recuperado en un 80%", dice la cantante
“No me siento bien. He tenido algunas complicaciones de salud. Por favor ténganme en sus oraciones”, decía un mensaje que Avril Lavigne envió a una de sus fans y que esta publicó el pasado 7 de diciembre en la cuenta de Twitter @AvrilMusicChart. El apoyo de los seguidores de la cantante no se hizo esperar. Etiquetas como #getwellsoonAvril (mejórate pronto Avril) y #prayforAvril (recen por Avril) coparon la Red de los 140 caracteres. Más de tres meses después la intérprete canadiense revela por fin su dolencia. “No tenía idea de que la picada de un insecto podía provocar algo así. Estuve en cama por cinco meses”, ha desvelado ahora en una entrevista con la revista People, donde explica que padecía de una enfermedad llamada borreliosis de Lyme, cuyo principal síntoma es la fatiga crónica.
Al parecer un insecto le picó en la primavera de 2014 y le ocasionó graves problemas de salud, hste el punto de llegar a pensar que podía morir. “Casi no podía comer”, cuenta. En la entrevista además, recuerda que durante la celebración en Las Vegas de su 30 cumpleaños ella apenas tenía fuerzas para levantarse. “Me costaba mucho levantarme para ir a la piscina. Quería estar recostada en la cama todo el tiempo. Mis amigas me preguntaban qué me pasada y yo no lo sabía”, confiesa. Antes de ese viaje ella ya se sentía mal, pero fue justo en Las Vegas dónde se percató que lo que tenía era “grave”.
La enfermedad de Lyma es transmitida por las garrapatas. “No podía respirar, ni hablar, ni moverme. Creí que me iba a morir”, cuenta la intérprete. Añade, además, que su madre fue la encargada de cuidarla durante los cinco meses en los que casi no salió de su habitación, mientras que Chad Kroeger, su esposo, no podía estar todo el tiempo con ella porque se encontraba de gira con la banda Nickelback.
La cantante canadiense explica que esta enfermedad la obligó a cambiar su estilo de vida: eliminó el azúcar y el glúten de su dieta diaria e intentaba, cuando tenía ánimo, salir a caminar o nadar y practicaba sobre todo yoga y la meditación. Unos hábitos que seguro que han ayudado para que ahora se encuentre al 80% de su recuperación. “Esto fue una llamada. Simplemente quiero disfrutar de la vida de ahora en adelante. Nunca antes había tenido tan claro lo que quería: salud, familia, amor y felicidad”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.