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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Yihadismo español

La lucha contra el radicalismo islámico no es cuestión solo del Gobierno, sino de la sociedad

Los datos que manejan las fuerzas de seguridad muestran claramente que el yihadismo es hoy la amenaza de seguridad más importante para España, no solo exterior sino también interior. Y es fundamental que esta percepción, basada en hechos objetivos, sea compartida no solo por los responsables políticos , sino también por la sociedad española, que debe saber que se encuentra ante un enemigo muy dinámico que demuestra constantemente que no conoce de fronteras tradicionales y es capaz de sacar el máximo rendimiento de la globalización —movilidad, comunicaciones, proselitismo— para alcanzar sus objetivos.

Editoriales anteriores

Las 47 detenciones realizadas durante 2014 revelan hasta qué punto el yihadismo en España no se sitúa solo en un plano teórico o ideológico sino que está orientado fundamentalmente a la acción, es decir, a la sangrienta lucha armada que trata de un imponer una sociedad de corte medieval en amplias regiones del planeta. Y este es un dato crucial: el combate al yihadismo no es una guerra contra ningún credo religioso ni implica la discriminación de nadie por sus ideas. Se trata de la legítima persecución de una forma de terrorismo global que se sirve de la tecnología más moderna para presumir de una crueldad absoluta con la que trata de acabar con las libertades de los ciudadanos a los que pretende someter.

Nadie debe pensar que está a salvo del yihadismo o que, simplemente, puede mantenerse al margen. Ni por geografía ni por sexo. En este momento hay, al menos, 70 españoles o residentes en España enrolados en las filas del Estado Islámico (EI). Ciudadanos que pueden volver en cualquier momento y actuar como reclutadores de otros españoles que decidan unirse al proyecto de crear un califato que abarque desde la península ibérica a Indonesia. Y no solo son hombres. La Guardia Civil ha detectado un aumento del número de mujeres que viajan hasta una de las zonas más inseguras del planeta para servir de soporte logístico y emocional a los combatientes yihadistas. No deja de ser un fracaso parcial para una sociedad como la española que se ha marcado como uno de sus principales objetivos la igualdad, los derechos de las mujeres y la lucha contra la violencia machista.

El ministro de Exteriores, entrevistado por este periódico, ha señalado que la presencia del EI en el norte de África es una amenaza para la seguridad de España. Pero el EI está mucho más cerca. Por ejemplo en las pantallas de los ordenadores que sirven como principal medio de reclutamiento. Los yihadistas no necesitan ya infiltrarse en las mezquitas porque tienen la vía de las páginas web. Esto es un recordatorio de que el combate a esta amenaza tiene que realizarse en múltiples frentes y no se puede bajar la guardia en ninguno de ellos. España está directamente amenazada por el yihadismo y la respuesta no solo es cosa del Gobierno o las fuerzas de seguridad, sino de toda la sociedad.

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