_
_
_
_
_

Los abusos de Sara Netanyahu, de nuevo a juicio

El exmayordomo de la esposa del primer ministro israelí la acusa de condiciones laborales abusivas

Sara y Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.
Sara y Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.CORDON PRESS

Según cuenta Menny Naftali, mayordomo de la residencia oficial del primer ministro israelí entre comienzos del 2011 y finales de 2012, la primera dama, Sara Netanyahu, lo habría llamado un día a las tres de la madrugada para quejarse de que tenía leche en bolsa en su nevera, y no en cartón. Otro día le soltó "¡esto nunca ocurriría en el Palacio del Elíseo!" mientras se le enfrentaba con un ramo de flores marchitas.

"La María Antonieta israelí", así define a Sara Netanyahu la columnista Allison Kaplan Sommer en una noticia publicada en el periódico Haaretz cuando Naftali inició un juicio contra ella, en marzo del año pasado (el cuarto juicio laboral en el que está implicada la primera dama en los seis años de la Administración de Benjamín Netanyahu). En esa columna, Sommer detalla una larga lista de quejas. "Oh, Sara, Sara, Sara", empieza la crónica, donde, hablando en primera persona, Sommer la avisa de que el caso de Naftali -en el que la primera dama deberá declarar- es complicado. "Se trata de un hombre con una impresionante historia militar, que sirvió en las unidades de élite, que pasó innumerables controles de seguridad y que trabajaba como su guardaespaldas personal", escribe. "Fue elegido a dedo para ser mayordomo de la residencia".

En su queja, presentada en la corte laboral de Jerusalén, Naftali acusa al Estado de condiciones laborales abusivas y pide un millón de shekel (222.000 euros) de indemnización, y ser restituido como funcionario público.

La historia ha vuelto ahora a los titulares de la prensa israelí con la difusión de nuevas declaraciones añadidas a su causa. Un empleado, identificado como Elyahu, relata que fue testigo de "agresiones" en contra de Naftali, y describe el ambiente de trabajo como arbitrario y abusivo. Otro ejemplo: una madrugada, cuando el mayordomo ya se encontraba en su casa, fue convocado de urgencia a la residencia oficial para desearle a la señora del primer ministro buenas noches. "Me dijo que yo tenía que informarla personalmente cada vez que terminaba mi turno laboral y desearle buenas noches".

Otro empleado, Emanuel Sela, relató una pelea entre el primer ministro y su esposa respecto a una merienda que se tenía que servir a un par de escritores de discursos que se encontraban en la residencia para una reunión de trabajo. El primer ministro pidió que se les prepararan sándwiches. Paralelamente, y mientras Sela trabajaba solo, la primera dama pidió que se le llevara una copa de vino a su habitación. Al enterarse de los sándwiches que preparaba Sela, Sara Netanyahu, de 56 años, se quejó de no haber presupuesto suficiente e indicó que se les sirviera una torta de miel. "Córtenle las puntas secas y sírvanla con café", ordenó Sara. Al rato, el primer ministro volvió para averiguar dónde estaban los sándwiches encargados. "Le dije que los tenía preparados, pero que ellos tenían que decidir qué querían. El primer ministro me dio una palmadilla en el hombro y me pidió traer los sándwiches de inmediato a la sala. Su mujer estaba a su lado, enfurecida, y mantuvo ese rencor durante todo mi período de empleo. Desde ese momento en adelante, la señora Netanyahu hizo todo lo que pudo para humillarme".

En su página de Facebook, el primer ministro respondió a las acusaciones considerándolas un ataque de cara a las elecciones del 17 de marzo. "Es todo para desacreditarme, acusarme, atacarme, y hacer todo lo posible para derrocar al Gobierno del Likud bajo mi liderazgo y allanar el camino a la izquierda".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_