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El arquitecto total

Diego Gronda conjuga belleza y funcionalidad con una visión ha conquistado a Richard Branson, Robert DeNiro o Gordon Ramsay

Toni García
El arquitecto argentino Diego Gronda.
El arquitecto argentino Diego Gronda.Jack Edinger / Virgin Hotels

Es imposible estarse quieto mientras se habla con Diego Gronda: charlar con él es viajar a hoteles en Dubái, islas ecológicas en Qatar, restaurantes en India o spas en China. “Desde los 15 años quise ser arquitecto y a los 5 ya me dedicaba a hacer planos. Supongo que es culpa de mi padre, un ingeniero que se definía como ‘un arquitecto frustrado", cuenta este argentino que lleva años demostrando que es posible conjugar belleza, comodidad y funcionalidad sin que ninguno de los tres elementos se resienta.

La oficina de Gronda, en la que recibe a EL PAÍS, se encuentra en un piso alto del corazón de la Gran Vía madrileña y su despacho goza de una vistas envidiables, pero por lo visto el arquitecto no mira demasiado por la ventana: las paredes están a rebosar de dibujos, esbozos y fotografías y su propia mesa es un gigantesca montaña de apuntes que corresponden a una montaña de proyectos. “Bueno, hemos hecho el Nobu Hotel de Riad y el Virgin Hotel de Chicago, y trabajamos mucho en China y Asia en general, así que —por así decirlo— me mantengo ocupado”. Con Richard Branson y Robert De Niro (uno de los socios de Nobu) ya en la conversación, el argentino reconoce que España le parece aún un mercado arriesgado: "Recuerdo que cuando vine aquí a trabajar pensé 'estos tíos van a acabar construyendo encima del océano' y me costaba entenderlo, igual que no entendía todas esas obras faraónicas que luego han quedado en nada”, cuenta, aunque para el arquitecto hay algunas excepciones: “Me gusta mucho la Barcelona del 92 y lo que ha pasado en Bilbao, creo que son ejemplos de lo que la buena arquitectura puede hacer por una ciudad: girarla como un calcetín”.

Interior del Virgin Hotel, del millonario empresario Richard Branson, situado en Chicago.
Interior del Virgin Hotel, del millonario empresario Richard Branson, situado en Chicago.Rockwell group

El mencionado Virgin de Chicago del magnate británico puede ser un buen ejemplo de la mano de Gronda para aunar comodidad y preciosismo: un elegante hotel de corte clásico trufado de detalles punteros y con una obsesión clara, el huésped. “Que el cliente llegue y no tenga que esperar ni para hacer el check-in, que tanto él como ella encuentren una habitación que les acoge. Te diré una cosa: puede que no sea la mejor habitación del mundo, ni la más bonita, pero no tengas dudas de que es la más cómoda”, dice, que además tiene en su despacho una colección de proyectos que jamás han visto la luz del día pero que enseña con orgullo. Algunos de ellos tienen que ver con eso tan en boga de la sostenibilidad, algo que a Gronda le genera algunas dudas: “Siempre me pregunto si lo que algunos hoteles entienden por sostenibilidad es simplemente lo que les ahorra dinero —como eso de dejar la toalla en la bañera— o tienen un objetivo más solido. Porque a mí me interesa la sostenibilidad real y creo que la generación de mis hijos va a ser mucho más estricta con eso que nosotros. Creo que nos falta conciencia para pensar realmente lo que significa ser sostenibles”.

“Yo no diseño para salir en las portadas de las revistas y creo que lo de los arquitectos estrella ha sido bueno para algunas cosas y malo para otras: no puedes basar una ciudad en 10 edificios y esperar que tenga sentido”, cuenta.

Discípulo de una leyenda como Tony Chi y actual mano derecha (y probablemente, mano izquierda) del afamado arquitecto estadounidense David Rockwell, Gronda empezó callando bocas en Nueva York, apostando por una arquitectura que incidiera en todos los aspectos de sus proyectos: de la luz, a la sonoridad, pasando por el interiorismo o el arte que colgaba de las paredes . “Me gusta trabajar con una especie de guion, un script, que marque cada paso de lo que hago… y además, me gustan los dolores de cabeza y ver el vaso siempre medio lleno", dice mientras sonríe.

Restaurante del famosos chef Gordon Ramsay en el lujoso hotal St. Regis de Doha.
Restaurante del famosos chef Gordon Ramsay en el lujoso hotal St. Regis de Doha.Rockwell group

Gronda, un auténtico experto en Asia y sobre todo en China, cree que estos últimos son los primeros en empezar a huir de la arquitectura espectáculo: “Ya han empezado a vetar por ley los edificios ‘raros’ y advertido que no van a tolerarlos más”. También augura una arquitectura más integral y al mismo tiempo más dispersa (“todos tendremos que reciclarnos continuamente). Para él, que ha ideado una ciudad cultural en Hong Kong, colaborado con el Cirque du Soleil, trabajado en el off-Broadway, y diseñado hoteles como los W, restaurantes para Gordon Ramsay o José Andrés, y edificios por medio mundo, no parece que eso vaya a ser demasiado difícil.

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